EL SECTOR DEL TAXI PROPONE LIMITAR LA JORNADA A 12 HORAS POR LA FALTA DE TRABAJO

La delicada situación por la que atraviesa el sector del taxi obliga a reinventarse y encontrar soluciones porque la oferta es muy superior a la demanda. Solo hay que darse una vuelta por la capital y ver que las paradas de taxis están repletas de vehículos, con una espera media para hacer un servicio de más de un hora. El colectivo profesional cifra la caída de la actividad un 50% desde el inicio de la crisis en 2008.
Una realidad que, al final, arrastra al profesional a trabajar más horas para compensar el descenso de carreras y aumentar la recaudación, aunque eso suponga un riesgo para la seguridad vial. De ahí que urge adoptar medidas para regular el sector. Hay ciudades que barajan reducir el número de licencias o ampliar medio día el descanso semanal aunque la asociación mayoritaria de taxis en Burgos (Abutaxi) propone limitar el tiempo de trabajo diario a 12 horas. Un taxi está obligado a descansar un día a la semana y un fin de semana de cada tres. El resto puede estar el tiempo que considere oportuno cada profesional autónomo. Antes de la crisis, lo habitual es que un taxista tuviera una jornada laboral de entre 10 y 12 horas pero ahora lo normal son 15 aunque hay profesionales que están hasta 18 horas.
«Creemos que es la medida más justa para que haya trabajo para todos. El pastel es el mismo y hay que repartirlo», afirma el presidente de Abutaxi, Roberto Corral, que lleva 3 meses al frente de la asociación mayoritaria del sector. En la actualidad, hay 186 licencias de taxi en la ciudad por lo que se ajusta al ratio de un vehículo de estas características por cada mil habitantes. Eran suficientes antes, cuando había demanda y el uso del taxi estaba generalizado, pero ahora son demasiadas. Y eso que el Ayuntamiento de Burgos lleva una década sin sacar nuevas licencias.
La propuesta del recorte de la jornada se ha adoptado de forma mayoritaria en una asamblea de Abutaxi a finales del año pasado, aunque la solicitud aún no se ha presentado de forma oficial. Corral critica el vacío legal en el sector del taxi pese a que es un servicio público. La aprobación de este cambio debe contar con el visto bueno, en primer lugar, del Ayuntamiento y, después, ratificado por la Junta de Castilla y León.
Una tramitación administrativa que es lenta. Ninguna ciudad de la región cuenta con una medida similar. Solo existe en Madrid, Bilbao y, recientemente, en Córdoba. «Si las administraciones no lo aprueban habrá que pensar en otras opciones», declara el presidente de la asociación de taxistas.

Garantizar el servicio

Abutaxi, que agrupa al 90% de las licencias existentes en la capital, considera que la situación actual permite adoptar una limitación de las horas de trabajo. «No solo está garantizado el servicio porque ahora lo que sobran son taxis», precisa el secretario de la organización, Luis Javier Mariscal. Pero su presidente va más allá y recuerda que más taxis en doble fila en una parada provocan problemas de tráfico pero también una mayor contaminación. «Hay días que vas recorriendo media ciudad en busca de una parada para poder aparcar porque no hay sitio», apunta.
La limitación de las horas de trabajo, además, sería una medida transitoria a revocar en el momento en que la situación económica remonte: «Somos los primeros en querer trabajar. Aquí se viene a ganar dinero y no a estar mirando en la parada». El presidente de la asociación asegura que un taxi en Burgos no da para dos sueldos y eso se comprueba en que casi todos son autónomos (titulares con licencia) y apenas hay asalariados. Muchas horas para ganar poco más de mil euros netos porque hay muchos gastos y es necesario pagar el régimen de autónomos, la letra del coche y el préstamo de la licencia.
Hace años, tener un taxi salía rentable y el traspaso de una licencia tenía fácil salida. Ahora, hay una quincena de licencias a la venta en la capital, aunque los responsables de Abutaxi afirman desconocer por cuánto se cotizan. Y eso que algunos permisos pasan de padres a hijos porque el taxi se ha convertido en una salida laboral ante el incremento del paro.
El descenso del ritmo del trabajo se topa, además, con el incremento de los gastos, sobre todo con la subida del carburante. El céntimo sanitario, que se aplica desde hace un año en la Comunidad Autónoma, ha supuesto la puntilla para un sector. A muchos taxistas no les compensa todo el papeleo para lograr la devolución de la mitad de este impuesto mientras que otros con vehículos híbridos, que funcionan con gasolina, no tienen opción a estos beneficios fiscales.

Inversiones

La crisis llega en un momento en que la mayor parte de los taxistas ha renovado la flota de vehículo, con una edad media de tres años. «Nosotros invertimos en calidad, comodidad y en la seguridad del cliente, pero también en la nuestra propia», afirma Corral.
Abutaxi reclama que los Presupuestos del Ayuntamiento recojan cada año una partida para el sector del taxi como servicio de transporte que es. «Las pocas subvenciones que recibimos hay que pelearlas para inversiones en nuevas tecnologías mientras que el Servicio de Autobuses tiene un déficit anual de 9 millones de euros», explican. No descartan, por ejemplo, solicitar al Consistorio la cesión de un local municipal que les permita ahorrar el alquiler que tienen ahora. Los gastos más importantes de la asociación son los referentes a la plantilla de 7 personas que están en la sala de comunicaciones, repartidas las 24 horas al día.

SALUT Y BUEN VIAJE.

Share