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CHÓFERES DE TAXI SE ASOCIAN CONTRA LA CRISIS


Bajo las siglas ATACAPA se aglutina a 40 taxistas sin licencia y contrarios a limitar el trabajo

Chóferes de taxis crean una asociación propia (ATACAPA) con la que hacer  valer sus derechos y opiniones frente a los taxistas con licencia y también de cara a las administraciones. Entre otras cuestiones, plantean alternativas a los días de descanso pactados entre Teletaxi y Radiotaxi para los vehículos de la capital. Eso sí, sobre todo, quieren hacerse oír y darse a conocer, dentro y fuera del sector.
Manuel Ferre García, hijo y hermano de taxistas, preside esta nueva asociación que, como su nombre indica, aglutina a taxistas asalariados y colaboradores autónomos de la provincia de Almería, y que, ya constituida, reúne bajo sus siglas a casi el cincuenta por ciento de los 70 chóferes que, a día de hoy, trabajan en los taxis de  sin ser titulares de licencia, sino asalariados de los que sí tienen una licencia.
Se trata de un colectivo, relatan ellos mismos,  que vive con inquietud la situación actual del taxi. Un sector que, desde que comenzara la crisis, ha visto reducir sus ingresos en torno al 40%. Eso sí, sus preocupaciones no son siempre las mismas que las de los taxistas titulares.
Menos ingresos Y hoy día una de las principales preocupaciones que sienten es que sus “jefes” (los taxistas que los tienen contratados como empleados) les ven, en parte, como los culpables de ganar menos dinero. “Y así se oye por los corrillos”, explica Manuel Ferre, que defiende al colectivo y dice que retirarles a ellos del sector del taxi “no solucionará los problemas” del gremio.
“Algunos titulares de licencia transmiten la idea de que hay poco trabajo porque hay chóferes” y que habría más trabajo y, por tanto, más dinero, si no existieran. Detrás de esta idea sobrevuela el reparto de días que han votado mayoritariamente los taxistas de la capital (los chóferes no tenían voz ni voto en esa consulta al no ser titulares de licencia).
Se trata de una propuesta que, apoyada mayoritariamente, saca de la calle a los taxis dos días a la semana para repartir las ganancias diarias entre menos y evitar (o al menos, así lo aseguran, para reducir gastos).
“No se trabaja menos” Una medida ésta que, según el presidente de ATACAPA, “no es del todo real, puesto que son muchos los que salen a trabajar a las doce de la noche y trabajan hasta 12 y 14 horas diarias para poder conseguir los beneficios de antes de la crisis” y los mismos que si trabajaran siete días semanales.
Así, entiende, no se reducen los gastos del automóvil como defienden quienes han votado a favor de retirar coches de las calles, insiste Ferre. Además, y con la respuesta de la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía en la mano, los taxistas asalariados defienden que el reparto de días y horarios no puede obligarse a quien no quiere aceptarlo.
Lejos de quedarse sólo en oponerse con un no, ATACAPA propone diferentes alternativas como trabajar fines de semana alternos o buscar fórmulas que no acaben por mermar aún más sus ingresos. Unos ingresos que con la fórmula de trabajo de días alternos se  han reducido entre un 20 y un 30%.
Así las cosas, resume el presidente de la nueva asociación, no hace falta que los taxistas con licencia despidan a sus asalariados. “Estos empiezan a dejar el taxi”.

SALUT Y BUEN VIAJE

 

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EL NEGOCIO DEL TAXI SE AGOTA

Uber es la estocada, pero el sector agoniza con menos demanda y licencias a 160.000 euros
Una ciudad sin taxis contra la llegada de opciones de coches compartidos
 Los taxistas se movilizan contra las redes de transporte alternativo de Internet

 
El sector del taxi en Madrid se desangra por todas sus costuras. Tanto que la aparición del consumo compartido con la tecnología de Uber es solo la puntilla que le faltaba. Si con la crisis el metro o los autobuses han perdido el 15,8% de sus viajeros, ¿cómo no iban a verse afectado el mundo del taxi? Para ganar 140 euros brutos tienen que conducir 15 horas, frente a las 10 de antes. El 50% se les van en gastos de explotación y amortización.
 Un recorte de ganancias tan brutal que resulta una ruina para quienes no han terminado de abonar el traspaso de la licencia, por la que, en los años locos del ladrillo, llegó a pagarse 200.000 euros. Aunque propiamente la licencia no se vende, sino que se “transfiere” el negocio, porque el dueño último es el Ayuntamiento de Madrid, que es quien la otorga.

Cola de taxis en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas.
 

