Arxiu de la categoria: *HISTORIAS DEL TAXI

MUERE POR CORONAVIRUS EL TAXISTA ITALIANO QUE LLEVABA ENFERMEROS Y PACIENTES AL HOSPITAL SAN PAOLO DE MILÁN

Es la primera víctima de la pandemia entre los conductores, un referente del barrio Famagosta. «Un hombre de otro tiempo»

Era el «taxista del San Paolo». Giuseppe Allegri, de 63 años, decano de los taxis blancos milaneses. Se infectó de Covid-19 a principios de marzo. Había estado hospitalizado durante 20 días en terapia intensiva. Las cosas del destino: ha muerto allí mismo, en el hospital al que iba y venía desde la plaza del barrio Famagosta, llevando a médicos de guardia, enfermeros y pacientes. En sus largos turnos nocturnos al volante nadie lo vio rechazar ninguna llamada de las esquinas más oscuras e infames.

Trabajó como vigilante. Vestía de forma elegante siempre, impecable, los colegas lo recuerdan como un taxista y un hombre «de otro tiempo». Dedicado a la limpieza de su Peugeot, marca que amaba, en los últimos 10 años había conducido un 308 y un 3008, con nombre de servicio ‘Lima 57’, siempre fiel a la central de radio 6969.

Estaba siempre en la parada de taxis cercana al metro de via Famagosta, «su cuartel general», donde los otros conductores sabían que podían encontrarlo para tomar un café o charlar un rato. Era un hombre discreto, enfermizamente reservado. Siendo un lugar «pasado de moda», él siempre regresaba, negándose a veces a otras carreras mejores, a recorrer el centro el sábado por la noche. Los mejores clientes estaban desde el Auditorio de San Gottardo a la movida de via Torricelli pero nunca le interesaron. Prefería el barrio. Su barrio. Del que era un punto de referencia, residente en la calle Boffalora.

«Era un señor», afirma otro taxista histórico, Gege Mazza, de la red 6969. «Un gran amigo, un colega correcto. No se quejaba y no se dejaba intimidar por los matones que circulan por la noche».

Deja una mujer de 60 años, ahora en cuarentena, y una hija de 34, Valentina, por un virus que no le había asustado. Continuó llevando a los operadores sanitarios, a ofrecerse a hacer las carreras. «Queremos honrar a quienes están al frente y Beppe lo ha hecho hasta el final», dice su amigo Mazza. «El riesgo existe, pero ahora que el servicio se ha reducido creemos que lo mínimo que debemos hacer es comprar las medicinas a los ancianos y transportar a los médicos«. Pero con el virus que roba hasta el alivio del adiós, a los compañeros sólo les queda dedicarle una carrera en via Famagosta. Con el crespón negro ondeando en la antena del coche.

LA DESPEDIDA DE LOS TAXISTAS DE MILÁN

Es un héroe que cayó en servicio. También nosotros tenemos nuestros héroes. Colegas caídos en servicio víctimas de los matones. Colegas atropellados mientras socorrían personas involucradas en accidentes de tráfico. Colegas y amigos afectados por este maldito virus, que en este momento de dificultad no quieren faltar a su obligación y a una ciudadanía en peligro. En cada ciudad, también en los pueblos, el taxista se mantiene en su puesto, hace menos carreras de las habituales, a veces gratuitas, pero son esenciales para quienes tienen la urgencia de salvarse. En estos días los pocos clientes que tenemos no van a una fiesta o a recoger a nadie, son las personas que trabajan en hospitales, en urgencias, y tienen la necesidad de trasladarse. Con estas pocas frases queremos recordar a Giuseppe y a todos esos taxistas que mantienen vivo este servicio, demasiado olvidado pero esencial para la sociedad.

SALUT Y BUEN VIAJE

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LA DISCUSIÓN DE ACHERO MAÑAS CON UN TAXISTA “HIJO DE VOX” QUE ACABÓ MAL

“Me he apeado diciéndole que yo no alimentaba fascistas”.

El director de cine Achero Mañas ha compartido en Twitter una discusión que mantuvo en Barcelona con un taxista que él ha calificado como “hijo de Vox”.

Según ha explicado el también actor, se acabó bajando del vehículo después de que el conductor afirmase que los extranjeros se debían quedar en África y Asia para evitar problemas.

“Cuando ampliaba su discurso xenófobo y racista he pagado y me he apeado diciéndole que yo no alimentaba fascistas”, ha afirmado Mañas.

Hoy en Barcelona me he bajado del taxi antes de destino. Un hijo d VOX me decía que los extranjeros se podían quedar en África y en Asia y así no tendríamos problemas. Cuando ampliaba su discurso xenófobo y racista he pagado y m he apeado diciéndole que yo no alimentaba fascistas.

“No es una opinión política. Es una ideología de muerte que pone en peligro la existencia misma y la supervivencia de amigos y familiares además de gente únicamente por su condición. Mi conciencia me obliga a defender la vida y los DH y a rechazar la muerte y la destrucción”, ha explicado en otro mensaje.

En un tuit posterior, Mañas afirma que luchará siempre “hasta la muerte si hace falta” contra la ideología fascista. Y remata: ”¡FUCK VOX!”

El actor ha asegurado también que él no tiene en contra de los taxistas y que, de hecho, en esa profesión se ha encontrado “gente maravillosa, atenta y de una calidad humana excepcional”.

“Al otro taxista le he dejado propina y todo”, ha apuntado.

SALUT Y BUEN VIAJE

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TRABAJADOR DEL TAXI MUERE DEGOLLADO

Un trabajador taxista de 59 años ha muerto degollado a primera hora de esta madrugada en Alcalá de Henares, un crimen en el que todo apunta que fue un robo. José Luis Espada Morales, a quien sus amigos llamaban Pepe, también recibió varias cuchilladas en el tórax.

Según los primeros indicios, Pepe, que llevaba aproximadamente un año al volante, tomó a un cliente, que se subió en el asiento trasero y, cuando ya tenía el cinturón de seguridad puesto, fue agredido por detrás, presuntamente, para robarle. El interior del vehículo estaba bastante revuelto. En estos momentos, se desconoce el botín que podría haberse llevado el individuo, pero se presume que era exiguo, al supuestamente haber empezado hacía poco su jornada laboral.

El arma ha sido localizada en los bajos de un coche, que podría tener las huellas, tras analizar parte del trayecto del taxi con las cámaras de videovigilancia.

El taxista intentó defenderse como pudo, habida cuenta de las distintas lesiones por arma blanca inciso-contusas que también presentaba en sus manos. El asesino se marchó sin prestarle aydua y fue, en principio, un compañero del taxi quien dio el aviso.

