APUÑALAN A UN TAXISTA PARA ROBARLE 150 EUROS

Antonio, de 62 años, la mitad de ellos en el taxi, ha cultivado un sexto sentido para los clientes, y aquel no le dio buena espina. «Pensé que se iría sin pagar, pero lo que no imaginé es que me iba a dar una puñalada», dice.

Intentó hacerse el despistado. «¿Esa calle dónde está?», preguntó el taxista, que sabía perfectamente su ubicación. El individuo, de 30 a 35 años, con bermudas a cuadros y camiseta clara, le explicó: «En Ciudad Jardín, por la zona de la Sagrada Familia».

Al final, accedió a que se subiera al vehículo. La calle no quedaba muy lejos desde la plaza de la Merced, la parada donde Antonio se encontraba. El reloj del coche, recuerda el taxista, marcaba las 4.06 horas de la madrugada del viernes al sábado.

Apenas hablaron por el camino. A la mitad del recorrido, sonó una especie de campana y el cliente quiso saber la hora. Eran las cuatro y once minutos. Aún no habían llegado a su destino cuando el sujeto, que iba en el asiento del copiloto, le indicó que lo dejara allí mismo y le preguntó a cuánto ascendía la carrera. Lo hizo mientras abría la puerta y se iba bajando del coche. «Ahí pensé que saldría corriendo para irse sin pagar», recuerda Antonio.

«Dame todo lo que llevas»

Tras unos segundos hurgando en sus bolsillos, el individuo volvió a meterse en el habitáculo del vehículo y le lanzó un golpe al taxista en el costado derecho, según el relato del denunciante. «Al pegarme la puñalada, me dijo: ‘¡Pues toma! ¡Ahora me vas a dar todo lo que llevas!».

Antonio observó que el ladrón empezaba a ponerse nervioso. «Me echó mano al cuello y me hizo un raspón con la navaja que, calcula, podía tener diez centímetros de hoja. Yo le dije: ‘¿Qué haces loco?’. Y él me contestó que ya me había metido una y no quería darme más», cuenta.

El taxista le entregó todo el dinero que llevaba en el bolsillo, unos 150 euros de la recaudación de toda la noche de trabajo. Tras coger el dinero, el hombre le arrebató las llaves del coche. «Intenté impedírselo, pero me llevé un corte en los dedos». El asaltante emprendió la huida en dirección al puente de La Palmilla. «Le pedí que no se las llevara, y entonces me contestó: ‘Te las pongo aquí. Y ve al hospital a curarte’. Yo creo que estaba más asustado que yo».

Antonio caminó hasta el lugar donde el agresor le había dejado las llaves. Luego volvió a su taxi, lo arrancó y lo condujo hasta el Hospital Civil. Lo hizo solo, sin pedir ayuda. «No sé por qué, pero la verdad es que no tuve miedo en ningún momento», asegura el conductor.

Dejó el coche aparcado en una parada de taxi y se dirigió a pie a la sala de urgencias para pedir ayuda. Al ver que había sufrido una herida de arma blanca, la doctora que lo atendió avisó inmediatamente a la Policía Nacional, que envió una patrulla al lugar para investigar el suceso.

Poco después, agentes de Policía Científica acudieron al hospital para intentar obtener las huellas del agresor y realizar una inspección ocular en el taxi donde se produjo el apuñalamiento.

Tras recibir el alta médica -el navajazo no le dañó órganos vitales-, Antonio fue a comisaría para presentar una denuncia. Se tomó tres días para recuperarse y ayer, aún dolorido por el ataque y el derrame que le ha producido en el abdomen, volvió al tajo.
SALUT Y BUEN VIAJE.

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