Arxiu mensual: juny de 2019

ASÍ CONDUCÍAN LOS DESPEDIDOS POR UNA OPERADORA DE CABIFY; HASTA 72 HORAS A LA SEMANA Y CON UN TRABAJO SEMIESCLAVO

“Saben que vas a tragar lo indecible, éramos precarios con un trabajo semiesclavo, y además había una falta total de atención a nuestras demandas”, denuncian los conductores de VTC despedidos

Los trabajadores, la mayoría provenientes del paro y mayores de 50 años, fueron despedidos tras denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo

“Quien reclame algo lo despedimos, que la bolsa del INEM está llena de gente de más de 50 años con necesidad de trabajar”, respondía la operadora de Cabify a las demandas de los conductores, según una demanda.

Javier Martínez, 56 años, estaba en el paro cuando le llegó una oferta para trabajar de conductor para una operadora de Cabify en Valencia. “Nos hicieron firmar un contrato de 40 horas que nunca se ha cumplido, siempre nos indicaban verbalmente las horas a realizar. En teoría, eran 12 horas, con dos de descanso pero nunca podía ser al comienzo o al final de la jornada, no tenías tiempo de descansar esas dos horas”, segura a eldiario.es. “Hemos llegado a trabajar seis días seguidos a la semana, 72 horas”, denuncia el trabajador despedido. A su lado, Víctor Martínez, de 56 años también, recuerda que, en principio, “son horarios fijos pero nos los cambiaron muchas veces”.

Víctor cerró una panadería y rellenó un formulario en Internet para trabajar en Cabify. Acudió a una sede en la calle de la Reina de Valencia para firmar el contrato. “Yo cuando relleno eso pensaba que trabajaba para Cabify, pero era Costa Fleming”, una empresa operadora de VTC subcontratada. Empezó a trabajar el pasado octubre. “Cuando te habituabas a un horario, te lo cambiaban”, cuenta Martínez, quien añade: “hubo una época en que acabando la madrugada del domingo a las siete de la mañana, empezabas a las cuatro de la tarde de ese mismo día y acababas a las diez. Y, a veces, el lunes siguiente volvías a trabajar a las cinco de la mañana”. En ocasiones, recuerdan, se quedaban adormilados en los semáforos.

J., otro conductor de 61 años despedido, ha vuelto a trabajar intermitentemente para otra empresa de transporte de vehículo con conductor y por eso prefiere no revelar su identidad. “Es que estas empresas funcionan así, no quieren tenerte más de equis tiempo”, sostiene. En un principio J. trabajó seis días a la semana más dos de descanso pero “luego pasamos a un día de descanso, los horarios cambiaron varias veces”, asegura.

La demanda por despido contra la empresa Costa Fleming del conductor Carlos Salcedo, de 60 años, explica que hasta enero del 2019 trabajaba “60 horas semanales en seis días seguidos de trabajo” y que el 12 de febrero la operadora de Cabify “cambió unilateralmente los horarios incrementándolos a 72 horas en seis días ininterrumpidos de lunes a sábado, todo lo cual fue comunicado a la empresa en aras de buscar una solución para evitar los referidos abusos”. Cuando les impusieron trabajar 72 horas a la semana denunciaron la situación ante la Inspección de Trabajo y cinco días después fueron despedidos “al no haber superado el periodo de prueba”. 

El conductor Javier Martínez asegura que les cambiaban el horario “a su antojo y sin previo aviso y además nos avisaban de un día para el otro”. “No podías mantener una vida familiar digna o normal”, coinciden todos los despedidos consultados por este diario. Algunos trabajadores “han tenido que ir al psicólogo por la tensión y el estrés”, afirma Martínez quien también cree que “ha habido muchos despidos que no se han denunciado por falta de conocimiento de la posibilidad de actuar de otra manera”.

Carlos Salcedo, el conductor con excelentes puntuaciones de los usuarios en la aplicación de Cabify, aseguró en la vista del juicio por su despido en el Juzgado de lo Social número 10 de Valencia que llegó a trabajar 16 horas seguidas. La letrada que representaba a Costa Fleming, la operadora de Cabify, sostuvo que la aplicación impedía conectarse más de diez horas. Sin embargo, varios de los conductores, antes de ser despedidos, fotografiaron los registros horarios que les proporcionaba la aplicación de Cabify y que detalla la duración de cada servicio así como la facturación correspondiente.

Fotografías de la aplicación de Cabify de uno de los conductores correspondiente al 22 de diciembre del

Las fotografías que hizo de sus horarios Javier Martínez muestran, por ejemplo, que el pasado sábado 23 de diciembre, en plenas navidades, comenzó a trabajar a las 00.07 y acabó a las 06.17. A las 18.55 de ese mismo sábado comienza de nuevo hasta las 06.24 del domingo. A las 15.55 del mismo día se reincorpora de nuevo a conducir hasta las 21.55. “Lo que procuraba siempre nuestra empresa es tener las 24 horas del día cubiertas y para ello la mayoría teníamos un horario establecido pero lo variaban cuando les convenía”, dice Javier Martínez.

