El gobierno municipal inicia hoy la actividad política del nuevo año con un plato de mal gusto: la protesta de los asalariados del taxi, que se concentran a partir de las 9.30 horas en la sede central del Ayuntamiento para clamar contra la nueva regulación horaria del sector, que limita a 16 horas el tiempo que un vehículo de transporte público puede prestar servicio de lunes a jueves, mientras que los viernes, los sábados y los domingos se mantienen las 24 horas.

Los convocantes al acto contrario a las nuevas condiciones en las que se prestará el servicio, que son la Plataforma en contra de las 16 horas y los sindicatos UGT y CC.OO., son de la opinión de que la regulación propuesta por la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del Auto Taxi (Auttacor) y aceptada por el Consistorio dejará sin trabajo a en torno a 65 empleados. Así, la citada Plataforma cree que la modificación del horario «supone un despido encubierto de más de medio centenar de profesionales que trabajan a doble turno en los taxis».

La jornada de protesta se produce en un clima de tensión creciente en el sector. Prueba de ello es que el presidente de Auttacor, Miguel Ruano, lamentó la pasada semana que su vehículo había aparecido con daños provocados por un ácido corrosivo. La escalada de reproches ha sido notable, al punto de que ayer el representante de UGT que defiende a los asalariados, Pedro González, señaló que los propietarios de los taxis han «amenazado» a sus empleados si acuden a la concentración de hoy, dándoles a entender que si asisten a ella se encontrarán a las puertas reales del despido. «Está habiendo presiones importantes desde diversos ámbitos para que los compañeros no acudan a la concentración, pero esperamos que al final vaya el máximo número posible», agregó González, que insistió en que «no está la situación económica para que la solución a los problemas sea echar gente a la calle».

Por su parte, Auttacor emitió ayer una nota de prensa en la que destacó el respaldo que la nueva regulación horaria ha tenido por los miembros de la asociación y detalló que el pasado 30 de diciembre la junta directiva de la entidad celebró una reunión con 48 socios que tienen empleados a un conductor. En el citado comunicado de prensa, Auttacor subrayaba que estos 48 socios, «aún no compartiendo al cien por cien el resultado de la votación sobre la regulación horaria, acatan y respetan la decisión de la mayoría de los asociados». Además, Auttacor enfatizó que estos propietarios de taxis, que representan al 75 por ciento de sus miembros con empleados a su cargo, «ni comparten, ni apoyan ni de ninguna manera secundan» las protestas como las que hoy tienen su primer capítulo en las puertas del Ayuntamiento.

Aparte de la protesta ante el Ayuntamiento, los asalariados del taxi han anunciado una batería de acciones reivindicativas que incluyen protestas y presencia en los plenos municipales «cada vez que se produzca un despido», denuncias ante la Agencia Andaluza de la Competencia por la «situación de monopolio de la Asociación del Taxi» y una reclamación «ante los tribunales» de la medida aprobada por el Ayuntamiento y de la que hacen al alcalde, José Antonio Nieto, como «responsable último». «Estamos ante una medida perversa», señaló Sánchez.

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