La Ordenanza del Taxi de Madrid afirma que las licencias son “transmisibles” si lo autoriza el Ayuntamiento y el adquiriente se pone a trabajar en dos meses. “El arriendo, cesión o traspaso de la explotación de las licencias al margen del procedimiento regulado en la Ordenanza Reguladora del Taxi está prohibido, constituyendo una infracción muy grave”, explican por escrito fuentes del Ayuntamiento que prefieren no hacer declaraciones. Y la vía para hacerse con ella es el derecho de tanteo que tiene el conductor asalariado de esa licencia, siempre que en la solicitud se “refleje el precio pactado para la transmisión”.

La licencia no se vende, sino que se “transfiere”

El Ministerio de Hacienda también permite negociar con la licencia, algo que no ocurre cuando ese papel habilita para llevar, por ejemplo, la piscina municipal. Quien compra la licencia lo hace con IVA y se desgrava, y el vendedor —en casi todos los casos— paga IRPF. En tiempos de sequía crediticia, el grifo de los bancos también se ha cerrado para los taxistas, que buscan refugio en las entidades de crédito a las que abonan altísimos intereses.
El rembolso de la licencia es un lastre a veces inasumible para quienes pasan apuros, aunque en la patronal todos cierran filas y defienden que se pague 165.000 euros por el papel municipal y un Seat Altea (14.000 euros de primera mano) con 150.000 kilómetros.

Un taxista esperando a clientes en la Gran Vía.
 

“Estás comprando un puesto de trabajo fijo”, contesta cualquiera del gremio a quien se pregunte. “Los taxistas lo ven como un seguro de vida, saben que se van a quedar con una pensión pequeña cuando se jubilen. Les interesa que se mantenga su valor”, cuenta una fuente del sector. En la Red, la oferta es variada y sorprendente. Hay quien vende licencias de toda la semana (el día de libranza obligatoria condiciona el precio, el lunes y el martes son los más demandados); quien pagaría al contado y está dispuesto a dejar dinero al vendedor anónimo; una empresa financia a los poseedores para evitar embargos, o un osado propone abonar 200.000 euros a plazos en cuatro años.
“El taxi ya no es un negocio rentable. Si pides un préstamo, al revés, será la ruina”, cuenta un taxista que se empeñó en un crédito de 167.000 euros más intereses. Trabaja 16 horas y apenas le da para cubrir gastos. No hay pagas extras y si cae enfermo la aseguradora le entrega 40 euros diarios. La situación de José Manuel Menéndez es más desahogada. Amplió su hipoteca para obtener los 147.000 euros que le pedían y ahora él trabaja el taxi ocho horas y las otras ocho, otro conductor asalariado. Su retahíla de gastos por ambos es interminable: 700 euros mensuales de gasolina, 600 de seguros sociales, 120 de radio taxi, ITV cada año, cambio de coche cada lustro, seguro anual de más de 1.000 euros… “Te la juegas pidiendo el crédito, si el ayuntamiento decide quitar licencias y te toca, te quedas sin nada”. Un futurible poco probable.

“En los 60 los taxis cubrían unas necesidades que hoy ya no existen”
¿Cuándo se infla la burbuja de precios? Ya es historia. En 1975 el presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, anunció que se concedía licencia de taxi a todo el que pudiese certificar que había trabajado en él como asalariado y pagado los seguros sociales durante al menos cinco años. En Madrid puso 5.000 nuevas autorizaciones. La noticia no gustó nada a los titulares de los coches, surgieron tensiones entre ambos colectivos y a punto estuvieron de no dejarles asegurar sus turismos.
Desde 1975 la cifra se mantiene estable: 15.700 licencias en Madrid capital y el área de prestación conjunta (los 39 municipios que se han ido adscribiendo por un acuerdo de 1977), más otro millar que van por libre en Aranjuez, Alcalá de Henares y Torrejón. No hay nuevas licencias desde que en 1980 se otorgaron 118.
Para la patronal sobran 5.000 licencias. Además, hay otras 8.000 personas con permiso para conducir taxis. Antes pasaron un examen psicotécnico y de conocimientos y demostraron tener el título de secundaria y ninguna enfermedad infecciosa (un tema polémico pues veta a los portadores de Sida). El número de asalariados ha proliferado porque, a menos manos alzadas pidiendo un taxi, muchos titulares de licencia comparten el taxi con un asalariado. Desde 2011 solo pueden circular 16 de las 24 horas del día. “Se han sacado así de la calle 3.000 coches. Había que regular. En un supermercado, si no hay gente, no están todas las cajas abiertas”, compara Julio Moreno, presidente de la Asociación Gremial del Taxi de Madrid, la mayoritaria con 9.000 afiliados
“Cuando no había la red de metro que hay hoy, ni llegaban a tantos sitios los autobuses sí que tenía sentido las 15.700 licencias, pero no hoy. Lo estamos pasando mal, pero somos el único sector que no está generando paro”, opina Moreno. “Eso lo dicen ahora, pero no es verdad que sobrasen. Antes de la crisis costaba encontrar un taxi con la luz verde y ahora no caben en las paradas”, opina una fuente del sector. Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi, lo reconoce: “Antes yo llegaba a la parada y podía elegir al cliente”.