Media hora muerto

La principal hipótesis es que llevaba una media hora o, a lo sumo, una hora cuando el 112 recibió el aviso, a las 00.40 horas. Los sanitarios del Summa-112, que se traslaron rápidamente en una UVI móvil, se lo encontraron sentado al volante, con el cinturón de seguridad aún puesto y no pudieron más que certificar el óbito, informa Emergencias 112 Comunidad de Madrid. Avisó un compañero que vio el vehículo en medio de la calzada y con la puerta abierta.

La víctima pertenecía a Alcalá Radio Taxi, a la que están asociados 70 vehículos. Siempre hacía el turno de noche y se trata de una zona muy tranquila, aunque con bastantes calles estrechas por las que el asesino o asesino pudieron huir. No era el titular del coche y por lo tanto se piensa que trabajaba como asalariado. Se está comprobando a qué hora empezó la jornada laboral y qué servicios previos realizó la noche, aunque por las circunstancias se sospecha que el asesino no lo solicitó por emisora. Se recaban también perfiles de delincuentes locales habituales por robos con violencia, informan fuentes del caso.

El crimen se produjo en una zona de casas bajas del centro de Alcalá de Henares.

Se había dedicado a la enseñanza

El sector del taxi, que cuenta con cerca de 16.000 licencias en la Comunidad de Madrid, está completamente consternado. Los compañeros del gremio se han concentrado la mañana de este martes en la plaza de Cervantes de la ciudad complutense para recordar a Pepe. Además, ha habido un minuto de silencio junto al Ayuntamiento.

Los taxistas coinciden en que no se trata de una zona conflictiva ni suelen tener problemas de atracos en los últimos tiempos. Lo que sí parece es que el autor buscó que le llevara a esa área tranquila para cometer su crimen y tener cuantos menos testigos mejor. Hacía ya bastantes años que no se producía un crimen de estas características entre ellos.

El trabajador era abuelo y se cree que residía en el mismo Alcalá. Antes de ser taxista se había dedicado a la enseñanza y también había tenido un negocio local.

Nuestro mas sentido pésame a la familia del compañero asesinado.

SALUT Y BUEN VIAJE

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CURS D’AUTODEFENSA PER A TAXISTES

Dimarts 11 de Juny a les 19.00 hores, curs d’autodefensa per a taxistes en CNT Barcelona.

Els passats mesos de gener, març, abril de 2019 vuit companys del taxi de Barcelona, van ser atracats de forma violenta per una banda de 4 individus de Sant Adrià de Besòs, que utilitzaven arma blanca i esprais de defensa per a atacar als taxistes. Un individu anomenat el “Cubà” feia temps que atracava a taxistes a Barcelona repetidament, fins que va ser detingut el mes de gener passat. El 16 de maig altre company taxista és amenaçat amb arma blanca per un individu per a robar-li el vehicle i posteriorment, en la seva fugida, el va estavellar contra un arbre en el barri de Sants. A Girona un altre company taxista va ser atracat per un individu intimidant-lo amb un cúter després de realitzar un servei el 14 d’abril, li va robar una tablet, un telèfon mòbil i 130 euros. El 26 d’abril a Lleida dos companys taxistes són atracats per un individu que portava un ganivet. Al juliol de 2018 un company de Salou ingressa en l’UCI molt greu, després de rebre una pallissa per tres individus que no volien fer la cua en la parada de taxi. Al gener de 2016, el taxista Rostiu Shoaib Abbasi és apunyalat amb una navalla en el costat després d’haver-se pujat al seu taxi de matinada, diversos individus que pretenien atracar-li.

Ens sobren els motius per a plantejar, des de la secció del taxi de la CNT, un curs d’autodefensa per a taxistes. El curs té com a objectiu evitar situacions de perill, i com defensar-nos en cas d’agressió o atracament. El curs serà realitzat per un professional en defensa personal, i esta obert per a tots els treballadors i treballadores del taxi, afiliats i no afiliats a la CNT.

SALUT I BON VIATGE

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UN TAXISTA SE NIEGA A LLEVAR A UN MILITAR ALEGANDO SER OBJETOR DE CONCIENCIA

Un taxista de Gran Canaria se ha negado a llevar a un militar hasta la base aérea alegando objeción de conciencia. Una actitud por la que podría enfrentarse a una sanción administrativa y a una suspensión de varios días para realizar servicios en el aeropuerto.

Los hechos ocurrieron el 25 de febrero, un militar vestido de paisano que acababa de aterrizar en el aeropuerto de Gran Canaria se montó en un taxi y pidió que le llevaran a la base aérea de Gando. Cuando llegaron a la puerta el conductor se paró y le pidió al cliente que se bajara. Ante la petición del cliente de que accediera al recinto de la base, el taxista se negó indicándole que él era objetor de conciencia.

Carmelo Martel, presidente de la sociedad cooperativa de apuntadores del Aeropuerto de Gran Canaria, que coordinan y distribuyen los servicios de taxi, que el taxista fue amable, le devolvió al aeropuerto, no le cobró la carrera y al cliente se le facilitó otro coche, pero remitieron el caso al Ayuntamiento que es quien tiene que tomar cartas en el asunto.

El concejal de Transportes del Ayuntamiento de Telde, Juan Martel, señala que el taxi es un servicio público y que en este caso no cabe la objeción de conciencia. Por esta actitud el taxista podría enfrentarse a una sanción administrativa y a una suspensión de servicios en el aeropuerto.

SALUT Y BUEN VIAJE

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QUICO SABATÉ; EL MAQUIS QUE UTILIZABA EL TAXI EN LA LUCHA ANTIFRANQUISTA

 El maquis anarquista, el mayor exponente de la guerrilla urbana en España, mantiene su actividad en la Ciudad Condal hasta 1956. Irreductible en su lucha contra la dictadura, muere en Sant Celoni, en enero de 1960, al intentar volver para realizar una nueva ‘campaña’ contra el régimen franquista

Los taxis fueron el sistema de transporte que empleaba Sabaté en muchas de sus acciones, incluso en algunos atracos, dejando a alguno de sus camaradas junto al taxista, con el vehículo en marcha, delante de la puerta del propio banco.

Francesc Sabaté i LLopart, El Quico  Francesc Sabaté, nació el 30 de marzo de 1915 en L’Hospitalet, (Barcelona) segundo de los cinco hijos del guardia municipal Manuel Sabaté. A los siete años, su padre le interna en el reformatorio de Barcelona. Allí conoce el “Marianet”, que con el tiempo será secretario general de la CNT durante la guerra civil. Quico se escapa del reformatorio y vuelve a L’Hospitalet, prometiendo a sus padres hacerse un hombre de provecho.

