LA CRISIS MULTIPLICA LOS CASOS DE “TAXIS PIRATAS” CON COCHES PARTICULARES

El Govern prepara una normativa para que la Policía Local pueda inmovilizar los vehículos.

F. GUIJARRO. PALMA La crisis económica está multiplicando los casos de particulares que, con sus vehículos privados, están actuando como ´taxis piratas´ en dos puntos estratégicos de Mallorca: el puerto y el aeropuerto de Palma. La proliferación de este fenómeno en la isla, al igual que en Eivissa, ha llevado al Govern balear a preparar una nueva normativa que permitirá a las Policías Locales inmovilizar estos automóviles.
La queja de las patronales del taxi es unánime, y la suscriben los presidentes de la asociación de autónomos, de la Caeb y de la Pimem, Gabriel Moragues, Antonio Bauzá y Mateo Bordoy respectivamente. La piratería en el sector está alcanzando unos niveles sin precedentes, y su procedencia es variada. Como se ha indicado, está el caso de aquellos particulares, entre los que hay un apreciable porcentaje de extranjeros, que ofertan su automóvil privado a los turistas para llevarles a su destino como si de un servicio público se tratara, con la correspondiente rebaja en los precios al no tener que asumir los gastos de un profesional. Pero también hay coches de alquiler, con o sin conductor, que se ofertan en las instalaciones del aeropuerto, cuando se trata de una práctica prohibida.
En el caso de los particulares que usan su coche como taxi pirata, su actividad se centra en el aeropuerto y en el puerto, en este último caso coincidiendo con la llegada de grandes cruceros. En el primero de estos puntos, el sistema es bien simple: se deja el coche en el parking y el conductor se sitúa junto a la terminal para ofrecer el trayecto a un precio inferior al normal. Si un viaje a Alcúdia puede costar en torno a los 67 euros en un vehículo legal, el ´pirata´ puede llegar a rebajar esa tarifa hasta los 45 o 50 euros, aunque juega con la ventaja de no tener que soportar el pago de los impuestos que sí se aplican sobre el profesional.
El director general de Transportes, Juan Salvador, afirma que el Govern está a punto de tomar cartas en el asunto, con una iniciativa que avanzó durante la asamblea general de los taxistas de Caeb celebrada esta semana: en breve se aprobará una normativa que permitirá a las Policías Locales inmovilizar el coche que realiza esos servicios de forma irregular, a lo que se sumará la multa de 6.000 euros ya vigente. El objetivo es desincentivar una práctica que si en Mallorca tiende a crecer, en Eivissa alcanza sus cotas más altas en las zonas de discotecas.
En el caso de los que ofrecen los coches de alquiler dentro del aeropuerto como si de un taxi se tratara, desde las patronales del sector se han llegado incluso a tomar imágenes de estas prácticas para denunciarlas, con nulos resultados, ya que cuando el personal del aeropuerto los saca de esas instalaciones, regresan a los pocos minutos. Juan Salvador asegura que también se tomarán medidas sobre este tema en la futura Ley de Transportes que se prepara.
Pero de momento, los taxistas se quejan amargamente de la impotencia que se siente al ver como esta actividad ilegal sigue creciendo. Porque frente a la satisfacción con que se recibe la medida de inmovilizar los coches pirata, también se lamenta que la conselleria de Territorio haya decidido que no va a reforzar los controles en esta materia, alegando que no dispone de presupuesto para pagar horas extras a sus inspectores.
Todo ello coincide con un momento de gran nerviosismo en el sector por la caída en sus ingresos. Como ejemplo, desde las patronales se admitía que durante la mañana de ayer podía haber más de 400 taxis esperando en Son Sant Joan para hacerse con un cliente.
´He venido a recoger a unos amigos´
La Conselleria admite que resulta complicado demostrar que un coche particular hace de taxi pirata

F.G. PALMA ­A la falta de medios para intensificar los controles sobre los taxis piratas se suma un factor básico: hay que demostrar que se está desarrollando una actividad ilegal. Y la carga de la prueba resulta un serio problema. Porque tal y como señalan el director general de Transportes, Juan Salvador, y los presidentes de las patronales isleñas, cuando un policía local o un inspector pide explicaciones al conductor de uno de esos vehículos, la respuesta es sistemáticamente la misma: “he venido al aeropuerto para recoger a unos amigos” o, en su defecto, a unos familiares. En cualquier caso, el director general ironiza señalando que “a los 2.000 amigos, la policía local ya tiene indicios de que se está cometiendo una irregularidad”. Algo similar apunta el presidente de Taxis-Pimem, Mateo Bordoy, cuando recuerda el caso de un ruso que fue detectado realizando esos servicios irregulares en el puerto, y que sistemáticamente argumentaba que acudía a buscar a unas amistades.
Un aspecto a tener en cuenta es que este tipo de piratería es desarrollada por españoles, pero también por un elevado porcentaje de extranjeros, principalmente alemanes y británicos, que juegan con el factor su nacionalidad para ganarse la confianza de sus compatriotas que acuden a pasar unos días de vacaciones en la isla.

Piratas en el parking
En el caso de Son Sant Joan, todos los taxistas saben que estos coches piratas se encuentran estacionados en el edificio del aparcamiento mientras sus propietarios buscan al cliente en el exterior. El presidente de la asociación de taxistas de Caeb, Antonio Bauzá, afirma que este hecho ha sido comunicado a la Policía Local de Palma, pero añade que la respuesta recibida es que estos agentes solo entrarán en el parking en el caso de que se produzca una denuncia. “No quieren convertirse en una policía del aparcamiento de Son Sant Joan”, indica Bauzá, y por eso “hemos pedido a nuestros asociados que denuncien y tomen la matrícula de todos aquellos casos que observen”.
Los dos presidentes de patronal antes señalados, al igual que Gabriel Moragues de la asociación de autónomos, coinciden en otro punto: el nerviosismo que está provocando la caída en los ingresos por la crisis puede terminar generando enfrentamientos violentos entre profesionales y piratas, de ahí que se insista en la necesidad de poner freno a las irregularidades.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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