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“MY TAXI” CAMBIA SU MODELO DE INGRESOS Y CONVIERTE LAS COMISIONES EN UNA “PUJA” ENTRE TAXISTAS

MyTaxi, la startup alemana que ofrece un servicio para solicitar taxis y realizar el pago desde el smartphone, cambiará en febrero su modelo de comisiones aplicadas a los taxistas. Los taxistas que usen el servicio pasarán de pagar una cantidad fija a entrar en una “puja” para ver quién está dispuesto a pagar mayor comisión para obtener el servicio. El porcentaje de comisión entrará a formar parte de las variables del algoritmo de asignación de clientes.
POR JJ VELASCO

MyTaxi es una startup de Alemania que se propuso “revolucionar” el sector del taxi y, la verdad, es que lo están consiguiendo. Su plataforma tiende un puente entre usuarios y taxista ya que nos permite pedir un taxi desde una aplicación móvil y, si tenemos vinculada una tarjeta de crédito a la aplicación, pagar el coste de la carrera desde la app (ideal para no tener que llevar mucho dinero encima). Para los usuarios, la aplicación de MyTaxi es gratuita y, hasta ahora, los taxistas pagaban una comisión fija por cada transacción realizada desde la plataforma.
MyTaxi cambiará en febrero su modelo de comisión, pasarán de fijas a variables introduciendo una curiosa subasta.
Sin embargo, MyTaxi parece dispuesta a cambiar las reglas del juego con un curioso cambio en su algoritmo (y en las condiciones del servicio) que, seguramente, dará que hablar entre los profesionales del sector que usaban el servicio para captar clientes.
Si necesitamos un taxi en Madrid o en Barcelona (que son las 2 ciudades españolas en las que opera este servicio), podemos pedirlos a través de la app del servicio y, una vez asignado el taxi, podremos ver dónde está, cuánto le falta para llegar e, incluso, algunos datos sobre el taxista que nos va a recoger (incluyendo las valoraciones de otros usuarios). Obviamente, la distancia es un factor importante a la hora de asignar un taxi a un usuario (cuanto más cerca esté el vehículo, menor es el tiempo de espera) pero, a la hora de asignar vehículo, también influían las valoraciones que tenía el taxista (ponderando así la calidad del servicio).
Las comisiones también van a formar parte del algoritmo de asignación a partir del mes de febrero; de hecho, este es el gran cambio del modelo de negocio de MyTaxi porque pasamos de una comisión fija (90 céntimos de euro aproximadamente) a una “puja” en la que los taxistas tendrán que indicar qué porcentaje del coste del trayecto están dispuestos a compartir con MyTaxi por haberles asignado el servicio.
La asignación de taxis a los clientes introduce una nueva variable: la comisión que los taxistas estén dispuestos a pagar.
Entre un 3% y un 30% oscilará la comisión que los taxistas pagarán a MyTaxi por ayudarles a “optimizar sus rutas” y conseguir clientes; la startup estima que, por término medio, obtendrán un 10% de comisión de los servicios que se hayan concertado a través de la aplicación y, además, a pesar de los cambios, se han incorporado 45.000 nuevos taxistas al servicio (que opera ya en 6 países).
¿El taxista que más dinero pague a MyTaxi es el ganará clientes? Si bien la comisión es un nuevo factor a tener en cuenta en el algoritmo de asignación de tareas, realmente no es lo único que MyTaxi considera. Obviamente, el cambio busca mejorar los ingresos de la compañía y aumentar los ingresos pero también es un buen discriminador, por ejemplo, para localizar taxistas especialmente interesados en un servicio concreto.
Cuando un usuario solicite un taxi, el sistema tomará en consideración la ubicación de los taxistas afiliados al servicio (minimizar la distancia al cliente), las valoraciones que estos acumulan (y que miden “la calidad” de su servicio) y, a partir del mes de febrero, la comisión que están dispuestos a pagar a MyTaxi. El peso de ponderación de cada uno de estos factores es, evidentemente, la clave del algoritmo de MyTaxi y, por lo que parece, la compañía inicialmente dará más peso a la distancia y las valoraciones que a la comisión pero es de esperar que, conforme pase el tiempo, los pesos de ponderación se ajusten para llegar a una situación de equilibrio que maximice ingresos y ofrezca la mejor calidad de servicio al cliente.
Distancia, valoraciones previas del taxista y la comisión que esté dispuesto a pagar son las variables que participan en la asignación de un taxi.
Aunque el cambio pueda parecer abismal, realmente los taxistas que usen MyTaxi no van a ver un “cambio abismal”. Si la comisión fija rondaba los 0,90 €, en un servicio de 10 € de coste total y una comisión del 10% (que es lo que espera MyTaxi), el resultado de la comisión es 1€ que es aproximadamente igual a la tasa fija que había.
Un taxista que, por ejemplo, requiera hacer más servicios para cuadrar su jornada, seguramente, esté dispuesto a pagar un poco más que otro que sí haya tenido un buen día; precisamente, esta necesidad de realizar servicios es la que explota este cambio en el modelo
NOTA – Las aplicaciones My Taxi y Haillo o el hundimiento del taxi.
Ambas aplicaciones se saltan el régimen tarifario.
Aplican descuentos cuando la normativa lo prohíbe.
Y sangran al taxista con sus precios y comisiones.
El sector del taxi ha de abrir los ojos.