A los diez años se coloca como aprendiz de fontanero. Al proclamarse la Segunda República, Quico se afilia al Sindicato de Oficios Varios de la CNT de L’Hospitalet. Es protagonista, aunque no muy destacado por su corta edad, en la revolución anarcosindicalista de la cuenca del Llobregat. Con su hermano José, el primogénito y tres más, forman el grupo de acción “Los Noveles”, afecto a la FAI.

En 1935, Quico fue llamado a filas por su reemplazo, pero no se presentó. Declarado prófugo, atraca un Banco en Gavá, el dinero lo entrega a la Organización para ayudar a los presos anarquistas.

Después del 18 de julio marchan hacia el frente de Aragón enrolados en la columna “Los Aguiluchos”, organizada por Joan García Oliver. Sabaté presta servicios como maestro armero en la División Ascaso. Quería hacerse piloto, pero esta clase privilegiada de combatientes, estaba controlada en su totalidad por el PCE, lo que le impidió realizar sus deseos.

Tras la reconquista de Teruel por los nacionalistas, Quico y tres compañeros discutieron con el comisario político Ariño y de las palabras pasaron a los hechos y al tiroteo que se produjo Ariño resultó muerto.

Sabaté y sus tres amigos han de desertar y se esconden en Barcelona al amparo del Comité de Defensa de las Juventudes Libertarias. Sabaté conoce entonces a un compañero llamado Jaume Parès “l’abissini”, con el que realizará en el futuro no pocas acciones de guerrilla, luego marchó al frente integrándose en la Columna Durruti, con la que después de combatir en el Montsec , pasa la frontera francesa el 10 de febrero de 1939 por Puigcerdà y es internado en el campo de concentración para peligrosos de Vernet de Ariege.

En diciembre (1939) Sabaté es liberado y destinado a la construcción de una fábrica de polvos en Angulema, después pasará a otra de gasógenos.

En 1943 se traslada con su mujer y su hija a Perpiñán. El alcalde de Prades, de filiación anarquista, le facilita una documentación en regla y la Organización le concede un préstamo con el que compra las herramientas necesarias de fontanería y alquila el Mas Casenove Loubette, en el término de Coustouges, a menos de un kilómetro de la raya fronteriza con la provincia de Girona. Desde este punto, Sabaté planifica diferentes acciones que lo hicieron famoso.

Su nueva ocupación de agricultor le obliga a hacer algunos viajes a Céret, Saint Laurel, Arlés-sur-Tech y finalmente Perpiñán, donde la Organización lo pone en contacto con un viejo camarada, el Roseta, otro anarquista de acción, ex de la Columna Durruti.

Es a partir de este momento, comienzos de 1945, cuando el Quico se convertiría en el guerrillero urbano más audaz de la CNT-FAI. Su profundo conocimiento del terreno, le permitía la huida hacia su Mas Casenove Loubette, o bien le facilitaba la infiltración en Barcelona.

Los grupos de acción y las partidas permanecían el tiempo preciso para descansar en algún punto de apoyo, proveerse de alimentos, dejar o tomar las armas, según les conviniera, o guarecerse en algún seguro escondite, a la espera del momento oportuno para saltar o bien hacia Francia, o bien hacia Barcelona, su campo de acción preferido.

La primera vez que entró en España después de la guerra, lo hizo para guiar y proteger una delegación cenetista. Le acompañaban Jaume Parés Adán “Abissini” y Joan Sales Millón “Roget”, responsable este último que Sabaté retomara el camino de la lucha antifranquista. Llegaron hasta L’Hospitalet, contactaron con los grupos libertarios y, realizaron los primeros atracos. En uno de ellos, dejaron escrito su mensaje: “No somos atracadores, somos resistentes libertarios. Eso que nos llevamos servirá para dar de comer a los hijos de los antifascistas que han fusilado, que se encuentran abandonados y sufren hambre. Somos los que no hemos claudicado, ni claudicaremos y seguiremos luchando por la libertad mientras tengamos un soplo de vida. “. También se dedicaron a reconstruir puntos de apoyo, tanto en Barcelona como en el campo y a distribuir depósitos de armas.

Alcanzados los objetivos, retornaron a Francia. De vuelta a Barcelona Quico en compañía del abissini se presenta en L’Hospitalet, donde en dos atracos obtienen 90.000 pesetas y una máquina de escribir, a continuación reciben el encargo del Comité de Defensa de la CNT, de liberar a tres compañeros que habían sido detenidos. El 20 de octubre, cuando eran trasladados a la cárcel, Sabaté y Roset, atacan la pareja de la Policía Armada que los custodiaba, mientras el abissini permanecía al volante de un coche para facilitar la huida.

A continuación se presentó en Toulouse, donde el Comité Nacional en el exilio le encomendó la misión de introducir en España una importante cantidad de armas para incrementar los grupos de acción. Esta vez con Ramon Vila, residente en Francia desde hacía algunas semanas.

Posteriormente se produce la detención en Girona de un importante enlace. Por interrogatorios la policía se entera de que el grupo de Sabaté, tenía un punto de apoyo en Barcelona en una lechería de la calle Santa Teresa. Quico que había hecho el viaje a pie de Girona a Barcelona donde llegó el 2 de mayo, ignoraba que la lechería estaba vigilada. Detenido el dueño por la Policía pudo conocerse la situación de los escondites de la Abissini, del Roset y de Quico.

El 9 de mayo, Jaume Parés Adán el Abissini, al entrar en casa de su hermana, en la Travessera de Gràcia, fue muerto por la Policía, un segundo anarquista fue detenido al entrar a la lechería de la calle Santa Teresa. Quico y Roset, se escondieron por algún tiempo. El primero fue a L’Hospitalet donde le esperaba su hermano José.

Pasados unos días el Roset también fue detenido en su domicilio. La muerte del abissini bajo una ráfaga de disparos el 8 de mayo de 1946 cuando entraba en su casa barcelonesa, inició simbólicamente el importante listado de muertos confederales. A las bajas libertarias influyó en gran medida las actividades de los confidentes policiales al servicio del jefe de la BPS, el comisario Eduardo Quintela Bóveda, que había conseguido engañar Eliseo Melis Díaz y Antonio Seba Amores. En la posguerra, Melis, auxiliado por Seba, había logrado dominar el comité regional de Cataluña de acuerdo con el comisario Quintela, el máximo responsable de la lucha antiguerrillera en Barcelona junto con Pedro Polo Borreguero, que estaba al frente de la Brigada de Servicios especiales de la policía. El corolario de estas infiltraciones fueron las detenciones continuadas de militantes anarquistas, incluidos comités en pleno. Como consecuencia de las sucesivas caídas, los confidentes se convirtieron en un objetivo prioritario de los resistentes confederales.

