Socios de Radio Taxi se movilizaron ayer pidiendo limitar el servicio a 16 horas diarias, como solución ante la crítica situación que atraviesa el sector por la escasa demanda.

El vaso ha rebosado. La situación empieza a ser insostenible. Y las distintas posturas o voces cada vez se expresan con mayor fuerza. El sector del taxi está sumido, como tantas otras empresas y gremios en la ciudad, en Andalucía y en España, en una profunda crisis y clama por una solución que se antoja complicada. Esta situación quedó ayer reflejada con la movilización que por la mañana realizaron numerosos socios de Radio Taxi -la principal asociación de taxistas, de las tres que conviven en la ciudad-.
Más de medio centenar de titulares de licencia de taxi, socios todos de Radio Taxi, se concentraron ayer en la Zona Franca, delante de las instalaciones de la entidad, para reclamar una regularización del servicio. En concreto, estos taxistas han elevado ya una petición formal para que se pongan límites al uso de los vehículos. Dieciséis horas diarias como tope, además de un calendario consensuado de descansos, es lo que plantean estos titulares de licencia.
“Con esta medida no perjudicaríamos a nadie. Pero es que no podemos estar dieciocho o veinte horas trabajando para no llevar a casa ningún beneficio”, indicaba ayer uno de los portavoces de estos taxistas, que reclamaban más atención por parte de su propia asociación, con cuya directiva dicen estar descontentos porque lleva tiempo intentando que se oiga su punto de vista.
Esta regulación horaria -que se haría mediante la instalación de un dispositivo en el taxímetro que controlaría ese máximo de 16 horas diarias en servicio- entiende este colectivo que hoy por hoy puede ser la mejor solución a una ciudad “en la que sobran unos cien coches”, en palabras de los propios afectados en relación con el elevado número de licencias que existen actualmente con respecto a la demanda de servicios, y en la que estiman que hay alrededor de ochenta coches “trabajando en la calle las 24 horas al día”, en referencia esta vez a los titulares que tienen asalariados a su cargo.
Precisamente en este último punto es donde estriba el escollo principal para que el gremio alcance un acuerdo sobre la actual situación de crisis que están padeciendo. Y es que la movilización de ayer en Zona Franca reclamando el límite de 16 horas diarias de servicio por cada taxi choca frontalmente con la movilización que el pasado jueves realizaron en la Punta de San Felipe los asalariados para reclamar precisamente todo lo contrario.
En su caso, estos trabajadores contratados por los titulares de licencia entienden que la limitación horaria conllevaría la pérdida masiva de sus puestos de trabajo (más de setenta asalariados hay contabilizados actualmente en la ciudad) además de poner en peligro el mantenimiento de un adecuado servicio durante las noches, por lo que abogan -según manifestaba el presidente de la entidad recién creada de asalariados de taxis, Fernando Lago- por un consenso entre las cuatro asociaciones para regular un calendario de trabajo.
Y esto, precisamente, enlaza con el otro problema que dificulta la toma de soluciones. El sector del taxi en Cádiz está dividido actualmente en cuatro asociaciones -tres de titulares de licencia, que son Radio Taxi, con 194 socios; Gades Taxi, con una veintena; y la recién creada Servi Taxi, con apenas once autónomos. Y la cuarta que engloba a los asalariados, unos setenta trabajadores- y lograr un consenso entre tantas voces diferentes no ha sido posible hasta ahora. A eso se suma, como se escenificó ayer, el desacuerdo que dentro de la asociación mayoritaria existe entre una importante parte de socios con respecto a las directrices y forma de proceder de la actual directiva.
Sobre esto último, los taxistas que protagonizaron la movilización de ayer aseguran contar con 102 firmas de las 194 de Radio Taxi, a lo que unen el apoyo -dicen- de las otras dos asociaciones de titulares de licencia, “con lo que seríamos casi 150 taxistas a favor de esta propuesta”.
Efectivamente, las otras asociaciones de taxis reclamaban ayer también soluciones a la problemática actual. En el caso de Servi Taxi, su presidente Manuel Bruzón mantenía ayer “que es necesario hacer algún tipo de regulación” sobre la figura del asalariado. “Nosotros estamos por la limitación de 16 horas, o por otra regulación horaria”. En este último caso, plantea Bruzón como posibilidad que el asalariado trabaje “por ejemplo de siete de la tarde a siete de la mañana, o de cuatro de la tarde a cuatro de la mañana; da igual, pero que se regule sus horas de trabajo”.
El presidente de Gades Taxi, José Sáinz, indicaba que la regulación del servicio de taxi se ha venido introduciendo últimamente en muchas ciudades españolas, “pero aquí hemos ido aguantando hasta que la situación ya se ha hecho insostenible”, con unos beneficios diarios que según Sáinz han bajado “a la mitad”, lo que hace del taxi una empresa deficitaria que busca una salida a la crisis que atraviesa.