SALUT Y BUEN VIAJE.
 

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LOS FLOTEROS GANABAN 5000 EUROS POR LA VENTA DE TAXIS

Las ganancias de los floteros por la gestión de las licencias del taxi no se limitan sólo a los 50 euros diarios que supuestamente perciben de los asalariados, sino que también cobran comisiones por la transmisión de licencias. Los pinchazos telefónicos detectan ganancias en negro de hasta 5.000 euros por el traspaso de los taxis.

El negocio de los floteros –los intermediarios del taxi que supuestamente gestionan de modo irregular centenares de licencias en la capital grancanaria– no sólo se nutría de la llamada gallina, esto es, la cantidad fija que el asalariado paga por trabajar cada día, sino que además existía un sistema de comisiones ligado al traspaso de las licencias municipales. Las escuchas telefónicas efectuadas por la unidad operativa de Vigilancia Aduanera apuntan a una supuesta trama de comisiones cobradas en las operaciones de traspaso de licencias.
«En definitiva, parece práctica habitual que cuando el titular vende licencia y coche, el flotero que explotaba dicha licencia recibe algún tipo de comisión», explican los agentes en el informe remitido al juzgado de instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria.
El pinchazo de una llamada efectuada el 22 de abril a las 19.21 horas apunta en esta dirección. Uno de los presuntos floteros investigados, B.M.G., recibe una llamada de una persona que se identifica como F. y que se interesa por el arriendo de una parada, que ya ha sido vendida. «Él vendió la licencia», dijo en relación al titular del permiso municipal, «y yo he vendido el coche (…) como la licencia… el coche está a nombre de él (…) pues él me da a mí un dinero (…) que es el coche, queeee son cinco mil euros que me tiene que dar a mí y después ya».
El mismo proceder es detectado en otra conversación incorporada al sumario del caso, sólo que en esta ocasión el protagonista es otro de los investigados, J.M.S.O. La conversación tiene lugar el 9 de mayo a las 11.28 horas y en ella, un titular de licencia, cuyo nombre corresponde a la sigla G., contacta con el flotero que está explotando su licencia. Curiosamente, al igual que ocurrió con B.M.G., la comisión es de entre 5.000 y 6.000 euros por la venta. «Vale venga si tengo que sacarlo… lo que yo te tengo dado de renta a ti y tal tengo que sacarle unas perras», le explica el flotero al titular de la licencia. Éste ha llegado a un preacuerdo con el futuro comprador en que el precio de la transacción sería de 70.000 euros: 65.000 para el titular y 5.000 para el flotero. «Calculo que tú te puedas quedar con cinco o seis mil euros».

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SOBREVIVIR DE TAXISTA EN TIEMPOS DE CRISIS

Masificación de taxis, transporte pirata y escasas subvenciones son algunos de los problemas a los que se enfrenta el sector, uno de los más sacudidos por la crisis

El sector del taxi es uno de los más sacudidos por la crisis. Paradas llenas de vehículos, carreras escasas, trayectos cortos, competencia ilegal, delincuencia… Hoy en día, los gastos que tiene un taxista son más que los ingresos: autónomos, mantenimiento del coche, gasolina, seguro y revisiones frente a escasas carreras que ponen en jaque al sector.
Carlos Lozano, taxista de Radio Taxi Independiente, culpa de la precariedad del sector en gran parte a los ayuntamientos por la escasa subvención que recibe: “El Metro de Madrid el año pasado tuvo 900 millones de euros de subvención. Si la Comunidad le diera esa subvención a los taxistas, no elevaríamos las tarifas”.
“Los taxistas piratas se aprovechan de los extranjeros porque les estafan con los precios”
A todos los gastos se suman otros problemas como la competencia desleal de la inmigración, los taxis pirata o el aumento de la delincuencia. El sector denuncia que muchos contratan a conductores extranjeros con los que negocian un reparto del beneficio a la baja, dejando de lado a los conductores nacionales.
Además, ha proliferado el transporte pirata. Es habitual encontrar en el aeropuerto vehículos que, sin tener licencia, realizan servicios como los de los taxis, pactando un precio que, en ocasiones, resulta ser más elevado. Pedro Costa, conductor de taxi de Madrid, afirma que estos conductores “hacen polvo a los taxistas porque les quitan muchos servicios” y asegura que “se aprovechan de los extranjeros porque les estafan con los precios”. Desde el gremio quieren poner de manifiesto que existe una dejadez por parte del Ayuntamiento, de la Comunidad y de la Policía que sabe de la existencia de estos servicios ilegales y aún así no le ponen remedio.

