HERIDO CON UNA BARRA DE HIERRO UN TAXISTA DE LA T-1 A MANOS DE UN PIRATA

El legal llamó la atención a dos «tiradores» que acababan de captar a tres turistas como clientes. Tras golpear al conductor, el pirata gritó a su compinche: «¡Saca la navaja!». Están detenido

Un taxista resultó ayer herido a manos de un conductor «pirata» que le abrió la cabeza con una barra de hierro en la parada de la T-1 de Barajas.

Según narró a ABC un testigo y miembro de la directiva de la Asociación Gremial del Taxi, Ángel Galán, la presencia de estos estafadores es una realidad continua en su día a día laboral, «y nadie hace nada».

La sala del 091 recibía el aviso a las 17.35 de ayer, desde la terminal de llegadas de la T-1. «Un compañero asalariado, Francisco de Asís, ha visto cómo «un ‘tirador’ (o taxista pirata) se introducía en la terminal para captar a clientes». «Otro le esperaba en un Skoda Octavia blanco, parecido a los que utilizamos nosotros. Al rato salía con tres incautos que acababan de aterrizar en Madrid», explica a ABC.

 Herido con una barra de hierro un taxista de la T-1 a manos de un «pirata»
Rastro de sangre del herido

El taxista ilegal metió las maletas de los turistas en el coche y entonces Francisco de Asís se acercó a reprederle. «También advirtió a los clientes de que no era un conductor real. Entonces, el tipo sacó una barra de hierro y le ha abierto la cabeza al compañero con ella. Dejó hasta un reguero de sangre», continúa Ángel.

El resto de taxistas, entonces, se acercó a ayudar al herido, momento en que el que estaba en el Octavia gritaba a su compinche: «¡Saca la navaja! ¡Saca la navaja!». Hasta que llegó la Policía Nacional de la comisaría de Hortaleza-Barajas y se llevó detenido al agresor. Al herido lo trasladaron sus compañeros a un hospital y no está grave.

El gremio, indignado

La indignación en el sector del taxi que paga sus impuestos es enorme. «Estos individuos están todos los días aquí. Se colocan cerca de la parada y se meten a buscar clientes, en la terminal».

Estamos hartos de quejarnos, pero nadie hace nada. Hasta que no maten a un compañero esto no va a parar. Es nuestro día a día», se queja Ángel Galán.

«Los perjudicados somos nosotros, porque nos quitan trabajo e incluso nos agreden; pero también los clientes, porque no tienen garantías y les timan con los precios de las carreras»./ABC

SALUT Y BUEN VIAJE.

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