ELECCIONES EN EL TAXI DE BARCELONA

Dentro de poco se celebraran elecciones en el taxi de barcelona, hacia mucho tiempo que no se celebraban elecciones y parece ser que la crisis, el descontento y la división dentro del taxi a propiciado o es oportuno para algunos que se celebren elecciones para elegir representantes, después de tanto tiempo. Taxis LLibertat se posiciona a favor de no votar, no participar y no hacer propaganda en estas elecciones electoralistas, muchos nos critican por esto, nos llaman antisistema, y que defendemos una falsa libertad, bueno respetamos las opiniones de todo el mundo. Estas son las razones por las que estamos en contra de estas elecciones electoralistas del taxi:

La ley estipula que para ser un sindicato «representativo» hay que presentarse a unas elecciones sindicales en las que se eligen delegad@s sindicales o representantes.

Mediante las elecciones le das a tus “representantes” el poder de decidir, firmar y negociar por ti e imponerte su voluntad y quedan durante  años fuera de tu control. En cambio si que están controlad@s por las cúpulas de las organizaciones sindicales o grupos a las que pertenecen.

Con las elecciones, las organizaciones sindicales o grupos obtienen liberad@s y subvenciones con los que se mantienen. En el fondo, es una cuestión de intereses económicos.

Si eres trabajador asalariado del taxi no tienes derecho ni a votar, solamente ejerce ese derecho el titular de la licencia, o sea tu jefe que además de decidir por ti lo hace cobrando, si es un representante elegido.

L@s representantes liberad@s  cada vez tienen menos en común con l@s taxistas trabajadores/as, tienden a profesionalizarse o a vivir del cuento y solo les interesa mantenerse, defienden sus propios intereses y no los tuyos.

Una vez que te han arrebatado la “representatividad” y que han conseguido liberad@s y subvenciones y un cierto margen de influencia, ya no les interesas, los programas electorales se olvidan y mejor que te calles y seas sumiso, tal vez así consigas algún favor (en vez de que se respeten tus derechos). Solo quieren tu voto y que no des problemas.

 Con las elecciones sindicales representativas, cuyo origen está en las elecciones del sindicato vertical franquista, sindicatos pactistas ,empresas y administración consiguen interlocutores para no tener que tratar directamente con l@s taxistas trabajadores/as. Estos interlocutores legales mantienen a l@s taxistas trabajadores/as a raya, sumis@s y desmovilizados, porque son l@s primer@s interesad@s en mantener su posición y dependen directamente de las subvenciones y liberaciones.

 Los sindicatos o grupos suelen montar sus candidaturas con cualquier tipo de persona que se preste a ello. No valoran las cualidades de los candidatos, sino que buscan a mientras más gente mejor. Van a la caza del candidato con un discurso que les dice: preséntate, no importa si luego no quieres hacer nada. Los sindicatos o grupos intentan tan sólo presentar muchas candidaturas y sacar muchos delegados.

 Como la ley otorga una serie de privilegios a los candidatos elegidos, muchos de los candidatos se presentan a las elecciones por obtener esas prebendas: privilegios, libertad de movimientos, subvenciones….

Para atraer a los votantes, los sindicatos o grupos necesitan un programa y hacer una campaña. El programa es siempre una promesa en la que se deja para mañana lo que debería ser conseguido hoy. Además, puedes comprobar que todos los programas prometen lo mismo: derechos, democracia, más trabajo, turnos, libertades etc. Es sabido que una vez conseguido el cargo, el programa es dejado a un lado.

Las elecciones implican una lucha sucia e inmoral entre sindicatos o grupos. Las distintas centrales intentan a toda costa evitar la presentación de candidaturas rivales. Por ello los candidatos son presionados para que renuncien, las listas vigiladas para impugnarlas, y el proceso revisado para hacerlo caer. A los sindicatos o grupos no les interesa la democracia, la pluralidad de opiniones, la presentación de opciones diversas, sino la destrucción del rival.

 El día de las elecciones

1.- En el día electoral asistirás al espectáculo de ver a apoderados, líderes y supervisores  pasear por los distintos servicios, paradas de taxis, aeropuerto, estaciones cazando votantes. Ese día se dora la píldora al taxista. Se le recuerdan pasados favores hechos, y los que aún puede recibir. Es el día en que por medio de la sonrisa, del agarre del brazo y de la invitación a la cerveza, los “elegidos representantes” confraternizan con el taxista.

2.- En el día electoral, si te decides ir a votar, sentirás la extraña sensación de estar realizando un ritual vacío, carente de sentido. Es como ir a misa sin ser católico. Las motivaciones para el voto, son de lo más diversas. Unos votan porque hay que votar; otros por ver que pasa; otros por diversión o incredulidad; otros votan por no quedar mal ante fulano o zutano; otros por miedo a perder sus posiciones privilegiadas. Y muy pocos, por no decir nadie, piensa que están eligiendo a sus representantes . Hay además, un montón de gente que no vota ¿Por qué?

