Ahí estáis, en condiciones de explotación inaceptables, facilitando el enriquecimiento a los que no les importa vuestros derechos como trabajadores.
Vacías tu vida en jornadas de semi-esclavitud, padeces de sueño y de rabia, rabia contenida por tener que aguantar lo inaguantable.
Medio sector abusa de ti, y el otro medio te odia y quiere expulsarlte. A cada minuto de silencio te añaden una hora de trabajo, a cada mirada que evitas un día de vacaciones. Te compran la dignidad con el filo del despido, tu necesidad de trabajo aviva el miedo, el mismo miedo que te vuelve torpe y sin conciencia de clase.
Tu falta de organización te hace débil e inútil, mientras no luchas por lo tuyo cavas la fosa de tu indigencia.
¿Hasta cuánto estás dispuesto a aguantar? ¿Cuál es el nivel de injusticia y explotación que puedes soportar?.
No cabe otra que la organización y la lucha, enfrentarte a la explotación en soledad te puede paralizar, pero con compañeros organizados no habrá canalla que os frene.
No esperes ni la misericordia ni la benevolencia de los que te asfixian, no te conformes con las migajas del mantel, arranca el mantel, rompe la cuberteria y pon tus condiciones. Lo único que tienes que perder son las cadenas que te atan a una vida perdida, los derechos laborales también son para ti, y estos derechos no se piden, se toman.
No te escondas en la parada, da la cara, enfréntate a los que te ven como el enemigo, enséñales que el mayor enemigo es él mismo, el que piensa sin conciencia y que ve siempre al débil como el malo. Además, éste mismo acabará con el tiempo padeciendo las mismas condiciones de trabajo.
Por todo esto, sal a defender lo tuyo, lo que te arrebatan cada día al obligarte a trabajar en condiciones de explotación, y recuerda, no pides nada que no sea tuyo.
Organízate y lucha.
Ximo 1605
SALUT Y BUEN VIAJE.