TAXISTAS DE BILBAO EMPIEZAN A PERSEGUIR A CHÓFERES ILEGALES QUE LES ROBAN CLIENTES

BILBAO – El fenómeno del intrusismo en el sector está en auge y ya se ha producido más de un encontronazo.

 Segun publica DEIA los taxistas de Bilbao han empezado a perseguir a los coches piratas que ofrecen de forma ilegal sus servicios sobre todo por la noche y en zonas de marcha. La presencia cada vez mayor de este tipo de taxis que carecen de licencia ha hecho saltar las alarmas en el colectivo de profesionales del volante y no solo en la capital vizcaina.

Según las diferentes asociaciones de taxistas del territorio consultadas por DEIA las carreras ilegales también se dan en municipios de Ezkerraldea, Uribe Kosta y la zona de Basauri y Galdakao. La situación ha supuesto que, incluso, algunos taxistas lleven a cabo patrullas de vigilancia en aquellas paradas donde más se ha visto a estos coches sin identificación alguna y que son conducidos en su mayoría por inmigrantes. Y las vigilancias ya han supuesto más de un altercado entre los conductores profesionales y los ilegales. “Es normal que haya algún que otro encontronazo. Los taxistas están viendo cómo les roban el trabajo delante sus narices cuando ellos pagan sus impuestos y cumplen las normas”, critica Juan Carlos Varela, vicepresidente de la asociación Radio Taxi Bilbao.
Por su parte, Eduardo Palomo, presidente de la Asociación Tele Taxi, reconoce que “se han producido algunos altercados, pero antes de llegar a las manos, preferimos llamar a la Policía”.

La impotencia se extiende entre los taxistas no solo por la competencia desleal que supone la presencia de los piratas en tiempos de penuria económica, también porque estas personas operan desde la ilegalidad. Carecen de licencia, no pagan impuestos, no tienen taxímetros con los que medir las carreras ni pasan controles obligados como la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Además del hecho de que sus tarifas varían al gusto del conductor.

Según explican los taxistas, la presencia de estos taxis piratas se da sobre todo en los aparcamientos de discotecas. Llegan vehículos sin ninguna identificación, a lo sumo la placa de Servicio Público (SP) para cargar clientes. “Lo hacen delante nuestro, pero no podemos asegurar que se traten de ilegales, igual vienen a recoger a un familiar o a amigos”, esclarece Ricardo Martínez, vicepresidente de la Asociación de Taxistas de Getxo, quien asegura que en algunos puntos, como el Club Gobelas, llegan a contabilizar hasta diez taxis pirata “llevando a las chicas”.

En Bilbao también se ven circular aunque en una cantidad menor. “No son muchos, pero están comenzando a asentarse. Por su culpa, estamos cobrando un 35% menos y lo digo yo que llevo treinta años al volante. Hacíamos más dinero incluso cuando teníamos una tarifa peor que la de ahora que es bastante decente”, critica Juan Carlos Varela.

Por su parte, el presidente de la asociación Tele Taxi, asegura que en la capital vizcaina “son casos aislados que aprovechan los momentos de concentración del trabajo y acuden a zonas donde hay aglomeraciones como las salidas de las discotecas para captar clientes”. El taxista reconoce que “no sabemos el número concreto de taxis piratas que circulan por Bilbao pero sabemos que hay unos cuantos”. También actúan en las paradas de taxis más céntricas sobre todo en las horas de madrugada donde hay más demanda y menos oferta de coches legales. “Esperan a que la parada de taxi esté vacía y se ofrecen a los clientes”, confirma Juan Carlos Varela.

Una prueba de que, de momento, el problema no es tan grave en la capital es que durante el pasado año solo se interpusieron dos denuncias ante la Policía Municipal de Bilbao por la existencia de personas que empleaban su vehículo particular a modo de taxi.

Pero los ilegales no solo perjudican al colectivo de conductores legales, que en el territorio superan el millar de licencias. Los clientes que suben a estos coches sin identificar corren un riesgo que no sospechan en absoluto. Los pasajeros carecen de la cobertura de un seguro a lo que se suma el peligro de montar en el coche de una personas desconocida. “Para los clientes resulta muy arriesgado. En caso de sufrir un accidente no estaría cubiertos por un seguro y me extraña que estos piratas se hagan cargo de su responsabilidad si pasa algo”, recrimina, Nacho Pablo. “Además muchas veces viajan mujeres solas. Se montan en los coches sin tener unas garantías, ¿quién les dice que en lugar de a su destino no les pueden llevar a un descampado y hacerles algo?”, concluye Varela.

SALUT Y BUEN VIAJE.

Share