‘Telenabo’, “una forma de sobrevivir”
Asegurarse una carrera es lo que busca un grupo de taxistas que no duda en abonar entre cinco y 15 euros por conseguir un servicio. Se trata de pagar comisiones a recepcionistas y botones de hoteles a cambio de que les llamen cuando haya clientes que quieran ir al aeropuerto, lo que en el gremio se conoce como ‘telenabo’.
Esta es una práctica que enturbia el sector y que, además, afecta a los usuarios. Una carrera desde el centro de Madrid al aeropuerto puede costar entre 30 y 35 euros con el suplemento de aeropuerto y el de equipaje. Si a esto se le suman las comisiones, el servicio se encarece hasta un tercio. Unos opinan que “este trapicheo existe” y que “hay mucha ratonería”. Sin embargo, algunos taxistas creen que “es una forma de sobrevivir”.

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LAS COMISIONES DE TAXISTAS DE MÁLAGA PUEDEN DEJAR 1000 EUROS EN UNA RECEPCIÓN EN UNA SEMANA

Profesionales del sector dicen que la cifra se puede quedar corta en fechas claves como la Feria, Semana Santa o Navidad.

Denuncian tasas de hasta 5 euros por servicios al aeropuerto y de 20 euros por visitas a otros municipios

JOSE TORRES «Si me llamas a mí te doy un euro y medio por servicio». La oferta que muchos taxistas realizan a recepcionistas de los principales hoteles de la capital para acaparar los servicios es tentadora, prácticamente irrechazable, más cuando la Policía Local cree que no es una práctica ilegal y que en una semana, en un mes o en un año los beneficios pueden ser considerables. Sobre todo en temporada alta, cuando los grandes hoteles suelen estar hasta la bandera.

Según las fuentes del sector del taxi consultadas por este periódico, determinadas recepciones «pueden sumar fácilmente 1.000 euros en una semana con muchos movimientos», como los que provoca la Feria de Málaga, la Semana Santa o la Navidad, cuando los halls de los hoteles son auténticos hervideros de visitantes. Con esa cifra, la calculadora dice que los diferentes turnos de una recepción podrían recibir al día casi 143 euros. Sin embargo, la comisión no es siempre la misma. Todos los profesionales del sector consultados coinciden en que los 1,5 euros de tasa es la más común, pero no la única, ya que «en el caso de que el servicio tenga como destino el aeropuerto de Málaga se está pagando en algunos hoteles a 5 euros».

Sin embargo, muchos de los taxistas firmantes del documento que pide el cese de este tipo de prácticas coinciden en que hay tasas mayores, como las que los conductores pagan por las denominadas visitas, servicios de unas cuatro o cinco horas que algunos visitantes contratan para hacer rutas a otros municipios o provincias y que no suelen bajar de los 20 euros que se queda el recepcionista. «Las visitas no tienen un precio fijo porque éste se suele cerrar directamente con el cliente», dice un taxista con una dilatada experiencia en la capital, quien añade que los trayectos más comunes son a Puerto Banús (140 euros), Nerja (130), Ronda (200) Torremolinos-Benalmádena (100) o incluso Granada para ver la Alhambra (225).

Aunque este tipo de prácticas se producen desde hace muchos años, es ahora cuando el sector del taxi se moviliza para intentar erradicar una práctica que considera injusta. Tal y como publicó ayer este diario, dos profesionales han recopilado 756 firmas de compañeros, el 77% de las licencias de la capital, para pedir el cese de unas comisiones que, según denuncian, protagonizan mayoritariamente los conductores de Taxi Unión.

El Ayuntamiento de Málaga, que considera que no hay delito pero ha puesto el caso en manos de Hacienda por si hubiese anomalías fiscales, aseguró que en la próxima ordenanza que regulará el servicio de taxi en la capital prohibirá ese tipo de acciones. Mientras que el presidente de Taxi Unión, Francisco Soria, aseguró que este tipo de prácticas se han realizado siempre «a título personal», el presidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat), José Antonio Mate, criticó con dureza estas prácticas y advirtió a sus socios de que si se detectan casos de este tipo se abrirán expedientes de expulsión. Por su parte, desde la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) rechazaron unas comisiones que calificaron de «incontrolables» y afirmaron que su único objetivo es que sus clientes tengan un buen servicio por parte de los taxistas./La Opinión

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CASI 800 TAXISTAS DE MÁLAGA PIDEN PONER FIN AL PAGO DE COMISIONES A RECEPCIONISTAS DE HOTEL

Los profesionales denuncian pagos de 1,5 euros por llamada para acaparar los servicios de los principales establecimientos de la capital.