Los taxistas se sienten muy regulados, pero abandonados por la Administración.

En 2007, con el derrumbe bursátil pisando los talones, el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia, Luis Berenguer, tuvo una idea que cayó en saco roto: “Sería deseable que se concediesen nuevas licencias en Madrid, porque todos empezamos a tener problemas en algunos momentos para encontrarlos”.
“En los años sesenta o setenta los taxis cubrían unas necesidades que hoy ya no existen”, relata Pedro Mostaza, secretario general de UGT-Uniatramc. “El coche era un bien de lujo y el taxi era para muchos su herramienta de trabajo. Por eso, los coches debían llevar baca para transportar, por ejemplo, la escalera de un pintor. El médico pasaba consulta a domicilio con el taxi esperándole; si faltaban coches en comisaría, los policías iban en uno si había pasado algo importante; los niños nacían en los taxis, porque a las embarazadas no las llevaban a parir en ambulancias… Todo esto hoy es impensable”, cuenta el ugetista, niño entonces.
Los taxistas se sienten muy regulados, pero abandonados por la Administración. “Las ayudas para los eurotaxis (adaptados para discapacitados) son un insulto, cuando el coche cuesta el doble. Y en 2020, según la ordenanza, ningún vehículo podrá ser contaminante y las ayudas no llegan al 1%”, prosigue Moreno.
Si a Uber, que enlaza conductores con clientes mediante una aplicación electrónica, se le abren las puertas abiertas en Madrid —ya las tiene en Barcelona— las asociaciones anuncian al Ministerio de Fomento que desde el 1 de julio habrá huelga indefinida y bloqueo de la capital con marchas lentas. “Si los 15.000 taxistas fuésemos uberistas y no nos ajustásemos a la ley ni pagásemos nuestros impuestos, ¿qué pasaría con el Estado de Bienestar? Que se caería”, argumenta Mostaza que pronostica que, además, Uber utilizará los coches para el servicio de mensajería. ¿Y qué harán entonces los transportistas?
Fernández quiere que los ciudadanos lo tengan claro: “El sector del taxi no está en contra de las nuevas tecnologías. Al revés, son un beneficio para todos. Si entras en playstore, hay 300 aplicaciones para buscar un taxi”. Pero otra cosa es Uber, que se lucra siendo el enlace. “Siempre ha habido pirateo. Pero no es lo mismo un papelito que lees en una farola que oferta llevarte al aeropuerto, a una aplicación que te pone en contacto con 50 personas desde tu tableta en casa”.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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LOS TAXISTAS AMENAZAN CON MÁS BLOQUEOS EN SON SANT JOAN HASTA ACABAR CON LA OFERTA ILEGAL

Con el fin de acabar con la oferta ilegal en el aeropuerto de Palma, los taxistas están dispuestos a colapsar Son Sant Joan y hacer oír sus protestas las veces que haga falta. Ayer a mediodía provocaron un conato de apenas media hora tras detectar un vehículo presuntamente pirata, lo que conllevó un despliegue policial para restablecer la normalidad. La noche del jueves ya bloquearon la terminal de llegadas durante dos horas y forzaron una reunión con AENA, Cort y el Govern, que se comprometieron a intensificar los controles.

El director general de Transports, Juan Salvador Iriarte, explicó que las partes se reunirán de nuevo el 12 de junio -un encuentro que ya estaba previsto y que se realiza cada año al inicio de la temporada- y que se han comprometido a presentar un plan específico de inspección para el aeropuerto. En este sentido, detalló que habrá una intensificación de controles y una mayor presencia de inspectores en Son Sant Joan respecto del año pasado para detectar la oferta ilegal.

Dificultades
De acuerdo con las cifras de inspección de Transports, en 2013 se llevaron a cabo 108 controles en el aeropuerto, más de la mitad en verano, y se inspeccionaron 1.721 vehículos con un total de una infracción. En este sentido, fuentes del departamento informaron de las dificultades para multar a un infractor.
El problema de la ‘piratería’ es comprobar que realmente se lleva a cabo una actividad ilegal. En el aeropuerto no se puede negociar, es decir, los viajeros que llegan no pueden comprar un servicio que no sea de transporte público o coger un taxi en la cola. Sin embargo, en casos de piratería, es decir, transportistas que venden los trayectos de forma irregular, alegan que transportan a amigos durante las inspecciones.
El presidente de la asociación de autónomos del taxi, Gabriel Moragues, explicó el malestar del sector por el descenso del trabajo. «Los trayectos de largo recorrido han caído más del 50 por ciento», una reducción que se explica por la crisis, pero también «por la competencia desleal», aseguró.