Los hermanos Sabaté (Josep y Quico) vuelven a Francia. La plana mayor anarquista estudia a fondo las causas del fracaso de su mejor grupo de acción y descubre que han sido posiblemente traicionados por Elíseo Melís Díaz, a quien deciden eliminar. Manuel Pareja entra en España con un nutrido grupo hacia el mes de febrero de 1947. La infiltración la hacen ahora desde Prats de Molló, en Sant Pau de Seguries la Guardia Civil mantiene una refriega con ellos. Cae muerto uno y capturan heridos a dos. Pero Pareja y Antonio Gil, consiguen escapar. El 26 de abril, la Policía, continuando las investigaciones derivadas de la detención del enlace de Girona, descubre en Servià del Ter un arsenal de 100 cartuchos de dinamita, varias pistolas, lápiz explosivos, 15 escopetas, un fusil, una metralleta , un teléfono de campaña, una emisora y varios sellos de la Organización.

La eliminación de Melis había preparado con detalle. El 12 de julio. Pareja y Gil acuden a unas salas de billar en la plaza Bonsuccés. Invitan Melis para que los acompañe. Cuando se dirigen a la calle Montalegre, al grupo se unen El Yago y Ramón González que moriría meses más tarde, el 13 de junio de 1948 en Barcelona en un tiroteo con la Policía. En la calle Montalegre, Melis da un empujón a Pareja y se mete en un portal, al mismo tiempo lo hiere mortalmente con su pistola. Pareja, pudo dispararlo y Gil lo remató instantes después.

Después de ejecutar Melis un atentado fallido contra Seba, los libertarios lograron ponerse de acuerdo para eliminar el perseguidor por excelencia de los anarquistas, el comisario Quintela. La fecha quedó fijada para el 2 de marzo de 1949 y participaron acción los hermanos Francesc y Josep Sabaté Llopart, Carlos Vidal, Mariano Aguayo, Wenceslao Jiménez Orive, José López Penedo y Simón Gracia. Quintela estuvo de suerte. Aunque su coche fue repetidamente ametrallado, ese día ocupaban el vehículo Manuel Pinol Ballester, secretario del Frente de Juventudes del distrito universitario, y José Tella Bavoy, jefe de deportes del mismo organismo. Murieron Pinol y el chófer, Antonio Norte Juárez, mientras que Tella resultó herido.

Estos hechos hicieron aumentar el odio entre Quintela y los guerrilleros. Por parte del policía su animadversión llegó a niveles patológicos. La captura de Francisco Sabaté Llopart, Quico, rebasó los límites profesionales para convertirse en una verdadera obsesión personal. Hasta tal punto que, cuando el Quico fue cercado y herido, este antiguo comisario, jubilado en Galicia, se desplazó a Barcelona con su perro “Bloodhound” para asistir al desenlace. Era como rematar una tarea inacabada que consideraba personal.

En marzo caía herido Josep Sabaté, el hermano mayor de Quico, y fue evacuado a Francia -previos cuidados en Martorell y Abrera-, acompañado por Francisco Martínez Márquez (Paco), Santiago Amir Grueñas (el Sheriff) y otro compañero .

El primero de los Sabaté que fue asesinado fue el hermano pequeño, Manuel, de veinte años de edad, el cual aprovechando el encarcelamiento de Quico en Francia, y la ausencia de José, cruzó la frontera, con el grupo de Ramón Vila , en junio de 1949. Poco después de entrar en territorio catalán los guerrilleros sostuvieron una refriega con la Guardia Civil y Manel fue capturado cerca de Moià (Barcelona), pueblo que, con Banyoles, fue uno de los refugios más seguros de la guerrilla libertario. Manel Sabaté fue juzgado y fusilado en el Camp de la Bota, el 24 de febrero de 1950, con otro guerrillero llamado Culebras.

En octubre del mismo año, José fue muerto por la policía en las calles de Barcelona. Estas muertes afectaron profundamente desde ahora la vida de Quico y el dolor de estas pérdidas se unió un nuevo motivo de aflicción. Como consecuencia de las torturas y de su inexperiencia en la clandestinidad, el pequeño de los Sabaté había facilitado información a la policía, actitud que le valió el desprecio y el olvido de su hermano,

La desaparición de sus hermanos fue el argumento utilizado por Federica Montseny para descalificar la acción subversiva de Quico, aduciendo que confundía ideales con venganza. Una explicación similar utilizó años después Marcelino Massana: “Creo que vivió excesivamente obsesionado por la muerte de sus hermanos José y Manuel. Sus muertes le impedían aceptar su destierro en Dijon.”

Se estableció en Barcelona un contacto entre Facerias y Quico. Facerias y ADROVER colocaron una bomba en el consulado de Bolivia, situado en la calle Girona, 148. Quico, Paco y otro más, lo hicieron en los de Perú y Brasil, situados en la calle Muntaner, 273 y en la Rambla de Cataluña, 88 respectivamente.

Poco después, Francisco Denís “Catalán”, era detenido en Gironella. Veterano anarquista, poseedor de muchos secretos sobre la acción directa violenta ácrata, se los llevó para siempre. Mientras era conducido a Manresa, se envenenó con una botella de cianuro que llevaba encima.

En junio de 1949, Quico vuelve a su Mas de Casenove Loubette, había solicitado de] a Organización unas vacaciones. Creyó que los franceses habían olvidado sus cuentas pendientes (tenencia ilícita de armas) con las autoridades del país vecino. Detenido por los gendarmes, el tribunal de apelación de Montpellier le condenó a seis meses de prisión y cinco años de destierro en Dijón.

Hasta el 1955, Quico no vuelve a aparecer por Barcelona. Por entonces, la opinión sobre España en el extranjero, había cambiado bastante. Tanto Quico como los de su grupo disponían de buen armamento. Habían impreso un diario, “El Combate”, portavoz de los Grupos Anarco-sindicalistas. El primer ejemplar es de mayo de 1955.

Quico entra en España con tres compañeros más. El 3 de mayo los cuatro suben a un taxi en la avenida José Antonio. Amenazan el taxista con una pistola y éste los transporta hasta la calle Mallorca. El taxi para frente a la sucursal del Banco de Vizcaya. Bajan del vehículo Quico y dos más. Cerca hay una pareja de Policía Armada que no se da cuenta de nada de lo que está pasando en el Banco. En un instante, se apoderan de 700.000 pesetas.