José Torres Dos taxistas de la capital han recogido 756 firmas de compañeros para pedir el cese inmediato de los supuestos pagos de comisiones que conductores de Taxi Unión realizan a los recepcionistas de los principales hoteles de la ciudad para acaparar los servicios de esos establecimientos. Los denunciantes aseguran en un escrito que la comisión es de 1,5 euros por llamada y a espaldas de las direcciones de los hoteles, aunque creen que podría ser bastante mayor para el trayecto hasta el aeropuerto. El Ayuntamiento de Málaga ha puesto el caso en manos de Hacienda por si hubiese alguna anomalía de tipo fiscal, ya que consideran que no hay delito. Los hechos, según los responsables de la campaña, se remontan a finales de los años noventa, cuando varios taxistas se escindieron de la entonces reciente Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat) para fundar Taxi Unión. Antonio Santiago, uno de los denunciantes, dice que es a partir de ahí cuando la nueva cooperativa empieza a usar unas comisiones «que provocaron que los hoteles dejaran de contar con los autónomos». «La situación perduró en el tiempo y un grupo de compañeros de Aumat, al ver que sus ingresos se desplomaban, hizo lo mismo», explica Santiago, sólo que en este caso la comisión alcanzó los 2 euros por llamada. Sin embargo, el malestar creado entre los trabajadores de ambas emisoras a lo largo de los años, originó la iniciativa que ahora ve la luz.

Lo que inicialmente se denunció en carteles y pancartas, se ha convertido en casi 800 firmas entre las que también hay conductores de Taxi Unión. Como Domingo Ramírez, el otro promotor de la campaña. Según este taxista, las firmas fueron presentadas a todas las asociaciones y cooperativas. El 20 de diciembre pasado le llegó a José Antonio Mate, presidente de Aumat, asociación que el 9 de enero decidió por mayoría dejar de dar comisiones e incentivos, según consta en el escrito de Santiago y Ramírez. Mate se mostró ayer contundente: «En nuestra asociación despreciamos y repudiamos aquellos casos de compañeros que pagan este tipo de comisiones que van contra la dignidad del taxista». «Al socio al que se demuestre esta práctica se le abrirá un expediente de expulsión», añadió.

Seis días después, las firmas le llegaron a Francisco Soria, presidente de Taxi Unión, quien «no revisó las firmas ni darle justificante de entrada» como hizo su colega de Aumat. El 28 de enero fue el turno de Taxi Transfer, cuyo secretario general sí les facilitó un recibí firmado. El 18 de enero, el documento llegó a los responsables del Instituto Municipal del Taxi, donde se convocó una reunión el 7 de febrero. Según Santiago y Ramírez, el presidente de Taxi Unión «se levantó de la mesa» cuando comprobó que ambos iban a participar en la reunión, aspecto que Soria confirmó ayer a este periódico «porque no quería que me grabaran». Soria quiso dejar claro que este tipo de prácticas se ha realizado siempre en el sector «a título personal» y que no responde a ninguna política de la cooperativa que él representa.

El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, Raúl López, indicó que el caso ha sido remitido a Hacienda por si hubiese alguna irregularidad que le competa, ya que tras ser estudiado por la Policía Local de Málaga llegaron a la conclusión de que «no hay delito» en un acuerdo entre dos partes.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Francisco Moro, se mostró muy sorprendido por un asunto que llegó a manos de la asociación el jueves pasado. «Desde Aehcos sólamente podemos decir que para nada apoyamos este tipo de prácticas que, además, creemos que son incontrolables. A nosotros lo único que nos interesa es que los clientes de los hoteles de la capital tengan un buen servicio por parte de los profesionales del taxi», sentenció.ç

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ENEMIGOS DEL TAXI

 Los taxistas frenaron in extremis la protesta contra la normativa que abría el sector. Ahogados por las pérdidas, denuncian un aumento de la picaresca de vehículos intrusos y de los propios compañeros.

El taxista se descubre rezando para que el semáforo cambie a verde. Al otro lado de la calle del Capitán Haya, al norte de la capital, aguarda una pareja con maletas. Le han hecho una señal con la mano. Le esperan. Pero teme que llegue otro compañero, que se adelante, que los suba. Se abre el semáforo. Respira. Jaime Galán, que luce perilla cana de trazo casi perfecto, ha conseguido un cliente después de una hora dando vueltas un sábado por la mañana. Subido en su coche asume que está entre los más precarios de un colectivo con 15.700 licencias en Madrid.