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LOS TAXISTAS RURALES RECLAMAN MÁS APOYO PARA QUE SE MANTENGA SU SECTOR


TOLEDO – La asociación toledana del taxi rural Atrutaxi ha salido a la palestra para reclamar apoyos que permitan la continuidad de este sector como última garantía de transporte de viajeros para los pequeños pueblos de la provincia. Entre otras cuestiones, recuerdan que la pérdida de los transportes sanitarios que antaño efectuaban de enfermos crónicos desde estas poblaciones a los hospitales les ha supuesto una grave reducción de ingresos.

 El presidente de Atrutaxi, Tomás Rodríguez, ha recordado que para algunos compañeros suyos la pérdida de estos viajes sanitarios en la actual legislatura ha supuesto mermas en los ingresos de hasta un 95 por ciento. El responsable del gremio insiste en no compartir la explicación dada en su día por el Sescam para poner fin a un servicio que garantizaba la sostenibilidad de los taxis del medio rural. «Nos dicen que la ley impide hacer estos transportes en vehículos que no sean de tipo sanitario, pero las norma que hay ahora son las mismas que existían cuando sí los hacíamos», comenta.
A esto, suma la caída de servicios por la crisis, debido a que los ancianos, usuarios tradicionales del servicio, recurren cada vez más a familiares en paro para sus desplazamientos. La realización de rutas escolares a pequeños pueblos y los servicios contratados con aseguradoras para atender a afectados por percances de tráfico están quedando como únicos nichos de negocio para un ramo que, según estima Atrutaxi, ha podido perder una cuarta parte de sus profesionales en los últimos años, conservándose en la actualidad unas 30 licencias en la provincia.
Por todo ello, Atrutaxi mantiene su oposición a que se concedan nuevas licencias en el medio rural, como hace un año pedía la Federación Regional del Taxi, mientras el sector no recupere rentabilidad.

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HUELVA, A VOTACIÓN OTRA FÓRMULA PARA PALIAR LA CRISIS DEL TAXI

El sector del taxi onubense no levanta cabeza, las cuentas no salen y la única opción es pensar y repensar fórmulas que reactiven  el trabajo o al menos que palien la situación tan difícil que atraviesan.
Se han barajado muchas opciones, algunas con el visto bueno y otras que han quedado en el camino. De hecho, en 2013, los taxistas onubenses votaron y ratificaron la instauración de dos turnos para descansar fines de semanas alternos.
Por su parte, Teletaxi también decidió retirar la emisora a los trabajadores asalariados, esto es, sin licencia y que trabajan para un propietario.
También se planteó recientemente la opción de hacer turnos de descanso por la tarde, aunque finalmente no ha salido adelante, como tantas otras propuestas.
La que sí ha tenido el visto bueno de la Mesa del Taxi -integrada por el Ayuntamiento, sindicatos y las cooperativas- es la de establecer una semana de vacaciones para cada turno (hay dos, A y B) tras las Fiestas Colombinas.
La propuesta se someterá a votación, de modo que todos los taxistas onubenses están citados en las urnas el martes y miércoles próximos en la Comisaría de la Policía Local para dar su sí o su no a la siguiente pregunta: ¿Está usted de acuerdo en disfrutar una semana de vacaciones (de lunes a domingo) en el mes de agosto, coincidiendo con sus días de descanso y siempre comenzando en la semana completa posterior a las Fiestas Colombinas?
Sería una medida con dos semanas de duración y que supondría que la ciudad se quedaría con la mitad de los taxis en la calle, algo más que justificado según explica Jesús Vázquez, presidente de Teletaxi, pues “tras las Colombinas el trabajo baja muchísimo y no merece la pena tener a todos los taxistas en la calle, con la mitad de la flota basta”.
La decisión está en manos de los taxistas onubenses, más de 200, aunque Vázquez espera que salga adelante, porque “la situación está fatal, muy mal, y no remonta”.

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LOS TAXIS LOCALES PIERDEN EL 50% DE SU VOLUMEN DE TRABAJO Y FACTURACIÓN EN LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS

A Estrada – Actualmente los profesionales del sector aguantan “a duras penas” – Instalar el taxímetro impuesto por la Xunta le costará entre 840 y 900 euros a cada uno – Taxistas locales admiten que la desunión reina entre ellos.