Quico conectó con el secretario del Comité Regional de Cataluña, un confederal pacífico. La entrevista quedó fijada para las tres de la tarde en un punto determinado del Poble Nou. Astutamente, Sabaté desde un taxi dio unas vueltas por la zona de la entrevista unos minutos antes de la hora fijada. Cuando llegó el secretario del Comité Regional, Quico se dio cuenta de que alguien los seguía. Sabaté, ante la sorpresa de su acompañante, con la culata de la metralleta, rompió el cristal de atrás del coche y se dispuso a hacer fuego sobre el vehículo. Quico mandó parar el taxi cerca del Hospital de la Santa Cruz, momento que aprovechó el secretario del Comité Regional de la CNT de Cataluña para salir corriendo y desaparecer. Quico montó la metralleta y apoyado en una esquina, de espaldas a la pared espera la llegada del coche de la Policía que le ha seguido y le dispara una ráfaga. El conductor es herido. Quico logra escapar a la persecución.

El 28 de septiembre Franco llega a Barcelona en viaje oficial. Quico aprovecha la importancia del día para utilizar su mortero lanzador de propaganda. Sube a un taxi con ventana en el techo. Explica al conductor que se trata de hacer campaña afecta al régimen, invitando a los barceloneses que vayan a los actos. Y Sabaté, desde el taxi tira unas cargas de octavillas donde se puede leer: “Pueblo antifascista: Son ya demasiados los años que soportas Franco y sus sicarios. No basta con hacer la crítica de este corrompido régimen de miseria y de terror. Las palabras son palabras. La acción es necesaria. Fuera la tiranía! Viva la unión del pueblo! Movimiento Libertario. Comité de Relaciones “

En febrero de 1956, Sabaté había presentado la Alianza Democrática de Resistencia Antifranquista (ADRA), mediante la cual se dirigía todos los antifranquistas, con la excepción habitual de los comunistas, y en la que se especificaba el objetivo de la misma: el derrocamiento del régimen.

El 21 de marzo de 1956 eliminó a un policía que le iba detrás, y seguidamente tuvo que volver a Francia.

En noviembre de 1956 volvió de nuevo a España con el Ángel Marqués Urdí il’Amadeo Ramón Valledor. El 22 de diciembre realizaron un atraco a la empresa Cubiertas y Tejados y consiguieron cerca de un millón de pesetas. En esta acción Marqués Urdí resultó detenido. Con muchas dificultades, Sabaté y Ramón Valledor, tras permanecer escondidos durante un mes en un piso de la ciudad, lograron llegar a Francia en febrero de 1957, acompañados de una joven amiga del primero.

Detenido el 12 de diciembre de 1957 en Francia, los jueces lo condenaron a ocho meses de prisión y cinco de confinamiento. Pasó por penales de Perpiñán y Montpellier, y salió en libertad el 12 de mayo de 1958. Le quedaban los cinco años de confinamiento, que comenzó a cumplir en la ciudad de Dijon.

Dentro de la cárcel en Francia y la lucha en Cataluña, decidió continuar la resistencia en Barcelona y no hacer caso de los consejos de quienes le pedían que fuera a América. Parece ser que por aquellas fechas, Sabaté recibió ofertas de colaboración armada y táctica por parte de los comunistas de Yugoslavia y Argelia, pero Quico nunca se fió de los comunistas por su propia experiencia durante la guerra civil y la revolución, no las aceptó sin la conformidad del Comité Confederal. Cuando este aceptó la oferta, Sabaté ya estaba embarcado en su última misión sin otra ayuda que sus propios medios y la de algunos compañeros de CNT y las Juventudes libertarias.

La situación de Sabaté era critica. Al margen de Vila Capdevila, que hacía la guerra por su cuenta en las montañas catalanas, era el único que permanecía abiertamente en la lucha. Las redes de apoyo ya no eran fiables, y existía la certeza de una colaboración estrecha de las policías francesa y española con el propósito de eliminarlo.

El biógrafo de Sabaté, Antonio Téllez Solá, sostiene la hipótesis de que la policía francesa tenía bajo estrecha vigilancia el maquis catalán y que le permitía pasar a España para que fuera liquidado definitivamente por las fuerzas de represión franquistas.

La ratonera de Mas Clarà

Desde 1947, los servicios de información franceses pasaban los españoles informes sobre los guerrilleros instalados en el país vecino: muchos resistentes comprobaron que los estaban esperando a cruzar la frontera, Además, la sede de la CNT estaba vigilada por los servicios de información franquistas, sobre todo desde la llegada a París del policía Pedro Polo Borreguero, nombrado adjunto de la Embajada española en París.