Como si se tratara de la burbuja inmobiliaria, Galán compró su licencia en 2007 por más de 200.000 euros, el precio de un piso. En el mejor de los casos, dice mientras encadena cigarros en una cafetería, ahora se desharía de ella por la mitad. Él mismo es su patrón y su único empleado. Hay días que apura al volante las 16 horas que un taxi tiene permitido circular. Con 46 años, tuvo que renunciar al alquiler y vive en un piso de sus padres, que también le echan una mano cuando surge un gasto extra.
Galán, como el resto de compañeros, estaba llamado el 1 de agosto a una huelga nacional del sector que se frenó in extremis. Los taxistas se echaron a la calle el 27 de julio en una manifestación por el centro de Madrid que acabó con cinco detenidos por desórdenes públicos. Hubo gritos, forcejeos, enfrentamientos. Querían evitar un miedo recurrente: más oferta para menos demanda. El Ministerio de Fomento prepara una norma (la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre) que abría la puerta al aumento de los servicios de alquiler con conductor, un modelo similar al taxi pero con menos gastos y con margen para fijar precios. En Madrid hay unos 500 vehículos de este tipo. Su movilización tuvo eco y consiguieron un nuevo articulado que respeta los límites actuales de un coche de alquiler por cada 30 taxis. Han ganado una batalla pero quedan frentes abiertos.

El ahogo de Jaime Galán, que no tiene para pagar si le surge una avería, es el drama del sector. Hace dos años, las principales asociaciones aseguraban que la crisis había desplomado sus ingresos un 30%. Ahora hablan del 40%, según estimaciones de la Gremial. El dato proviene de lo que recaudan desde el servicio de Radio Taxi, al que están apuntados 2.000 coches de la flota, según explica el secretario de la asociación, Miguel Ángel Leal. Traslada el cálculo a un día cualquiera. Antes: hasta 130 euros limpios por una jornada de trabajo. Ahora es difícil pasar de 80 por 16 horas. “El que no tiene conductor se las come solo, una detrás de la otra”, lamenta. Las estrecheces han encendido las alarmas. Les han hecho combatir más al intruso“Siempre ha habido gente con taxis pirata, pero ahora es insostenible”, asegura Leal— y vigilarse incluso entre ellos para evitar trampas.

“Tenemos compañeros que dejan comisiones al botones de un hotel para que les avisen cuando hay clientes”, explica Leal. “No lo regalan, eso luego lo cobran en la carrera”. Uno de los responsables de la Gremial, la asociación con más representatividad en Madrid que aglutina dos tercios de las licencias, elabora desde noviembre un listado con los hoteles detectados. “Lo difícil es pillarles con las manos en la masa”. No facilita nombres, dice, para no meterse en líos con las grandes cadenas. Asegura que han presentado “centenares” de quejas ante el Ayuntamiento de Madrid, que no ofrece datos ni una valoración sobre este asunto ante el requerimiento de este periódico.

La vigilancia no termina ahí. Han acudido “de redada” con policías municipales al aeropuerto de Madrid-Barajas a denunciar a los tironeros, como los llaman en el argot. Conductores sin licencia de taxi que interceptan a los viajeros en las terminales de llegada y les quitan la clientela. Mientras, ellos aguardan fuera, en una fila que ahora les resulta eterna. “Las cinco horas de espera no te las quita nadie””, calcula Jaime Galán mientras se atusa la perilla alineada.

Los taxistas vigilan desde las colas al enemigo en el aeropuerto y rastrean en las webs en las que se promocionan con anuncios que les dejan en mal lugar, como muestra el texto recogido en una denuncia interna: “Debido a que los taxistas deben de esperar largas colas para recoger a los pasajeros en las terminales del aeropuerto, es posible que algunos se muestren reacios y en ocasiones incluso agresivos cuando el destino deseado sea un lugar no muy alejado del aeropuerto”. Manuel Sánchez, otro conductor con casi 30 años de profesión, presentó esta denuncia ante la Gremial. Forma parte de lo que llama “una corriente de pensamiento” alternativa dentro del colectivo para mejorar la situación, el Grupo Emprendedor de Estudios Técnicos del Taxi. En las horas de espera en las paradas, subido a su coche, hace escritos en el ordenador para las asociaciones, para el Ayuntamiento, para el Gobierno… Quiere combatir al intruso pero también mejorar su formación y la opinión de los ciudadanos. “Nos joroba esa imagen del taxista que da una vuelta más larga para cobrar más o el que dice que, como el coche es suyo, puede hacer dentro lo que quiera”.

En Madrid te dan el permiso municipal para conducir en 24 horas mientras que en otras capitales, como Londres “se necesitan años para conseguirla tras demostrar un pleno conocimiento de la ciudad y garantizar la calidad”, añade este veterano. Su petición ha quedado fuera de la nueva ordenanza municipal del taxi, ahora en fase de alegaciones en el Ayuntamiento de Madrid, que les permitirá llevar publicidad dentro de los vehículos (pero no exterior como reclamaban) y obliga a un cambio progresivo de la flota por coches menos contaminantes, entre otros cambios.

