Piden que los precios se debatan cada año y con informes previos. Quieren que se les tenga en cuenta en la creación de paradas y licencias

La Federación de Asociaciones Vecinales Al–Zahara está ultimando las alegaciones que va a presentar a la ordenanza municipal del taxi, que afronta los últimos días de la fase de exposición pública. La federación ha elaborado un borrador con sus propuestas. Entre las peticiones que incluye está la de participar en la fijación de tarifas, en la creación de paradas y en la concesión de licencias.
La federación parte de una premisa, la de defender el sector del transporte público y que este sea estable y sostenible, según asegura el responsable de Ciudad Física, Juan Andrés de Gracia. Sin embargo, quiere ser parte activa, que se la tenga en cuenta en distintas decisiones, al igual que ocurre con las asociaciones de consumidores, ya que considera que la federación es la que representa a los distritos y barrios de la ciudad. En el tema de las tarifas, al margen de la subida anual del IPC y de lo que establezca la propia ordenanza, Al–Zahara quiere que “se debatan cada año”, que haya informes previos. Lo mismo pide en relación a paradas y licencias. En relación a estas últimas, es partidaria de realizar “estudios serios cada diez años y no cada cinco”, como establece la ordenanza, “y que se tenga en cuenta la rentabilidad, que haya más control y no se suba el ratio alegremente”, señala De Gracia. En la variación del número de licencias vigente, fijado en 1,55 por cada mil habitantes, pide que se recabe un informe preceptivo y vinculante de la Junta.
La federación está dispuesta a “hacer frente común con el sector del taxi para defenderlo como transporte público pero este debe permitir la participación vecinal”, añade. De hecho, Al–Zahara asume el “80% de las alegaciones” que presenta la Asociación de Autónomos del Taxi, Auttacor.
Además de en la toma de decisiones respecto a temas fundamentales como tarifas, licencias y paradas, la federación quiere que los “clientes decidan cuestiones como si se sube o baja la ventanilla del coche, si se pone o se quita el aire acondicionado”, decisiones más propias de los conductores. Por ello, solicita que se incluya un punto que inste al conductor a apagar o cambiar la música, radio o similares.
La federación pide también que en caso de avería, accidente o enfermedad, el titular del taxi pueda solicitar al Ayuntamiento la adscripción como autónomo colaborador de otro mientras dure la incidencia y con un tope máximo de seis meses.
Otro colectivo que ha presentado alegaciones es Facua, que cree que la ordenanza perjudica a los usuarios. Uno de los artículos censurados es el que señala que el taxímetro empieza a contar desde que se contrata el servicio por radio emisora, teléfono u otro medio telemático. Por su parte, Auttacor ha pedido, entre otras cuestiones, que se tenga en cuenta la rentabilidad y no solo criterios de población en la concesión de licencias y que el plazo suba a 10 años. Otro colectivo de taxistas, Taxi Mezquita, también ha alegado.

SALUT Y BUEN VIAJE.