Quico Sabaté entró el 17 de diciembre de 1959 en territorio catalán, y la Guardia Civil ya estaba avisada. Ese sería su último viaje al país que tanto quería. Iban con el Quico en este último viaje Antoni Miracle Guitart, Roger Madrigal Torres, Francisco Conesa Alcaraz y Martín Ruiz Montoya. El 3 de enero fueron detectados en el Mas Clará debido a una delación de un servicio de la Mota, entre Banyoles y Girona, y allí fueron rodeados. Sólo tenían dos opciones: o esconderse en un bosque o refugiarse en una masía. Esta primera hubiera sido la mejor solución. Pero no fue así: increíblemente optaron por meterse en esa ratonera que era el Mas Clará, una casa situada al fondo de una hondonada. Instalados allí, pedir comida para reparar fuerzas y para avituallarse para seguir el camino, en vista de la miseria de aquella gente, que apenas tenían para ellos, enviaron la mujer al pueblo para que llevara víveres suficientes para el grupo. Aunque la buena señora cumplió la orden de no delatarlos, pues tenían como rehén a su marido, la insólita cantidad de alimentos que compró levantó las sospechas de los comerciantes los que explicaron sus sospechas al alcalde , quien a su vez las puso en conocimiento de la Guardia Civil, en poco más de dos horas rodearon la masía unos trescientos hombres. Dirigió el sitio el teniente coronel Rodrigo Gayet Girbal, jefe de la comandancia. Dentro de la masía había mucho nerviosismo y la mayoría de los guerrilleros-el único que no despegó los labios fue el más joven-eran partidarios de no seguir adelante y de volver a Francia. Sabaté repitió varias veces aquello de: “Yo no retengo nadie …” Pero quizá ya era demasiado tarde pues el cerco se estaba cerrando. Cuando la fuerza pública les conminó a rendirse, Quico distribuyó a sus hombres por la planta baja y el piso, ordenando la joven pareja que se escondiera en un rincón y que no se moviera de allí. Y empezó el tiroteo, que duraría hasta las seis de la tarde. Por la noche, Quico dijo que había que salir, y tratar de pasar a través de las líneas enemigas. Salieron dos: el más joven y otro. Enseguida se escuchó un tiroteo y los dos volvieron heridos. El joven, en un brazo, levemente, el otro con un disparo en la cabeza. Quico salió y recuperó el compañero, también mal herido, que no hacía más que gritar, delirante ya: “No salgas Quico, no salgas, que te matarán”. Quico asomaba por una ventana de vez en cuando, disparaba una ráfaga, y después hacía de enfermero. El herido le dijo que llamara que se rendían y que él-Quico-aprovechara la ocasión para escapar. Le decía que los dejara que, como estaban heridos, no les pasaría nada. Quico no hacía más que repetir: “No digas tonterías, como quieres que te deje en este estado?” Pero por fin lo venció el sentido común e intentó la salida. Antes de abandonar la casa, al más joven, después de vendarle el brazo, y como vio que podía valerse por sí mismo, le ayudó a esconderse en el horno de piedra, lo que le aconsejó que no saliera hasta que no hubiera pasado el peligro. Quico soltó primero una vaca y se protegió con ella, pero la bestia cayó fulminada a pocos pasos de la casa y Quico volvió con un arañazo en el cuello, se aplicó una gasa con esparadrapo y probó otra vez con la segunda y última vaca del establo. Y consiguió pasar, tras un breve tiroteo, en el que resultó herido en una nalga y en el pie izquierdo, mientras resultaba muerto un capitán de la Guardia Civil. Quico consiguió escapar de aquel enjambre de guardias, y escapó del cerco. Pero la muerte le esperaba unos días después.

La huida espectacular de Quico Sabater

A partir de aquí la historia de su huida se hace cada vez más increíble. La Guardia Civil le ha perdido el rastro. Ni siquiera dio resultado el trabajo de un perro policía después de oler un pañuelo que el Quico había perdido. Sin embargo, la pista se orientó de forma marcada hacia Girona. Debido a su estado, no podía estar muy lejos. En la noche del 4 al 5, Sabate cruza el río Ter aguas arriba del Puente de la Devessa de Girona. Esto se pudo comprobar posteriormente por manifestaciones del personal ferroviario, que declaró que cuando subió al tren en la estación de Fornells de la Selva, tenía la ropa mojada. Sobre las tres de la madrugada del día cinco, llamó a una casa cercana en Fornells de la Selva, pero no le abrieron la puerta. Sabaté se subió a un tren de viajeros con destino a Barcelona. Amenazó con pistola y metralleta el maquinista y el fogonero para que no pararan el tren hasta la Ciudad Condal. El maquinista le dijo que era totalmente imposible. Los viajeros deberían bajar en las estaciones intermedias y acabarían por accionar el aparato de alarma deteniendo automáticamente el tren. Por otra parte en Massanet-Massanes había que cambiar la máquina de vapor, por otra de eléctrica. Sabaté que a la locomotora, ordena el maquinista que en las detenciones rebase al máximo los puntos donde haya luz, con el objeto de evitar ser descubierto. Como no había comido desde el mediodía del día 3, obligó al maquinista y el fogonero que le entregaran sus bocadillos. Después subió la escalerilla trasera de la máquina para encañonar más cómodamente ambos ferroviarios. Llegado el momento del cambio de máquina, Sabate aprovechó el instante que ambas quedaban una frente a la otra y de un salto pasó el tren eléctrico. Los ferroviarios alertan toda la línea férrea. Los conductores de la máquina eléctrica no se dieron cuenta al principio de la presencia del Quico. Al pasar el tren por Hostalric, donde no había parada, Sabaté, a pesar del dolor de sus heridas, iba tumbado sobre el techo del vagón de equipajes. En la estación de Gualbes, Quico Sabaté que ya había bajado hasta la máquina, se introdujo en su pasillo y, cuando el ayudante del conductor se disponía a cerrar la puerta, muy sorprendido ve que alguien le encañona con una pistola por la espalda. Sabaté le pidió por algún lugar donde esconderse. Pero eso no era factible, ya que había muchos puntos peligrosos, debido a la alta tensión de la línea. El ayudante informó el maquinista sobre el inesperado viajero, Sabaté le dijo pertenecía a la resistencia y que esperaban refuerzos de América. Dada la circunstancia de que en Sant Celoni había que efectuar un cruce, cuando el tren disminuyó la marcha, un kilómetro antes de llegar a la estación, Sabater abandonarlo. Al detenerse, el maquinista informó de la presencia de Sabaté al sargento comandante del puesto de la Guardia Civil de San Celoni, de servicio con dos guardias en los alrededores de la estación. Malherido a una nalga, a una pierna y el cuello, apenas podía mantenerse en pie debido a la fiebre y la gangrena. En busca de un médico, desesperado, acabó forcejeando con un vecino, Francesc Berenguer Rosa, que notó la metralleta bajo su ropa. Los somaténs de Sant Celoni habían sido puestos en alerta y una patrulla integrada entre otros, por el jefe del somatén local y secretario de la CNS, Abel Rocha Sanz, escuchó las voces de Berenguer. Rocha, el guardia civil Antonio Martínez Collado ex-legionario Pepito Sebino asesinaron a Quico en la calle de Santa Tecla, no sin antes producirse un fuerte tiroteo con Sabaté, que se defendió hasta la muerte. En un pacto de sangre mantenido aún hoy, en un pacto de silencio mantenido por los tres asesinos, el somatén descargó su metralleta en la cabeza del Quico después de muerto, desfigurando el ratón hasta el punto que ni su hermana no lo pudo identificar. Eran las 8 de la mañana del 5 de enero de 1960.

Aquí termina la vida de un hombre que luchó por sus ideales de la única manera que sabía hacerlo, a pecho descubierto y con el arma en la mano. Mientras muchos, muchísimos, llevaban una vida cómoda y regalada en la “dulce” Francia ganando batallas con la mejor estrategia de café, Sabaté se recorría los caminos de Cataluña para acudir puntual a los puntos donde era necesaria su presencia. Cuántas cosas se hubieran logrado con menos “escrúpulos” de pureza ácrata y una ayuda más generosa. De toda aquella lucha nada material consiguió para él, su mujer subsistía gracias a su trabajo fregando suelos, vivió la dureza de la montaña y la peligrosidad de las ciudades.