En la llegada de Alcalá a Cibeles, un viajero espera junto a un semáforo en rojo. La situación es parecida a la de del conductor de la perilla, pero en noche de viernes y con peor final. Un compañero acelera y le adelanta desde otro taxi. El primero pita y sale a gritos del coche. Se enzarzan. Tiene que intervenir un agente municipal. “Los viejos cabreos puntuales, se han convertido ahora en una situación dramática que nos preocupa”, advierte el secretario de la Gremial. “La gente se está jugando el pan”./El Pais

SALUT Y BUEN VIAJE

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ELS TAXIS IL.LEGALS “PRENEN” LA COSTA A L´INICI DE LA TEMPORADA

 La presència de taxis que treballen fora de la legalitat ha crescut cada vegada més des de l’inici de la crisi econòmica.

CAMBRILS. DIARI DE TARRAGONA. MÒNICA JUST. – L’existència de taxis il · legals sempre ha preocupat als conductors amb llicència. Però en els últims anys aquesta problemàtica s’ha agreujat fins al punt d’esdevenir una de les grans culpables de la crisi que travessa el sector.
Ara, amb l’inici de la temporada turística, la presència de taxis que no compleixen amb la normativa ha començat a prendre les poblacions de costa, una pràctica que s’ha incrementat en els últims anys i que ha generat un gran malestar entre els taxistes. «Estem molt preocupats. La Policia Local i els Mossos d’Esquadra ens ajuden, però és molt difícil trobar una solució al problema, perquè el volum de treball ha baixat mentre que la pirateria ha anat augmentant cada vegada més ». D’aquesta manera es manifesta José Manuel Ramírez, president de l’associació Ràdio Taxi Cambrils, que lamenta que la seva situació es troba en un moment especialment delicat.
El problema es concentra en els municipis més turístics però també té una gran incidència a l’Aeroport de Reus o l’estació de l’AVE, tal com assenyalen fonts de la Policia Local de Salou. I és que els clients solen ser persones estrangeres que desconeixen l’idioma i el funcionament de la xarxa de transports de la zona.
En aquest sentit, els conductors asseguren que els infractors acostumen a ser sempre els mateixos i que a ells no els costa molt identificar-los. «Normalment utilitzen furgonetes grans amb vidres foscos, i la majoria són russos», assegura José Manuel Ramírez.

A la porta de l’hotel
Els taxistes que compleixen amb la normativa saben que és difícil, o pràcticament impossible, eradicar aquesta pràctica, de manera que tenen les seves pròpies mesures dissuasòries: es posen a la porta dels hotels, i això fa que en algun cas canviïn d’idea i decideixin fer marxa enrere.
Però un fet que els indigna especialment és el fet que en alguns casos hagin fins i tot arribat a acords amb empleats d’hotels, càmpings o altres establiments, perquè els cridin a ells a canvi de comissions. «Això és indignant. Devaluen el nostre treball i fan que la nostra pròpia crisi sigui cada vegada més greu », lamenta un taxista de Salou que augura un estiu complicat.
Els agents policials recorden que les tarifes que ofereixen aquests taxis que treballen fora de la llei solen ser inferiors a les habituals, i saben que aquestes pràctiques desvirtuen la professió. Precisament en aquest sentit, un dels objectius del Pla d’Estratègia Municipal de Cambrils és la lluita contra els taxis il · legals. I és que, segons explica el cap de la Policia Local, el sotsinspector Josep Muñoz, aquesta és una de les peticions que reben any rere any des del Consell Consultiu de Seguretat. Es tracta d’un ens representat per associacions de veïns i de professionals, i en la qual es debat sobre les necessitats del municipi.
Sigui com sigui, la qüestió és que els taxistes estan molt preocupats perquè aquest intrusisme es suma a la crisi que els apressa des de fa ja massa añys.Sense això, els agents de les policies locals i els Mossos d’Esquadra coordinen els seus esforços per tractar de posar fi a aquesta problemàtica.

SALUT I BON VIATGE.

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LAS LICENCIAS DE TAXI COTIZAN A LA BAJA

SANTANDER  –  Hace cinco años  se vendían por unos  330.000 euros y en  la actualidad se ofertan por unos 240.000 euros y la demanda  es muy reducida