El gremio local de taxistas de A Estrada está sufriendo en carnes propias los dañinos efectos de la crisis en la sociedad estradense. De hecho, según confirmaron ayer varios taxistas consultados por esta Redacción, los taxis locales han perdido en torno al 50% de su volumen de trabajo y, por consiguiente, también de facturación en los 3 últimos años.
En concreto, según explicaron esas mismas fuentes, la crisis ha motivado el desplome de los traslados de los que hasta hace apenas unos años eran los mayores usuarios del servicio de taxi: las personas de la tercera edad residentes en el rural que se desplazaban hasta la villa para efectuar sus compras o hasta el hospital para una consulta médica. Antes para desplazarse contrataban los servicios de un taxi aun cuando en su domicilio hubiese algún coche puesto que lo utilizaban sus hijos o nietos para acudir al trabajo. Pero el incremento del paro ha roto con esa tendencia. Al tener hijos o nietos en paro, los mayores del municipio no llaman al taxi sino que se desplazan en el vehículo de sus familiares.
También se han desplomado los traslados al hospital o a los centros de fisioterapia que pagaban las mutuas. Estas han aplicado fuertes recortes y prefieren abonar a los afectados kilometraje a un precio que apenas cubre el gasto de gasóleo.

Igualmente, han caído en picado los servicios de transporte de jóvenes que salían de fiesta el fin de semana y que preferían regresar a casa en taxi cuando habían bebido. Fuentes del sector local del taxi estiman que también la “movida” sufre los efectos de la contención del gasto en las familias a causa de la crisis.
Si bien sigue habiendo taxistas que continúan trabajando para aseguradoras prestando asistencia en carretera en caso de avería, con la crisis los precios han bajado. Según algún taxista, se ha visto acentuada la “guerra de precios” que “siempre” ha habido en el gremio local de taxistas.
A todo ello, algunos agregan la incidencia que ha tenido el incremento efectivo de taxis en el casco urbano. Hasta hace escasos años, había 14 licencias pero los titulares de 4 de ellas no las utilizaban, aunque le seguían pagando la concesión al Concello. Pero, tras el cambio de titularidad de alguna licencia, en la actualidad en el casco urbano hay 14 taxis operativos: 10 con parada en A Farola y 4 en A Porta do Sol.

Hasta 15 horas de trabajo
Al ser más y haber menos carga de trabajo, los ingresos se reducen y las jornadas laborales se alargan. Algunos taxistas realizan hasta 12 y 15 horas diarias para obtener un sueldo mínimo. De hecho, aunque los taxistas locales admiten que la desunión reina entre ellos y discrepan entre sí acerca de cuestiones relativas al taxímetro y sus efectos , todos los consultados por esta Redacción coinciden en que actualmente están aguantando “a duras penas”. Señalan que mantener un taxi exige un gasto mínimo de 30 o 40 euros diarios, entre Seguridad Social, seguro de accidentes con el plus de responsabilidad civil, combustible y los gastos derivados del mantenimiento en perfecto estado del vehículo.
A estos gastos, cada taxi tendrá que sumarle antes de finales de junio los entre 840 y 900 euros que le costará instalar el taxímetro exigido la Xunta desde el 1 de julio. Sobre si será beneficioso o no para los taxistas existen discrepancias. Unos defienden que sí y señalan que el cliente sabrá que está pagando exactamente lo de las tarifas -la urbana aun pendiente de aprobación en pleno y publicación- sin que haya lugar a la discrecionalidad. También señalan que con el taxímetro habrá trayectos al extrarradio de la villa -a parroquias próximas como Ouzande o Matalobos- que incluso saldrán más baratos que hasta ahora. Apuntan que también servirá para que los profesionales no pierdan dinero cada vez que un cliente les contrata para hacer un servicio y les manda parar “un momentito” en el supermercado y luego en el estanco o en la farmacia, siempre en detrimento de su tiempo y, por tanto, también de su bolsillo.
Pero también hay quien cree que ese gasto es “una injusticia” y teme la picaresca: que algún taxista no lo active siempre y trabaje parcialmente en negro, incrementando así los nocivos efectos de la competencia desleal que el grueso de los taxistas detectan entre excompañeros jubilados e incluso entre parados que realizan traslados con coches particulares sin las garantías que supone viajar en un vehículo en perfecto estado y debidamente asegurado para el transporte público de viajeros. Piden que las administraciones hagan bien su trabajo y eviten esa competencia desleal que va en detrimento de todos los profesionales del sector, los que, a la postre, pagan impuestos.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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DE LA VIÑETA AL TAXI

 

La Crisis empujó al dibujante a compaginar los dos oficios.

Bié lleva al cómic su trabajo nocturno tras el volante.