Francesc Sabaté, reposa en una sencilla tumba en el cementerio de Sant Celoni, fuera de la tierra “consagrada”, condena inquisitorial reservada a los agnósticos, suicidas, apóstatas, masones y otros “enemigos” de la fe.  Moría el enemigo público número uno, nacía el mito.

Libro; Sabate – Quinze Anys De Guerrilla Urbana Antifranquista (1945-1960) Antonio Tellez Sola. Virus Editorial.

Partint de la vida d’un dels personatges més coneguts de la resistència contra el franquisme a Catalunya, en Francesc Sabaté Llopart (el Quico), ens presenta tota una generació de militants llibertaris hereus de les idees anarcosindicalistes i actors de la revolució de 1936. Els protagonistes d’aquest llibre comencen l’any 1944, mitjançant la propaganda i l’acció de guerrilla, un combat contra una dictadura que nega ferotgement a l’individu qualsevol dret a la llibertat d’expressió, ensenyament, associació, difusió d’idees i fins i tot el mateix dret a pensar; i responsable d’una política econòmica i social que provoca nombroses mostres de descontent entre la població des de començaments dels anys cinquanta.
Pocs homes i dones lluitadors van sobreviure a la repressió, desesperança i a la mort durant aquest llarg combat. Acorralats per la policia i els serveis d’informació espanyols, i abandonats per la CNT (Confederació Nacional del Treball) per la seva voluntat de continuar el combat actiu, mentre l’organització llibertària a l’exili s’esclerotizava, els grups d’acció mantenien una lluita cada vegada més precària, desesperada i solitària

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HISTORIAS DE TAXI

Son los psicólogos ambulantes de los transeúntes. Día tras día recorren la ciudad y acogen a miles de ciudadanos para llevarlos de un lugar a otro, mientras escuchan fragmentos de diálogos, sueñosesperanzas, buenas y malas noticias y a través del retrovisor ven todas las caras de la humanidad.Por Laura Basagaña.

Jesús Romero tiene 45 años y lleva 26 ejerciendo taxista. Un día se dio cuenta que en el asiento trasero había un paquetito pequeño que abrió cuidadosamente. Acababa de dejar un señor en su casa y pensó que había que devolverle el paquete al cliente. La cara de Jesús pasó de la sorpresa a la carcajada cuando vio lo que era realmente ese pequeño paquete. Nada más ni nada menos que ¡una dentadura postiza! Por lo visto, el señor venía del dentista y se había quitado la placa dentro del taxi. Rápidamente, Jesús llamó a la emisora de radio para averiguar el teléfono del propietario de la dentadura y así poder devolverle las piezas dentales olvidadas.

La bilbaína Begoña Torres, de 50 años, conducía su taxi y recogió a un señor. Iba bien vestido y tenía unos 35 años. Él dijo:“Al bingo de Gran Vía”.Y le contó que acababa de salir de la prisión y que estaba en un albergue, pero que lo habían echado recién. También le dijo que sus padres no querían saber nada de él. Insistía que no había matado a nadie, que sólo robaba. Luego le confesó que era cocainómano. Begoña mantuvo la calma hasta que llegaron al bingo. Ella le dijo:“Suerte” y él le pidió perdón por haberle dado la charla, incluso le dejó propina.“No, yo no tengo suerte”, dijo.“Pero si gano algo en el bingo, me lo gastaré en mujeres o en droga”.

“Una vez llevé a un señor al hotel Covadonga y bajé para darle las maletas y abrirle la puerta del hotel”, comenta Isabel Ardite Guirao, 52 años que lleva casi 30 años conduciendo.“Tenía el coche encima de la acera y de pronto tuve un presentimiento. Tal como pensé, me giré y mi bolso ya no estaba.Vi a un sujeto que iba hacia la calle Francesc Macià y pensé: ¡Este hombre tiene mi bolso! Entonces agarré un palo de hacer kárate que llevaba en el coche y fui tras el ladrón. Había otro tipo bien vestido que le dijo al ladronzuelo: “¡Vigila que va con un palo!” y entonces el hombre se giró y me tiró el bolso al suelo. ‘Está todo, no he robado nada’, dijo.Yo recogí el bolso del suelo y cuando levanté la cabeza, el ladrón se había escapado, pero pude recuperar mis pertenencias”.

Josep Vila Sánchez, de 50 años, hace 8 años que conduce el mítico coche amarillo y negro. Un día se encontraba en la Avenida del Paral-lel y vio como un hombre asiático se le acercaba. Bajó la ventanilla del coche y el hombre le dijo: “San-chi-ché-chó”, a lo que el taxista exclamó: “¡Ostras! No entendió nada y replicó: “¿San-chi-ché-chó, qué?” Y el asiático le contestó: “San-chi-ché-chó”. Josep pensó: ¡Hostia! ¿Molins de Rei?” y el sujeto contestó: “¡Sí, sí!” Después Josep le dijo: ¿Al lado de Molins de Rei? Mientras el transeúnte asentía con la cabeza. Josep preguntó: ¿Sant Vicens dels Horts? A lo que el hombre chino contestó: “Sí, San-chi-ché-chó” (que vendría a ser la transcripción fonética del pueblo catalán Sant Vicens dels Horts, en chino).

 

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TAXISTAS DE ERRENTERIA DEFIENDEN AL CHÓFER QUE NO TRASLADÓ A LA MUJER QUE PARIO EN LA CALLE

Insisten en que no tomó la decisión para no manchar su tapicería, sino por «el riesgo de salud» que suponía tanto para la madre como para la hija

El gremio de los taxistas en Gipuzkoa se ha visto envuelto en los últimos días en una polémica por el caso de un compañero que se negó a trasladar a una mujer a punto de parir en Errenteria, quien finalmente tuvo que dar a luz en la calle. La parturienta y su amiga aseguraron que el taxista evitó el traslado por miedo a ensuciar su tapicería, algo que ha enfadado y mucho al servicio de taxistas de la localidad, que niega que eso fuera así y ha lanzado un comunicado defendiendo la versión del conductor afectado.

En dicho texto, remitido por la Asociación Radio Taxi Viteri, señalan que el taxista que acudió al servicio «no se negó a la prestación del mismo por las razones» que se han expuesto, «sino porque lo que se encontró fue con un parto inminente». Asimismo insisten en que «los técnicos de la ambulancia que llegó en los primeros cinco minutos tampoco tomaron la decisión de mover a la madre, y posteriormente la doctora que atendió la emergencia explicó -en declaraciones recogidas por este periódico- que en esas circunstancias a la persona no se le debe mover».