Las colas en las paradas son cada vez más frecuentes. Un sábado por la noche la ‘caja’ ha caído un 60%.
Cuando hablan de licencias, que no es habitualmente -salvo entre ellos-, siguen manejándose en pesetas. Eso y la caja son temas tabú. Pero todo el mundo sabe en el gremio de los taxistas que la más cara costó, en su día, 58 kilos (348.587 euros) y que ahora cuesta venderlas más que nunca. Venderlas no es ni siquiera la palabra adecuada. Lo correcto es hablar de transmisión (ajustada a las normas que figuran en el Reglamento Regulador del Servicio de Auto-Taxi). Hace cuatro años, se firmaron por unos 330.000 euros («50 ó 55 millones»). Ahora, redondeando, nadie se plantea pedir más de 240.000 euros (40 millones) porque ese es ya un precio alto (depende a qué taxista se le pregunte y a qué flota pertenezca el vehículo). En cualquier caso, al que la ofrece, ya no se la quitan de las manos.
En una conversación con unos y otros las cifras bailan muy poco y las conclusiones, nada. El precio de las transmisiones de licencia ha bajado. Mucho. Tanto que algunos afirman que, por vez primera, no se ‘mueven’. «Que está costando más que nunca es indudable», apunta uno. «Habrá caído como un 40%», dice otro. Tal vez no sea tanto, pero es curioso que, precisamente, ese porcentaje es el de la caída en la recaudación media de cada vehículo. Los datos están ahí. Un sábado por la noche, por ejemplo, un taxi por Santander mete en la caja hasta un 60% menos de lo que metía hace cuatro o cinco años.
Pero hay más dificultades para que las transmisiones anden ‘estancadas’. El precio, el descenso del trabajo, las tarifas del carburante, los gastos… Y los bancos. La mayoría pide un crédito para poder hacer frente al traspaso. Eso, hoy en día, ya suena a problema. Pagarlo y que te lo concedan. «La gente hipotecaba un piso. ¿Qué banco hace eso ahora y qué persona se mete en eso?», dice un veterano mientras conduce. Las condiciones no son propicias.

Condiciones y normas
Pero «sí que hay licencias disponibles», aunque ninguno sabe, a ciencia cierta, cuántas (o no lo dice). «A veces hay una, a veces dos…». «Siempre hay alguna». Frases de conversaciones distintas. «Siempre las ha habido». A lo largo de la ya larga historia del gremio. En 1963, a 50.000 pesetas. En 1969, a medio millón. En 1977 ya rozaban los dos millones. Por entonces, los taxis de la capital eran de color negro. Algo que cambió en 1980. Y los precios siguieron escalando después… Casi cuatro millones en 1982, cinco un año después… Así hasta ese tope de 58 kilos que ya se pagó en euros.
Por fallecimiento del titular, por jubilación, por la imposibilidad para ejercer la profesión o -el caso más habitual- tras una antigüedad superior a cinco años y previa autorización del Ayuntamiento a un conductor asalariado. Todos los supuestos figuran en el reglamento, que también establece que del precio final entre los particulares, un 10% irá a parar a las arcas municipales.
¿Y qué incluye el trato? En el precio (los 240.000 que se pueden pedir ahora, por ejemplo) va la licencia en sí misma, pero no va sola. El vehículo va en la operación y también los componentes. Ese segundo dato es tan importante o más que el propio coche. Cuestión de sumar. Unos 300 euros de una emisora, otro tanto de un taxímetro, más de 2.000 del sistema de gestión de flotas (su particular GPS)… Y aún falta un detalle esencial. En el acuerdo entra la tarifa de la permanencia en la cooperativa a la que pertenezca el taxi.
No es fácil. No corren buenos tiempos. Las últimas nuevas licencias que puso en circulación el Ayuntamiento de la capital fueron para doce vehículos adaptados hace menos de dos años. A 100.000 euros por barba (antes no había tarifa fijada). Es obligatorio mantenerla, al menos, durante cinco años. Corre el rumor de que ya hay alguno echando números para cuando llegue el momento…

MÁXIMOS Y MÍNIMOS
348.000
euros (unos 58 millones de pesetas) es el máximo que se ha pagado por una licencia.
40
por ciento es lo que ha bajado la recaudación media de un taxista de Santander.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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ASÍ FUNCIONA “TELENABO”, LA MAFIA DE TAXISTAS Y BOTONES DE HOTEL

Marta Belver | Madrid – Un grupo de taxistas paga cada vez que les adjudican un trayecto a Barajas.
 La comisión, de entre cinco y 15 euros, se abona a recepcionistas y botones.

 La asociación gremial de los conductores se lamenta del ‘daño’ al sector.

Segun publica El Mundo,en el sector se les conoce como los del ‘Telenabo’, básicamente, porque hacen lo que les sale de la punta de la nariz (por decirlo en versión apta para todos los públicos). Se trata de un grupo de taxistas que se ofrece a entregar o acepta el pago de “comisiones” a recepcionistas y botones a cambio de que los llamen cuando tengan clientes que quieren ir a Barajas.

El ‘peaje’ oscila entre los cinco y los 15 euros, según la ubicación del establecimiento, y se acaba repercutiendo en la cuenta que paga el usuario al llegar a su destino. Así, lo que según las tarifas en vigor debería ser una carrera de entre 30 y 35 euros, con el suplemento de aeropuerto y el de equipaje incluidos, termina encareciéndose alrededor de un tercio más.