Después de las elecciones

1.- Porque mediante las elecciones no eliges a tus representantes. Al votar lo que haces es otorgar poder a una persona para que decida en tu nombre. Tú no puedes controlar al delegado o representante, no puedes exigirle que cumpla su programa, rápidamente olvidado. La ley otorga al representante poder para negociar, firmar e imponer su voluntad al taxista; por la posición que ocupa traba amistad con inspectores, jefes, directivos y administracion IMT; consigue mano para enchufes, chanchullos, pasteleos y enjuagues. El representante  aprende normativa y leyes, que te explica lo que está bien y está mal de acuerdo con la administración.

2.- El proceso electoral está montado para que una vez hayas votado, te calles. Tú pintarás muy poco ante el representante, ante el grupo y ante el sindicato, que sólo desea que votes, que no des problemas y que pagues la cuota. Con lo cual aprendes que hay que ser pasivo, que protestando sólo consigues hacerte antipático, y que lo mejor es dedicarte a tus asuntos. Y una vez domesticado, los sindicatos y grupos te echan en cara que no te interesa nada, que no participas, y que por eso ellos no consiguen resultados.

3.- A pesar de todo, hay representantes honrados,  que intentan hacer bien las cosas y luchar por los derechos y mejoras de los taxistas. Pero el hecho es que hay una separación, una división entre el taxista que hace su trabajo, y el representante que está liberado o que dispone de horas sindicales. Tú no te acabarás de fiar de un delegado que no sabes a qué dedica su tiempo, y al que ves en reuniones de las que te enteras de muy poco; y él no se fía de tí, porque te ve egoísta, pasivo, apegado a tus cosas, ignorante de un montón de problemas y limitado a tu propio punto de vista. Los choques son inevitables. Porque el representante combativo está solo: nada puede contra la patronal, los floteros y sus recursos, ni contra los grupos pactistas, ni contra los representantes corruptos. Rápidamente se quema y aprende la lección: o se corrompe, o pierde entusiasmo, o dimite. Desengáñate: el Capitán Trueno no existe.

4.- Entonces, si las elecciones no valen para que tu voz se oiga, ¿para qué sirven?  Las elecciones  sirven para asignar la representatividad de los sindicatos o grupos. Así, cada voto recibido  sirve para que esos sindicatos y distintos grupos obtengan la etiqueta de representativos o mayoritarios. Gracias a esa falsa etiqueta, la administración  el gobierno reparte en subvenciones directas e indirectas (pagos de cursos, proyectos, empresas, liberaciones, subvenciones monetarias, fungibles…). Estas subvenciones sirven para nutrir a una casta de representantes profesionales, cuya principal misión en esta vida es no perder la poltrona. Y para ello, pactan lo que haga falta con quienes les pagan.

5.- Hay un último punto que reluce después de las elecciones sindicales: el voto no es secreto. En primer lugar, se sabe quién vota y quién no vota . En segundo lugar, tras las elecciones los representantes someten a escrupuloso escrutinio los censos electorales, y los comparan con los resultados obtenidos. Dado que cada sindicato o grupo controla quienes son sus potenciales votantes (afiliados y simpatizantes), y quienes son sus potenciales enemigos (miembros de otros sindicatos), pueden cuadrar las cuentas y valorar si cada cual ha votado a quien debe votar. Si votas en blanco, nulo, o a otro sindicato o grupo distinto del tuyo, eso se acabará sabiendo. Por lo tanto hay que denunciar la falacia del voto secreto.

 ¿Qué podemos hacer?

Lo primero, no colaborar con la farsa: no votar. Votar es un derecho, pero no es un deber. Si te ofrecen ser candidato, no aceptes.  Pero hay que hacer algo más. No basta con quejarse, con decir que todo está muy mal. Aunque la abstención electoral sea en muchos casos superior al 50%-70%, basta con un porcentaje mínimo de votantes (los votos de los representantes  interesados en salir, y los de sus amigos), para que la adminitración reparta entre ellos sus subvenciones. Por eso es fundamental que tú te conviertas en tu propio representante, que tú te organices con el resto de tus compañeros, que tú hables de cuáles son tus problemas, que tú protestes, que tú decidas… Es preciso que te des cuenta que tú no eres culpable de lo mal que está el taxi, porque los culpables son ellos. Pero que sí eres responsable de lo que sucede. Si te quedas quieto, y te callas harás exactamente lo que ellos esperan de ti.

 ALTERNATIVAS A LAS ELECCIONES.

Es el modelo asambleario de democracia participativa. Una asamblea esta formada por cualquier taxista autónomo o asalariado que quiera participar , que reunidos en asamblea debaten sus problemas y deciden las acciones que deben emprender para solucionarlos. No hay privilegios, ni liberaciones, ni subvenciones ni poder en manos de los “representantes del taxi”, ya que toda capacidad de decisión pasa por la asamblea donde todos somos iguales, y donde se negocia directamente con el IMT sin intermediarios ni representantes liberados. Desde nuestro punto de vista, no son necesarios ni las elecciones electorales, ni los representantes para defender los intereses del colectivo del taxi de barcelona .

POR EL APOYO MUTUO ENTRE TAXISTAS, NO NOS REPRESENTA NINGÚN ELEGIDO,

UNIÓN-ASAMBLEA-IGUALDAD

SALUT Y BUEN VIAJE.

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