BARCELONA. EL PERIODICO. ANNA ABELLA.- En el 2010 Xavier Carrasco, Bié (Barcelona,1966), vio cómo el trabajo de dibujante le bajó un 70%. La crisis le empujó a buscar otros ingresos, así que se metió a taxista en el turno de noche, «un submundo» con una fauna habitual de borrachos, jóvenes que salen de las discotecas, prostitutas, travestis, homeless, drogadictos, viciosillos, ladrones…, donde mientras pisteaba (callejeaba) para «pillar carreras y «encochar» clientes por las calles de Barcelona, se topó con decenas de «situaciones surrealistas».
Y allí estaba el autor del personaje Solo Suso, con más de tres décadas de carrera entre sus pinceles (con trabajos en re
vistas como El Jueves, Sàpiens y Playboy y diarios como EL PERIÓDICO) y un bloc de notas y las hojas de reclamaciones para tomar nota de ellas. Y les ha sacado jugo con humor e ironía en Taxi driver, que inaugura el nuevo sello Evolution Comics, con el que Panini hace más visibles títulos que no son de la factoría Marvel.«Muerto y agotado», tras cuatro años de ritmo infernal –hasta 13 horas de taxi nocturno, menos de cinco horas para dormir, el resto para dibujar, y los sábados de profesor de la Escola Joso de cómic, sin ver apenas a su mujer y su hijo- se ha tomado un descanso del volante, aunque lo retomará este verano «encantado».
«Quien lleva un taxi lo hace por necesidad. Entre los compañeros hay ingenieros, profesores universitarios…», explica el ilustrador e historietista, que admite que entre taxistas y clientes la crisis es omnipresente. «Uno al que acababan de despedir se me puso a llorar. Y ves tanto y tanto pobre durmiendo en la calle. Hay indigentes de toda la vida, alcohólicos, pero hay gente normal, como nosotros, en la calle por la crisis. Ves un tipo recogiendo cartones que entra en un cajero a dormir, a familias con niños… Los políticos dicen que España está va bien y que mejora pero yo a las tres de la madrugada veo lo mismo que antes».

Confesionario
En Taxi driver hay hechos reales -algunos increíbles, como el «entrañable ciego» al que ayudó a buscar una prostituta («hay gente muy sola»)-, hechos parcialmente reales y otros inventados -«extraterrestes no he visto, no»-. El taxi, afirma Bié, tiene mucho de confesionario. «Te dicen: ‘le explico esto porque estoy seguro de que no volveré a verle en la vida. Hay gente muy quemada. Suben al taxi cagándose en todo y salen abrazándome encantados de haberme conocido. La gente necesita hablar. A un cliente se le había muerto el hermano atropellado por un taxista. Saqué un pañuelo y se lo di. ¿Qué iba a hacer?».

Confesiones que al principio eran recíprocas. «He pasado por la depresión, el cabreo, el abatimiento. Hasta lloré porque me sentía fracasado como dibujante, y no por mi culpa sino por estos chorizos, políticos avariciosos. Y se lo explicaba a los clientes», admite Bié, que ha tenido pesadillas con el taxi. «Soñaba que apretaba el cambio de marchas y despertaba con la mano rígida».
Lo que más temen los taxistas son los atracos. «A mi me fue bien, usé la psicología para no coger clientes problemáticos. Y la empatía me salvó una vez de que me pusieran un cuchillo en el cuello, luego ¡hasta me pagó la carrera! Lo que yo temo es al tío que se salta un semáforo a 100 por hora, al que va sin luces, al del monopatín. He visto muchos muertos de noche, he llevado ensangrentados al hospital. Hay más de los que la gente cree», afirma, aparcando el humor.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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TAXISTAS DE BASAURI DENUNCIAN LA “FALTA DE CONTROL” CON JORNADAS DE MÁS DE 12 HORAS

La mayoría de los 38 trabajadores del gremio solicita que el Consistorio regule el tiempo de conducción y descansos, pero no hay consenso.

