UBER ENCUENTRA LA HORMA DE SU ZAPATO: SE LLAMA GETT Y ES MÁS BARATA

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La compañía de servicio de taxis sin licencia Uber se ha hecho enormemente famosa en todo el mundo por llevar un nuevo y agresivo modelo de competencia a un sector establecido y tradicionalmente muy regulado por las autoridades. La empresa, que suele presentarse como el paradigma del libre mercado, podría haber encontrado sin embargo la horma de su zapato con Gett, una compañía que hace exactamente lo mismo, pero más barato.

Así, al mismo tiempo que intenta forzar a los reguladores europeos a abrir el mercado del taxi apoyándose en una popularidad rampante entre el público, en su propio patio trasero está creciendo de forma silenciosa Gett, una alternativa que podría terminar con el proyecto de Uber antes siquiera de que éste sea rentable.
Básicamente, Gett hace lo mismo que Uber: el usuario se instala una aplicación con la que puede llamar a taxis de color negro que operan sin licencia, y no necesita llevar dinero, puesto que el servicio se liquida directamente contra su cuenta de usuario asociada a la app móvil.
La principal diferencia es, además de la enorme publicidad que Uber ha recibido, que las tarifas de Gett no fluctúan en función de la demanda. Tal como recoge ValleyMag, durante una tormenta de nieve los usuarios de Uber vieron cómo los precios se triplicaban respecto al nivel normal, mientras que los clientes de Gett seguían pagando lo mismo que en un día soleado.
¿Miedo a la libre competencia?
Puede que sea precisamente el temor a la competencia lo que llevase a Uber a animar a -al menos- 13 de sus empleados de Nueva York a que, utilizasen de forma sistemática cuentas falsas para pedir servicios de Gett que cancelaban justo en el último momento, causando así gastos a los conductores de la red de Gett, y minando sus ganancias.
Esta acusación, que se conoció a comienzos de año, se repite ahora con Lyft, otro servicio idéntico a los dos anteriores, y que ha recurrido a un característico mostacho de color rosa en el frontal de sus coches para diferenciarse.
Los responsables de Lyft aseguran así que desde las oficinas de Uber se están realizando peticiones de servicios falsas, con el único propósito de congestionar el sistema de la competencia, informa The Wall Street Journal.
La estrategia, que puede calificarse sin demasiado riesgo como guerra sucia, parecía diseñada desde las más altas instancias de Uber. Prueba de ello es que el propio director general para Nueva York, el buque insignia de Uber, se dedicó a pedir y cancelar servicios con una cuenta de Gett.
El comportamiento de Uber contrasta fuertemente con la respuesta que suele dar la compañía a las críticas del sector del taxi convencional, y que suele centrarse en defender la apertura del mercado y en tachar cualquier intento de cortar su meteórica expansión como maniobras para defender un monopolio anticuado.
El éxito de Uber, que ha conseguido atraer miles de millones de euros de financiación en los últimos meses, depende en su actual estadio de mantener una expansión creciente en su cuota de mercado, y de hecho la compañía ha sido acusada en numerosas ocasiones en Estados Unidos de practicar dumping con sus tarifas, para exterminar a la competencia y acelerar la conquista de una posición de dominio.
En ese intento por acrecentar el número de usuarios, la compañía ha anunciado recientemente que las empresas podrán pagar el servicio de taxi sin licencia a sus empleados, de manera que éstos puedan prescindir de los engorrosos justificantes de gastos.
Uber también ha introducido una variante low-cost, que permite a los clientes compartir trayecto y gastos con desconocidos, reduciendo así el coste a la mitad o un tercio.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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