LA FALTA DE PERSONAL EN EL INSTITUTO DEL TAXI DE SEVILLA ATASCA LAS GESTIONES DEL GREMIO

La escasez de personal en el Instituto del Taxi de Sevilla -el organismo municipal que dirige, organiza e inspecciona este servicio de transporte público en concesión- está provocando un profundo malestar en el gremio por la ralentización que sufren las gestiones diarias de permisos y documentación de los 2.300 taxistas. La situación está retrasando los trámites de la autorización municipal de conductor de taxi que hay que renovar cada cinco años, la revisión anual de la documentación del taxi, la convocatoria de exámenes para convertirse en taxista y la resolución de los expedientes abiertos por infracciones, explicó a este periódico Fernando Morales, presidente de la Unión Sevillana, la patronal mayoritaria.

Las dos asociaciones principales mantienen posiciones opuestas sobre la solución al problema del personal y al retraso de los trámites. La que controla el Aeropuerto de Sevilla (Solidaridad del Taxi) está aprovechando este problema para forzar el cese del funcionario del Instituto del Taxi (Rafael de Dios) que fue propuesto como director por seis meses. La petición de cese se produce ahora que su periodo de prueba expira el próximo 24 de abril.

La entidad que dirige Morales no es partidaria de cesar al director propuesto. Cree que la clave para acabar con el problema es que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, contrate a tres empleados más que eleven la plantilla de los seis trabajadores actuales a nueve y que se ratifique en su puesto al director provisional para tenermás facultad de firmar y tomar decisiones.

La delegación de Movilidad confirma que la plantilla vigente del Instituto del Taxi es de seis personas: tres auxiliares, un administrativo y dos técnicos, incluido en este cómputo Rafael de Dios, jefe de Sección Adjunto de Servicio mientras no lo nombren oficialmente como director.

Morales reconoce que la lentitud de los trámites no es algo nuevo de este mandato municipal. “La situación nunca ha estado bien y está igual de mal que en años anteriores. Hemos pedido una reunión urgente al alcalde y al delegado de Movilidad para hablar de los problemas. Tienen que nombrar ya al director para que firme y tome decisiones con más autonomía de gestión, y darle todo el personal posible”, aclaró el dirigente de la Unión Sevillana.

Morales considera que la diferencia con el director anterior (el ex taxista y licenciado en Derecho Enrique Fernández Alcoba) es que tenía un perfil más político para capear los problemas porque “está siempre disponible al teléfono y no tiene horarios. Otra cosa es la gestión”. En opinión del líder de la Unión Sevillana, sólo si la situación no mejora con estos requisitos, entonces habría que analizar si el problema es del personal del Instituto o de su director.

Por contra, Solidaridad del Taxi, la entidad de taxistas que controla el Aeropuerto de Sevilla, aprovecha la situación para pedir la cabeza del director provisional, a quien culpa de la situación y de exigir demasiados trámites para todos los permisos y documentación. Se queja incluso de que esté generalizando los trámites por internet. A su juicio, “no es un problema de personal porque si la plantilla no tiene instrucciones del superior no tiene nada que hacer”, afirma.

Filgueras plantea sus condiciones: “Necesito un director de Instituto más próximo, alguien que esté en el tajo y que vea las historias. Su capacidad de gestión no está en duda, pero sí su actitud. Es un burócrata encorsetado. No se adapta su perfil a lo que se necesita. Al anterior lo llamabas y a los diez minutos estaba ahí. Era más dinámico. Echo de menos esa inmediatez en la reacción”. Esta asociación se opuso a la propuesta del PP del funcionario director y reclamaba la vuelta del anterior.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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