Los embates de la crisis y una completa red de transporte público están desangrando a las familias que dependen del sector del taxi en Basauri. Pero lo que es más grave aún es el enfrentamiento que ha generado entre los 38 conductores que conforman la plantilla. La mayoría denuncia que se está trabajando de forma «ilegal al no controlarse ni la jornada laboral ni los días de descanso», y piden al Ayuntamiento que actúe para que ningún conductor trabaje en su día libre. Sin embargo, no hay unanimidad en la solicitud. Ocho de ellos prefieren continuar como hasta ahora, sin ningún tipo de control ni por parte del gremio ni de la institución local.
Para acabar con el «descontrol» que provoca, además de la inseguridad que supone a los pasajeros que se suben al taxi sin saber cuánto tiempo lleva el conductor al volante, la mayoría de los profesionales -el 85% de las licencias- ha solicitado al Ayuntamiento que modifique el actual reglamento para «controlar las irregularidades» e impedir que los conductores trabajen más de doce horas por jornada, y que descansen al menos un día a la semana. «Somos el único municipio en el que el Ayuntamiento no controla el tiempo que trabajan los taxis y no quiere tomar en cuenta nuestra petición de dotarnos de herramientas que permitan controlar el fraude», explicó el portavoz del colectivo, José Luís Mantecón.
De momento, los responsables municipales están analizando el problema. Piden a los implicados que lleguen a un consenso y que, por mayoría, apoyen los cambios en el reglamento, entre ellos la adopción de medidas como un nuevo taxímetro que impida trabajar el día libre y más allá de 12 horas. Pero no está siendo fácil. Un 15% de la plantilla ha requerido al Ayuntamiento de Basauri que les permitan conducir en su día libre. Esta misma semana han acudido al Consistorio para solicitar a los grupos políticos que durante esa jornada puedan realizar transportes escolares de la Diputación y el Gobierno vasco.
Para la mayoría no sería un problema ceder en este punto, pero dudan de las intenciones de sus compañeros. «A nosotros no nos importa que lleven niños en sus horas libres, pero aprovechan para hacer otros servicios. No es de recibo que mientras los demás estamos en la parada sin trabajar porque no viene nadie ellos cobren más en su día libre que nosotros», censuran.

Amenazan con ir al paro
El enfrentamiento se encuentra en un punto álgido y sin visos de mejorar. Para evitar que los responsables municipales dilaten su decisión en el tiempo han recurrido a la Federación Vasca del Taxi. Han solicitado que uno de sus representantes acuda al Consistorio para explicar a los mandatarios la «necesidad» de que se regulen los descansos. Si no se soluciona el problema los taxistas han amenazado, incluso, con plantar las licencias e irse al paro.
Entre las medidas que requieren a la institución pública para controlar el trabajo ajeno han pedido que el taxi muestre visiblemente el día que le toca descansar y la adquisición de un taxímetro que no permita conducir el día festivo. Incluso han solicitado que la propia Policía Municipal se encargue de controlar a los incumplidores. Para poder adquirir el nuevo contador han requerido una ayuda municipal de 38.000 euros.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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TAXISTA DE NOCHE, ILUSTRADOR DE DÍA

BARCELONA – La crisis le “bajó la faena” casi un 70%, así que se vio obligado a convertirse en taxista de noche para no dejar del todo su profesión, el cómic. Lo que nunca imaginó el ilustrador Bié es que su nueva ocupación le proporcionaría las historias de su última novela gráfica: “Taxi Driver”.

A Xavier Carrasco Muria, Bié, la crisis le cambió la vida como a otros muchos españoles, pero más allá de abandonar la profesión a la que había dedicado 20 años de su vida, con trabajos en revistas como “El Jueves” o “Playboy” y periódicos como “El Periódico de Catalunya”, él buscó un “trabajo complementario” para seguir dibujando.
“Siempre decía que si pasaba una guerra o un cataclismo que me impidiera dibujar me pondría de conductor de ambulancias, porque siempre me había gustado, así que fui a mirarlo pero no era un trabajo complementario para aguantar sin tener que dejar de hacer lo mío, así que mi mujer me dijo lo de taxista”, ha contado a Efe Bié con su libro ya a la venta desde ayer, editado por Panini.
Tomada la decisión, Bié encontró en el mundo del taxi un oficio que le ocupaba 13 horas de noche, y que le permitía dedicar ocho horas a dibujar.
Y así fue como “mientras pasaban cosas por la noche de Barcelona” en sus rutas, empezó a tomar nota de todo lo que le sucedía porque “eran situaciones muy surrealistas”, y creyó que en el futuro no se acordaría de ellas. “Y me pasó igual con la mili”, puntualiza el catalán (Barcelona, 1966) entre risas.

“Paralelamente por las mañanas y tardes seguía llamando a editoriales para encontrar trabajo de lo mío, y una de las veces hablé con José Luis de Córdoba, de Panini, y le comenté como iba la cosa. Se sorprendió -ha relatado- y me dijo que por qué no hacía un cómic. Yo le dije que para qué, que no quería meterlo en un cajón y él me contestó que lo hiciera, que me lo publicaba”.
En mayo de 2010, y sin dejar de subirse al taxi todas las noches, Bié comenzó a pasar a limpio todas las notas y dibujos que durante los meses anteriores había tomado en las “mismas hojas de la recaudación” del taxi, porque era “lo que tenía siempre a mano”.
Y así nació “Taxi Driver”, en absoluto basado en la oscarizada película de Hollywwod, sino que se trata de un relato lleno de humor pero no exento de realismo en el que Bié explica “cómo un dibujante acaba haciéndose taxista”.
“También hay algunas anécdotas inventadas, algunas basadas en hechos reales que no me han ocurrido, pero la inmensa mayoría me ha pasado, pero no digo cuáles, creo que así es más divertido. También hay muchas que no las he dibujado porque eran tan bestias que hubieran dicho que he desfasado. Sobre todo son anécdotas, cosas que te pasan”, ha descrito.
Por contar la “Barcelona nocturna”, el autor considera que se trata de una novela gráfica para un público “de adolescente para arriba” porque sale de todo.
Más allá de pensar que con este nuevo trabajo podrá aparcar el taxi, este superviviente urbano tiene claro que no lo hará.
Volverá al taxi en verano, ya que cosas de la vida y de la crisis, Bié ha encontrado en ese oficio no solo la salvación económica, sino uno de sus mayores éxitos como dibujante, y en sus compañeros una nueva familia.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 