Los trabajadores despedidos, todos con el mismo perfil (antiguos parados o precarios, mayores de 50 años, con familia y desesperados por obtener ingresos) quedaron asombrados desde el principio con el funcionamiento un tanto distópico de las operadoras de Cabify. “Todo era vía whatsapp”, explica J. “No conoces a nadie y el coche estaba siempre geolocalizado”, añade Víctor Martínez. El grupo de trabajadores planteó sus quejas por las condiciones laborales a la operadora de Cabify que, según la demanda de Salcedo, les respondió: “quien reclame algo lo despedimos, que la bolsa del INEM está llena de gente de más de 50 años con necesidad de trabajar”.

La situación se volvió insostenible, cuentan los conductores. “Todo esto ha creado un clima de miedo en la plantilla al existir amenazas de despido por parte de la empresa hacia los conductores que reclaman algo”, indica la demanda del conductor que finalmente alcanzó un pacto de conformidad por el que la empresa Costa Fleming reconoció que el despido es improcedente, aunque la abogada de la mercantil negó que fuera una represalia. Las condiciones que denunció Salcedo, asegura su escrito de demanda, forman parte del “proceder habitual y normal aplicado por la empleadora a la totalidad de la plantilla”.

La operadora de VTC no contaba con una sede fija en la ciudad: “las reuniones las hacíamos en cualquier lugar, no teníamos despacho u oficina de la empresa que nos permitiera reunirnos”, cuenta Javier Martínez, quien destaca que la empresa nunca respondió a sus demandas por escrito, “todo era a través del teléfono y cuando querían contestarte algo”. En ciertas épocas debían entregar la recaudación en efectivo en aparcamientos públicos o “en una habitación sin identificación ni mesa donde entregabas el dinero y te daban un recibito de papel”. “Antes de la habitación íbamos al parking del McDonald’s de la ronda norte, en la avenida Hermanos Machado”, añade Martínez.

Cabify ofrece al usuario, entre otros aspectos, conductores mínimamente uniformados y agua. Víctor Martínez explica que “debes molestarte en ir a por el agua, te tienes que desconectar de la aplicación y eso cuenta como tiempo de descanso”. Las dos horas de descanso, dicen los conductores, las usaban para limpiar y mantener los coches. En algunos casos tuvieron problemas, en el contexto del enfrentamiento entre el taxi y las operadoras de VTC, y sufrían ataques en los vehículos. A J., en un lavadero, le rajaron “las cuatro ruedas” y la empresa “me descontó el dinero de la nómina”, denuncia visiblemente molesto. La operadora de Cabify tampoco les pagó, según denuncian, una suerte de comisiones pactadas (cuando la facturación era superior a los 3.300 euros en un principio y luego a partir de 3.700, obtenían un 35% de la recaudación).

La magistrada del Juzgado de lo Social número 12 de Valencia condenó a Costa Fleming Sociedad Cooperativa de Madrid a readmitir a uno de los trabajadores aunque no así a Cabify, que figuraba como codemandada, al no haber una relación directa con el trabajador. En el siguiente juicio, el conductor Carlos Salcedo alcanzó un pacto de conformidad. El letrado de Salcedo, del despacho Legem Abogados, sostuvo en la vista del juicio que las operadoras subcontratadas y Cabify constituyen un “grupo patológico” -es decir, que todas las mercantiles forman parte de un mismo entramado- ya que los controladores de los conductores eran los mismos y todos usaban la aplicación y la marca de Cabify.

El resto de demandas por despido, una decena, se resolverán en las próximas semanas. Algunos de los conductores ni siquiera han tenido derecho a paro. Es el caso de Víctor Martínez, que asegura haber firmado una baja voluntaria al creer que iban a cambiar de subcontrata. “Nos dijeron que era un formulismo y ahora no puedo cobrar el paro”, apostilla Martínez. Su compañero Javier defiende que la operadora se ha aprovechado de la delicada situación de los conductores: “siempre buscan perfiles de mayores de 50 años, sabiendo la dificultad que tenemos la mayoría de obtener un trabajo”.

Este diario ha intentado obtener la versión de Cabify pero la empresa ha preferido no hacer declaraciones. Fuentes conocedoras de su funcionamiento sostienen que “quien contrata a los trabajadores y toma las decisiones son los proveedores” y aseguran que Cabify, que dobló su facturación en 2018, tiene “sensibilidad con las condiciones de los trabajadores y por avanzar en mejorarlas”. Así, las mismas fuentes recuerdan el pacto alcanzado con el sindicato UGT. Las operadoras de Cabify “saben que vas a tragar lo indecible”, critica Javier Martínez.

