EMPRESAS DE TAXI EXPLOTAN A SUS TRABAJADORES

   La situación actual en la que nos encontramos l@s taxistas (autónomos y asalariad@s) que sí trabajamos al volante es evidente. Existe un problema, y se llama sobreexplotación del total de las licencias, es decir la oferta de servicio de taxi excede en creces a la demanda.

   Las malas prácticas profesionales que se han generado son derivadas de la precariedad laboral existente para el autónomo y el asalariado. Si bien es cierto, como me comentaba un compañero, esta precariedad no justifica la mala praxis y saltarse el código ético entre compañer@s, como no respetar el Reglamento Metropolitano del Taxi, pero la realidad es la que es.

   Hay que dejar claro para que todos lo entendamos que el origen de procedencia del taxista no es la causa del porqué nos encontramos como estamos ahora. Es cierto que el bajo nivel de profesionalización, así como el fácil acceso a la profesión ha dañado la imagen del Taxi, pero no es la causa fundamental de nuestro problema. No mezclemos peras con manzanas…

   La situación actual del sector, es debido a un problema estructural derivado de la actual Ley del Taxi, que permite a cualquier titular de licencia de taxi la contratación de asalariados (no solo a las flotas), como forma de explotar la licencia de taxi, sin especificar el número de trabajadores, permitiendo el doble turno, o el triple…Llegada la “crisis” el sector del taxi ha absorbido a trabajadores desempleados de otros sectores afectados, coincidiendo con una fuerte disminución de la demanda de servicio de taxi.

   Otra cosa que hay explicar es el abuso de las empresas de taxis y particulares (titulares de licencia) en la contratación de taxistas asalariad@s, donde, ante la necesidad de éstos de trabajar, son sometidos a situaciones de denuncia laboral. Son muchos los casos de irregularidades en la contratación, así como de acordar bajo mano condiciones pactadas por debajo de lo que marca el Convenio colectivo.

   Partiendo del salario base establecido según Convenio colectivo y lo que el empresario cotiza por el trabajador  a la Seguridad Social (al margen del gasto de explotación y la plusvalía obtenida): el taxista asalariado está obligado a recaudar una cantidad mínima en euros, de manera que no alcanzar la recaudación mínima mensual (tipificado falta muy grave) es causa de despido. Actualmente, cuando la oferta sobrepasa la demanda es imposible alcanzar dicho mínimo.

   El Convenio colectivo se estableció sobre una recaudación que en tiempo de bonanza económica se podía alcanzar trabajando ocho o nueve horas de las doce horas que el taxista asalariado en su turno de trabajo disponía del taxi. Ahora es IMPOSIBLE FACTURAR la recaudación mínima, dado el número de taxis en la calle. Es ahora cuando el Convenio laboral no se sostiene con la realidad y obliga al taxista asalariado a trabajar más horas (doce horas no son suficientes). Este trabajo que excede la jornada laboral del asalariado, como del autónomo, es realmente improductivo y perjudicial para nuestra salud y la seguridad de nuestros pasajer@s. Nosotros nos hemos convertido en nuestra propia competencia sin darnos cuenta del origen del problema: todos contra todos, y no todos contra el problema.

   Esta crisis (o tomadura de pelo) ha llegado para instalarse, la demanda no aumentará. Algunos, desde sus tribunas desinformativas pueden seguir apelando al estado de derecho y a la libertad de empresa para justificar la explotación laboral que es evidente. Pueden confiar en “ampliar mercados” para incrementar la demanda de servicio de taxi, pueden seguir hablando sin tener en cuenta que el taxi, servicio de interés público, se rige con tarifas públicas y no podemos hablar de libre competencia en un sector intervenido por la administración pública. ¿o es que tal vez algun@s empresarios del taxi     (y titulares de licencia) pretenden liberalizar este sector desregulando los precios?

   Seamos sensatos, por ahora no podemos sino racionalizar nuestro trabajo de la mejor manera, que todos podamos trabajar, repartiendo la demanda existente (repartiendo el trabajo) y haciendo más eficiente y productivo el tiempo que le dedicamos. Mientras no se reforme la Ley del Taxi (para volver a 1 taxi-1conductor todas las licencias), si para ello es necesario limitar el tiempo de trabajo, bienvenido sea: así evitaremos que aumente la sobreexplotación de las licencias y evitaremos que aumente la explotación laboral, pudiendo conciliar trabajo y familia, cosa que ahora es imposible, y la cosa, solo puede empeorar. NO SOMOS MÁQUINAS SOMOS PERSONAS.

   Es necesario hacer observar a l@s compañer@s la realidad de la situación y no fomentar la ignorancia, que a veces es muy osada. Quien tenga una idea mejor le escucharemos con atención.

   Ha de prevalecer el interés de la mayoría que trabaja como taxista, autónom@s y asalariad@s, y no el de una minoría de titulares de licencia que no quieren trabajar y prefieren explotar a los demás. Así lo vemos desde Taxis Anarquía.


¡SI NO TRABAJAN POR TI QUE NO DECIDAN POR TI!                             

Un saludo a l@s compañer@s
  


  

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