La denuncia pública la hace la Asociación Gremial de Auto-Taxi de Madrid, que alerta de que “esta práctica está tan extendida, sobre todo en la zona centro, que es más difícil encontrar a hoteles y hostales donde no se haga que a la inversa”.

“La actuación de unos pocos hace un daño tremendo a la imagen de todo el sector, pero es que, además, los principales perjudicados son los clientes, que son los que al final sufren el ‘atraco’”, explica Miguel Ángel Leal, secretario de la organización, que pide la colaboración ciudadana para poner freno a este “negocio ilegal”.

La relación de establecimientos que podrían estar recurriendo a los servicios del ‘Telenabo’ no es oficial, pero sí circulan por internet listas oficiosas con los precios que teóricamente se solicitan a los conductores en cada uno de ellos para avisarles cuando tienen viajeros que quieren ir a Barajas, una de las carreras más rentables para los conductores que trabajan en la capital.

Se ha contactado con la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid y con la Asociación de Empresarios del Hospedaje de la Comunidad de Madrid para saber si tienen constancia de esta denuncia y, de confirmarse que fuera cierta, si tomarían algún tipo de medidas, pero no ha obtenido respuesta.

Según las estimaciones de la Asociación Gremial de Auto-Taxi de Madrid, apenas un centenar de conductores de un colectivo compuesto por 15.700 vehículos y que pone comida en los platos de 23.000 familias madrileñas estaría detrás de esta presunta red de transporte por comisión.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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BARCELONA PLANTEJA ELIMINAR SUPLEMENTS DEL TAXI I CREAR UNA TARIFA FIXA A L´AEROPORT

* Noves mesures per impulsar u sector en crisi.
* L’institut gestor vol suprimir pagaments com l’extra nocturn, les maletes o l’entrada i sortida de Sants.
* Un preu establert per al Prat evitarà l’estafada d’una minoria de xòfers als turistes despistats.

  El taxi de l’àrea metropolitana de Barcelona no es pot quedar al marge de la crisi perquè la pateix tant o més que qualsevol altre col·lectiu professional. Necessita tornar a ser un producte atractiu, que la gent no el percebi com un bé de luxe. L’augment del transport públic, amb el bitllet senzill escalant fins als dos euros, li ha donat una empenteta, però encara ha de fer un pas més. En això estan els nous gestors del gremi, que planegen, entre unes altres mesures, eliminar suplements històrics com el de les maletes, la carrera nocturna o la sortida de Sants per atraure nous clients. També tenen en cartera crear una tarifa fixa per a l’aeroport del Prat, unes propostes que, si no hi ha una contraordre, no veuran la llum fins a la negociació de les tarifes de l’any que ve.
Agafar un taxi a l’estació de Sants suposa un suplement de 2,10 euros. ¿Què fan molts que coneixen aquesta situació? Anar fins al carrer de Tarragona, a uns escassos 100 metres, aixecar la mà, esperar que en passi un amb el verd encès i estalviar-se aquests diners que avui dia venen molt bé per a uns altres despeses. ¿I la maleta? ¿Per a què serveix el maleter sinó per carregar equipatge? ¿O l’horari nocturn? ¿Per què ha der ser més car? Totes aquestes preguntes, en un context d’estretor econòmica, han portat Eduard Freixedes (CiU), regidor de Mobilitat i president de l’Institut Metropolità del Taxi (IMT), a reflexionar. La conclusió, diu, és que són uns pagaments «pensats en una època de bonança que ara s’ha demostrat que són una mala idea».

MÉS BARAT, MÉS CLIENTS

Es tracta, sosté el regidor, de suplements que no generen «cap millora, sinó més aviat tot el contrari» perquè generen un «efecte de rebuig a l’usuari». Es podria pensar que recolzar una mesura encaminada a fer el taxi més barat és de bojos, però l’objectiu últim és que la demanda, encara que la carrera surti més econòmica, augmenti considerablement al produir-se aquest buscat canvi de mentalitat, el corrent d’opinió que el taxi tampoc és tan car.
Fixar una tarifa per anar a l’aeroport persegueix una doble finalitat. Per una banda, els que hagin d’anar o sortir del Prat ja saben quin import es poden esperar. Així succeeix a Nova York, on el viatger paga 50 dòlars per arribar a qualsevol punt de Manhattan. Però potser el més important és que es posaria fi a una de les trampes que més mal fa al sector i a la imatge de la pròpia ciutat.

Es tracta de la històrica trampa dels hotels. Funciona així: el grum truca a l’emissora amiga; arriba el taxi, que li paga una quantitat que pot arribar als 10 euros; el xòfer carrega els passatgers; arriba a l’aeroport, i, un cop allà, es treu de la màniga un suplement fantasma que cobreix el que ell ha pagat al recepcionista. El visitant paga, perquè té pressa per facturar. Se’n va cabrejat amb el taxista, i Barcelona sempre té la culpa.

SALUT I BON VIATGE.

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