Mientras Cabify se adapta a la nueva regulación en Valencia, los trabajadores despedidos sobreviven como pueden para mantener a sus familias. J. ha estado en paro, menos 21 días que trabajó en Uber. Javier Martínez ha hecho algún trabajo suelto de camarero y Víctor Martínez no ha podido trabajar desde entonces. Carlos Salcedo sigue en el paro. Al finalizar la entrevista con este diario, observan un grupo de turistas que espera en el barrio valenciano de Russafa un vehículo con conductor y se marchan a la Ciudad de la Justicia cargados con sus carpetas de demandas y pruebas.

“Éramos precarios con un trabajo semiesclavo”, dice Javier Martínez al despedirse.

SALUT Y BUEN VIAJE

Share

CURS D’AUTODEFENSA PER A TAXISTES

Dimarts 11 de Juny a les 19.00 hores, curs d’autodefensa per a taxistes en CNT Barcelona.

Els passats mesos de gener, març, abril de 2019 vuit companys del taxi de Barcelona, van ser atracats de forma violenta per una banda de 4 individus de Sant Adrià de Besòs, que utilitzaven arma blanca i esprais de defensa per a atacar als taxistes. Un individu anomenat el “Cubà” feia temps que atracava a taxistes a Barcelona repetidament, fins que va ser detingut el mes de gener passat. El 16 de maig altre company taxista és amenaçat amb arma blanca per un individu per a robar-li el vehicle i posteriorment, en la seva fugida, el va estavellar contra un arbre en el barri de Sants. A Girona un altre company taxista va ser atracat per un individu intimidant-lo amb un cúter després de realitzar un servei el 14 d’abril, li va robar una tablet, un telèfon mòbil i 130 euros. El 26 d’abril a Lleida dos companys taxistes són atracats per un individu que portava un ganivet. Al juliol de 2018 un company de Salou ingressa en l’UCI molt greu, després de rebre una pallissa per tres individus que no volien fer la cua en la parada de taxi. Al gener de 2016, el taxista Rostiu Shoaib Abbasi és apunyalat amb una navalla en el costat després d’haver-se pujat al seu taxi de matinada, diversos individus que pretenien atracar-li.

Ens sobren els motius per a plantejar, des de la secció del taxi de la CNT, un curs d’autodefensa per a taxistes. El curs té com a objectiu evitar situacions de perill, i com defensar-nos en cas d’agressió o atracament. El curs serà realitzat per un professional en defensa personal, i esta obert per a tots els treballadors i treballadores del taxi, afiliats i no afiliats a la CNT.

SALUT I BON VIATGE

Share

TAXISTAS DE MÉXICO TOMAN LAS CALLES EN PROTESTA CONTRA UBER Y CABIFY

Integrantes del Movimiento Nacional de Taxistas se manifestaron ayer sobre algunos accesos a la Ciudad de México en protesta contra plataformas de transporte bajo demanda como Uber, Cabify y DiDi.

Ignacio Rodríguez, vocero del Movimiento Nacional de Taxistas de la Ciudad de México, en entrevista para Grupo Fórmula, indicó que cerca de 20 mil taxistas se movilizan en toda la ciudad, principalmente en las avenidas Insurgentes Norte, Tlalpan, Reforma y Zaragoza.

Lo mismo sucedió en avenidas como Eje Central Lázaro Cárdenas, avenida Juárez y 5 de Mayo, en el Centro Histórico.

Los inconformes demandan a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dar marcha atrás a los vehículos con aplicaciones extranjeras que dejó la pasada administración.

Durante su manifestación, los taxistas se concentraron en la explanada del Zócalo capitalino y estacionaron sus unidades frente a Palacio Nacional y Catedral Metropolitana. Ahí, instalaron un pequeño templete para hacer sus demandas. También instalaron mantas y cartulinas a sus vehículos.

Alrededor de las 12:00 horas, los manifestantes comenzaron la retirada del Zócalo capitalino y calles aledañas.

De forma ordenada comenzaron a retirarse todos los taxis que pintaron por un momento la plancha del Zócalo de color rosa con blanco y al que se sumaron microbuses y combis de diversas rutas de la Ciudad de México.

Los taxistas amenazaron con regresar a bloquear las principales vialidades de la capital del país si no son atendidas sus demandas.

En tanto, en un evento, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, dijo que los taxistas tienen derecho a manifestarse y afirmó que hay una mesa de diálogo con ellos. No obstante, consideró que esta manifestación no es necesaria.

SALUT Y BUEN VIAJE

Share