COMUNICADO DE LA SECCIÓN DE METRO DE LA CNT DE BARCELONA FRENTE A LOS ENFRENTAMIENTOS ENTRE GUARDIA URBANA Y MANTEROS EN LAS INSTALACIONES DE METRO

Hace un par de días veíamos en los medios de comunicación un video en el que aparecía un dispositivo de Guardia Urbana cargando dentro de la estación de Plaça Catalunya contra un grupo de personas, supuestamente vendedores ambulantes. Según las informaciones de la prensa, el incidente se había producido por un intento de fraude por parte de un de los supuestos “manteros”, que ante el apercibimiento por parte de un vigilante de seguridad, habría pedido ayuda por teléfono a sus compañeros. Ante esta situación, sea o no sea cierta, tenemos varias cosas que decir.

Respecto a los manteros

– Habitualmente es la propia Guardia Urbana quien obliga a los vendedores a introducirse en las estaciones, a base de persecuciones y cargas violentas, con el objetivo de despejar la calle. Estas persecuciones generan situaciones de extrema gravedad e inseguridad. Es frecuente que se salden con heridos, ataques de ansiedad, daños a validadoras, etc. Además, en numerosas ocasiones los vendedores se ven obligados a huir por las vías, a las que acceden en estado de pánico, con el consiguiente riesgo para sus vidas.

– El colectivo de vendedores ambulantes está siendo presentado en los medios de comunicación como un problema de orden público. Sin embargo, no olvidemos de que es un grupo de personas que para poder realizar su trabajo se ven sometidos diariamente a todo tipo de amenazas, sanciones, confiscaciones de mercancía, detenciones e incluso alguna deportación. Es perfectamente comprensible que se organicen y se defiendan. La criminalización es la respuesta natural de los medios y las instituciones frente a los trabajadores organizados, como hemos podido comprobar en carne propia durante el reciente conflicto de metro.

Respecto al fraude

– Uno de los motivos de los que más se esta hablando a colación de este incidente es del fraude, esto es, del hecho no pagar para entrar en el metro. Como hemos dicho, es la propia Guardia Urbana quien obliga a los vendedores a introducirse en las estaciones, con lo cual entendemos que no es posible recriminarles que no paguen el billete. Es más, ante una situación de este tipo, en la que se pone en riesgo a un elevado grupo de personas, en muchas ocasiones los trabajadores de metro optan por abrir las puertas para evitar males mayores.

– El metro es un servicio público que está gestionado a modo de negocio privado. Este hecho tiene una larga lista de consecuencias,entre las que se encuentran las razones que originan el largo conflicto laboral en el que nos encontramos inmersos. Pero además de esto, la gestión del servicio de metro tiene un claro sesgo clasista, que se ve reflejado en el precio de los billetes y en la gestión del fraude.

– Es habitual ver dispositivos antifraude en barrios obreros, donde el uso del metro es una necesidad y el precio del billete un lujo. Mientras hordas de turistas borrachos se cuelan todas las tardes en las estaciones del centro de la ciudad, los dispositivos se montan en los barrios en horas punta.

– También es habitual que los dispositivos de seguridad del metro pidan billetes aleatoriamente, a pesar de que no corresponde a sus funciones, y que casualmente el perfil del requerido es siempre similar. Es obvio que existe un sesgo clasista y racista, llegándose a producir situaciones de verdadera injusticia.

– La utilidad como servicio público del metro está en claro retroceso, siendo este uno de los puntos principales de nuestras reivindicaciones. Y dicha gestión irá de mal en peor con la implantación de la T-Mobilitat, la cual reducirá el coste del billete en trayectos cortos, primando actividades como el turismo, y aumentará el coste en trayectos largos, habituales para los trabajadores de los barrios periféricos y estudiantes.

Por todo lo expuesto, desde la sección sindical de CNT en Metro nos posicionamos:

– A favor del colectivo de vendedores ambulantes en lucha continua por dignificar su trabajo. Sentimos profunda empatía por cualquier colectivo obrero en lucha, sin distinguir color de piel o país de origen. Somos testigos a diario de la injusta persecución a la que se ven sometidos y podemos asegurar que no son merecedores de la imagen que los medios dan de ellos.

– En contra de la gestión de la Guardia Urbana, el Ayuntamiento y los medios de comunicación de la problemática de unos trabajadores que están siendo perseguidos y acosados para favorecer una imagen de Barcelona atractiva para el turismo y los negocios.

– En contra de la gestión de TMB de un servicio público cada vez más elitista y claramente cómplice en la construcción de una ciudad para los negocios y en contra de la clase trabajadora.

– En contra de las cargas policiales y persecuciones en el interior de las instalaciones de metro, ya que generan situaciones de extremo peligro para usuarios y trabajadores.

Barcelona, a 1 de septiembre de 2017. CNT METRO.

SALUT Y BUEN VIAJE