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HAY QUE ELIMINAR AL MENOS 600 LICENCIAS PARA QUE EL TAXI SOBREVIVA EN ZARAGOZA

El sector ha presentado un proyecto para su reestructuración ante la UE, confían en ser incluidos en el Fondo Europeo para los Efectos de la Globalización y la Crisis.

La “necesaria restructuración” del sector pasa por la retirada de licencias y la interlocución con las autoridades europeas. Estos son losgrandes puntos que la Asociación de Autónomos de Aragón, UTA, y la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza con el apoyo de la eurodiputada socialista Inés Ayala han tratado en la Comisión europea del Sector del transporte.
El colectivo viajó hasta Bruselas para hacerles llegar la difícil situación por la que pasa el sector. El auge y el desarrollo de otros medios de transporte urbano como la bici o el tranvía sumada a la crisis económica ha generado una situación insostenible para los autónomos del taxi.
Ayala ha explicado que es necesario incentivar la interlocución de estos trabajadores con las plataformas europeas. En este aspecto, la eurodiputada ha resaltado la necesidad de “presentar un programa de propuestas en positivo” con soluciones que pasen por la cooperación con otros elementos de movilidad urbana como la bicicleta.
Pero la gran propuesta que se ha llevado a Europa ha sido la “reestructuración necesaria ” del sector que, según el presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi de Zaragoza, Luis Miguel de Torres, pasa por la retirada de vehículos. “De los 1.777 taxis que operan en Zaragoza es necesario retirar por lo menos 600 licencias a medio plazo”.
“Tal y como está la demanda, no hay otra solución que un reestructuración y Europa nos ha tendido la mano”. A su vez, Torres afirma que “hasta que no lleguemos a los 1.1000 taxis, la situación no mejorará.
El colectivo ha sufrido en los últimos años un descenso notable de clientes, ligado a la aparición del tranvía en barrios como el Acturdonde este servicio ha copado la mayoría de la demanda de transporte. Torres es claro: ”Si hacen la segunda línea del tranvía estamos abocados al fracaso”.
Auto ERE
Hace unos meses el sector ya llevó a cabo un “auto expediente de regulación” por el que se apartaron 532 vehículos, a través de un sistema de turnos. “Ahora tenemos más espacio en las paradas de taxi, nos permite trabajar con menos estrés pero el resultado sigue siendo el mismo”, afirma Torres, a pocas semanas del fin de su mandato tras doce años al frente de esta asociación.
Fondos europeos
La eurodiputada Inés Ayala ha afirmado que desde el Fondo Europeo para los Efectos de la Globalización y la Crisis se han mostrado interesados en el proyecto de reestructuración del sector que se ha presentado. El fondo, dotado con 150 millones de euros, tiene como objetivo resolver problemas en los sectores más cercanos a la ciudadanía. “Hemos conseguido incluir a los autónomos profesionales del taxi entre las propuestas de este fondo con el que podríamoscofinanciar los planes de reestructuración del sector”.
Asimismo, el Secretario General de UPTA, Álvaro Bajén, se ha mostrado muy tajante en el rechazo a la liberalización del taxi. “El mercado no es capaz de resolver los problemas de la sociedad y por eso existen los servicios públicos como la sanidad, la educación o el taxi, que ayudan a garantizarlos”. Aboga por continuar en la línea del Parlamento Europeo hacia el urbanismo sostenible donde se regule la contaminación del transporte ligero, que en algunas zonas de Europa pasa por imponer algunas limitaciones a los vehículos privados.
A la reunión también ha asistido el presidente de la Asociación de distribuidores de paquetería y hostelería de Zaragoza que se une a las propuestas y añade que se deben regular también “las zonas de carga y descarga, los horarios de ciudades y las calles en un solo sentido“.
Ahora le toca el turno a las instituciones. El colectivo espera que el proyecto esté sobre la mesa en unos seis meses aunque han advertido que llevará tiempo porque es la primera vez que se trata una restructuración de autónomos del taxi en Europa.

SALUT Y BUEN VIAJE.
 

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