Por ello, defienden que «de todo lo expuesto se decude que el taxista acertó con la decisión de no trasladar a esa persona por el riesgo de salud que suponía para esa mujer y su hija», y vuelven a reiterar que «no es cierto que se negara a hacerlo por el motivo que se ha dicho».

Por último, dedican unas palabras a «lamentar este hecho en el que se han visto afectados el colectivo de taxistas de Errenteria en general, el taxista al que le ocurrió en particular, y la familia que vivió esta delicada situación, finalmente con un feliz desenlace, de lo cual nos alegramos».

La historia de Mirjana

La protagonista de toda esta historia es la pequeña Mirjana, quien en un futuro podrá contar que nació un 23 de agosto de 2018 en plena calle Bidasoa, en Errenteria. Su madre, María Sabina, una joven de 27 años de Guinea Ecuatorial, contaba días después del accidentado parto que ella «lloraba, casi se me muere. Pensaba que iba a perderla». La mujer estaba a punto de salir de cuentas, pero se encontraba bien, no tenía contracciones ni síntoma alguno, pero rompió aguas derrepente en el sofá de su casa. Tras llamar a un taxi y salir a la calle, el taxista se negó a llevarla al hospital por el estado en el que estaba.

A los cinco minutos llegó la primera ambulancia, pero quienes la atienden dicen que no pueden hacer nada, que son «socorristas», no médicos ni comadronas. Tirada en la acera, María Sabina esperó la llegada de una segunda ambulancia, esta vez sí medicalizada, con una médico que por fin atendió el parto. Tras unos momentos de mucha tensión, la pequeña Mirjana llegó al mundo totalmente sana, dando el final feliz a su gran historia./El Diario Vasco

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DA A LUZ EN PLENA CALLE: UN TAXISTA SE NEGÓ A LLEVARLA AL HOSPITAL

Una mujer guineana de 27 años se puso de parto en una acera de Rentería: «Llevo muchos años en Europa y nunca hubiera imaginado que pudiera pasar esto. En África hubiera sido más normal»

María Sabina, 27 años, originaria de Guinea Ecuatorial, nunca olvidará la madrugada del miércoles 22 al jueves 23 de agosto: embarazadísima, a punto de salir de cuentas, había superado ya la medianoche cuando rompió aguas en su casa de Rentería; le acompañaban su hija de dos años Goreti, dormida en el sofá, y su amiga Marisol. Pero el esperado momento se convirtió, tal y como relata El Diario Vasco, en una auténtica odisea.

El bebé tenía prisa por salir, tanta que María Sabina se puso de parto en plena calle, sobre las baldosas de la calle Bisasoa. Minutos antes, un taxi se había negado a llevarla al hospital: «¿Cómo?, ¿un parto? Uff, ni hablar, me va a manchar la tapicería?», asegura el periódico vasco que argumentó el conductor. Ante tal panorama, y con María Sabina sin poder mover ni un músculo, conteniendo las contracciones, una vecina se hizo cargo de la situación a la espera de la llegada de la ambulancia. Y cuando parecía que el final estaba cerca, la cosa se complicó todavía más.

El primer vehículo médico que llegó a la dirección indicada no estaba medicalizado: no había en él ni médicos ni tampoco comadronas que pudiesen asistir a María Sabina, acostada en el suelo «sin una sola manta, con las piernas abiertas». «Notaba que la cabeza de la niña estaba ahí», relata al citado diario. Ni siquiera pudieron trasladarla hasta el interior de la ambulancia. Al rato, apareció un segundo vehículo, esta vez sí, con una médico. La niña -Mirjana, 3.200 gramos- nació ante la atenta mirada de los vecinos, asomados a las ventanas.

«Llevo muchos años en Europa y nunca hubiera imaginado que pudiera pasar esto. En África hubiera sido más normal», valora María Sabina al recordar el mal trago que, afortunadamente, tuvo un final feliz.

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SIMPA DE 18.000 EUROS A UN TAXISTA TRAS UNA CARRERA POR MEDIA EUROPA Y CON FINAL EN MÉXICO

La policía de Euskirchen (Alemania) escuchó atónita el relato de un taxista de 47 años que vino a denunciar a un cliente que le dejó a deber 18.000 euros después de una carrera de varios días en la que recorrieron Europa y acabó abruptamente en Cancún, en plena Riviera maya.

La bajada de bandera empezó el pasado 10 de octubre en Montecarlo. El taxista cogió allí a un caballero que quería ir a Niza, lo cual entra dentro de lo razonable (21 kilómetros). Desde allí empezó la aventura, pues el cliente pidió ir a Bruselas, que dista 1.200 kilómetros de Niza, atravesando Francia de punta a punta.

De Bruselas se dirigieron a Londres, cruzando el canal de la Mancha vía Eurotúnel, es decir, otros 360 kilómetros. Desde Londres -imaginamos que a estas alturas habrías hecho noche en algún B&B- el hombre pidió ir a Zilina, en Eslovaquia, otros 1.675 kilómetros de vellón, con nuevo paso del Eurotúnel. Una vez en Zilina, el pasajero pidió ir a Bad Münstereifel, en Alemania, 1.113 kilómetros al oeste. Allí pasaron un par de noches y emprendieron de nuevo ruta hacia Londres, 600 kilómetros más y otro nuevo paso del Eurotúnel, que pagó religiosamente el chófer.

Llegó el momento de la bajada de bandera: 18.000 euros, dijo el taxista. Ahí la cosa se empezó a poner aún más extraña: el cliente le dijo que no llevaba suelto encima pero que tenía su dinero en un banco de México, así que le propuso ir juntos a Cancún a sacarlo. A estas alturas imaginamos la capacidad de persuasión del pasajero y la infinita paciencia del taxista. El caso es que aparcó el taxi y accedió a subirse en el vuelo Londres-Cancún con su cliente, con el cual llevaba cuatro días de interminable trayecto.

Llegados a Cancún el cliente se volatilizó, lo cual era bastante previsible, dejando tirado al pobre hombre a miles de kilómetros de su casa de Viena (unos 10.200 en línea recta). Desesperado, el hombre contactó con su esposa y le pidió que le transfiriera dinero para comprarse un vuelo de vuelta: Cancún-Toronto-Islandia-Londres, que tampoco debió de ser barato.

Ya de vuelta a casa, el taxista decidió poner una denuncia en la comisaría de Euskirchen porque tiene serias sospechas de que el pasajero es originario de aquella ciudad alemana, conclusión a la que llegó tras casi una semana y más de 5.000 kilómetros de forzosa convivencia.

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