BADAJOZ, LOS TAXIS CONGELAN SUS TARIFAS PARA TRATAR DE INCREMENTAR EL NÚMERO DE USUARIOS

825924_1                                     Taxis en la parada de Saavedra Palmeiro, en Santa Marina.

Los precios actuales se mantendrán el próximo año y la previsión es que tampoco aumenten en el 2016. Los taxistas aseguran que con el BlaBlaCar recogen a menos viajeros en las estaciones de autobús y tren

  Desde el comienzo de la crisis, el sector del taxi en la ciudad ha visto como su actividad ha ido cayendo en picado: en los últimos seis años se ha reducido a la mitad. Para tratar de incrementar el número de clientes y capear la difícil situación, los taxistas pacenses han decidido congelar las tarifas en el 2015 y la previsión, según el presidente de Radio-Taxi, Manuel Agudo, es que los precios tampoco se incrementen en el 2016. “Tenemos que pensar en el cliente y en que la gente utilice los taxis, porque el trabajo está fatal y no veo buenas perspectivas de futuro”, explica.

 

No es la primera vez que adoptan una medida de este tipo. El año pasado actualizaron las tarifas después de tres años sin subidas. El incremento fue del 7% y, según Agudo, fue necesario revisar los precios para evitar una subida mayor en el futuro. “El incremento fue el mínimo y apenas fueron 4 o 5 céntimos en cada concepto”, justifica el presidente de Radio-Taxi, quien defiende que los precios del servicio en Badajoz son asequibles. “Cuando se montan cuatro personas, el viaje les cuesta lo mismo que el billete de autobús”, pone como ejemplo.

En la ciudad hay 143 licencias de taxi, un número “muy elevado” para la actividad que registra en estos momentos el sector. Lo sabe bien Francisco Micharet, taxista desde hace 16 años, quien asegura que en todo este tiempo el sector no ha atravesado por una situación tan difícil. “Yo no he conocido otra época peor. Los más veteranos hablan de la crisis del 92, pero duró mucho menos tiempo. Ahora echas de 14 a 16 horas diarias y ni siquiera llegas a lo que antes ganabas en 8 o 9 horas”, lamenta.

MAL VERANO “Los tres últimos meses han sido muy malos, porque dependemos de que haya gente en la calle y no ha sido así”, dice Micharet, mientras recuerda que pese a la falta de actividad “somos autónomos y hay que seguir pagando impuestos”.

Este taxista asegura que ha descendido la actividad en las estaciones de tren y autobuses y en el aeropuerto. “No se carga a casi nadie y muchas veces nos venimos de vacío del aeropuerto. Ahora pasamos horas y horas en las paradas y eso significa que hay poco movimiento en la ciudad, porque los taxis somos el termómetro para saber si una ciudad se mueve”, concluye.

 

COMPETENCIA El presidente de Radio-Taxi coincide con él en que cada vez cuesta más vivir del taxi. “Nosotros tenemos turnos de descanso para conciliar el trabajo con la vida familiar y eso ayuda a que la actividad se reparta un poco más, porque no hay para todos. Estamos sobreviviendo”, apunta.

Agudo señala que el sector, aunque menos que las compañías de autobuses y el tren, también se ha visto afectado por el auge del BlaBlaCar –ofrecer asientos libres en los vehículos y compartir los gastos de gasolina–. Cuenta que con esta nueva fórmula de transporte son menos los clientes que llegan a las estación de autobuses y a la de tren, dos de los puntos donde mayor número de viajeros suelen recoger los taxistas. “Si viajan con BlaBlacar ya no necesitan que desde las estaciones los traslades al hospital o a los centros comerciales. Se nota bastante, sobre todo entre la gente joven y con eso va a ser muy difícil competir”, reconoce el responsable de Radio-Taxi.

El sector se ha tenido que adaptar a los cambios. Hace unos años centralizaron el servicio de llamadas con una empresa externa. Según Agudo, este sistema es el que estaban instalando la mayoría de asociaciones de taxistas para modernizarse y desterrar a la vieja emisora. Ello obligó a prescindir de las siete empleadas que tenía Radio-Taxi en su centralita que, según dice, era “imposible” mantener económicamente.

A su juicio, con el nuevo sistema se ha ganado en eficacia, rapidez y también en la atención a los clientes, pues todas las quejas quedan registradas y eso ayuda a que se mejore el servicio. “Se ha profesionalizado”, asegura Agudo.

Una de las fórmulas por la que muchos taxistas están apostando para reducir costes es utilizar el gas en sus vehículos. Hace un par de años se instaló en la ciudad un surtidor de este tipo y ya son cerca de 40 taxis los que lo usan “para rebajar algo la factura del combustible”.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

 

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