MULTAN Y CACHEAN A LA PRESIDENTA DE LOS AUTÓNOMOS DEL TAXI

Eugenia García sospecha represalias por denunciar actividades ilícitas de los floteros; ha puesto los hechos en conocimiento del juzgado de guardia. La Policía Local aún no ofrece su versión.

Dos actuaciones policiales, cada cual más llamativa, el mismo día y sobre la misma taxista, en este caso la presidenta de la Asociación de Asalariados del Taxi de Las Palmas de Gran Canaria, Eugenia García. Según denunció ella misma la noche de este martes ante el juzgado de guardia, el lunes fue objeto de una multa que considera arbitraria a las cinco y media de la tarde, en la parada del parque de San Telmo, y de una retención con registro “exhaustivo” de su coche a las 22.30 al grito de “danos la droga que llevas” a la altura del barranquillo de don Zoilo.
El jefe de la Policía Local ha dicho a CANARIAS AHORA que en unos días estará lista la versión de ese cuerpo, una vez recabe los informes de los agentes que protagonizaron los hechos.
Eugenia García, que denunciara en 2010 la corrupción en el sector del taxi con el archivo de la causa por errores en la investigación policial, se ofrecía precisamente este lunes a la justicia, en compañía de otros taxistas, para testificar en las diligencias que se siguen actualmente contra los floteros, como se conoce en el argot a las personas que explotan masivamente licencias de taxi de las que no son titulares.
Según la denuncia que presentó escrita a mano en el juzgado de guardia la noche de este martes, a las 17.30 del lunes fue requerida por agentes de la Policía Local para un “control de vestimenta”. Los policías se dirigieron a Eugenia García y a otros tres taxistas, asalariados igual que ella, con el mismo motivo. En medio de esa operación se presentó otro agente (el 10.590) a bordo de una motocicleta que interviene sin motivo aparente para decir a la taxista que así no puede ir vestida. La requerida se dirige a los otros agentes, según su testimonio, para referirles su extrañeza por un control así cuando el sector está sumido en una fuerte polémica por las ilegalidades detectadas y la presencia de trabajadores no regularizados.
Igualmente, siempre según su versión, manifiesta a los agentes su extrañeza por la exigencia de aplicación de un reglamento de vestimenta que data del año 70 y que, entre otras cosas, prohíbe a los hombres el uso de sandalias. Su crítica a la actuación policial y sus referencias al problema de los autónomas son respondidas por el agente 10.590 con un expeditivo “ahora sí que te multo”, a lo que sigue una sanción de 200 euros por vestir ropa deportiva (la taxista asegura que vestía traje de manga hueca y sandalias atadas a los tobillos).
Pasado ese mal trago y aún sin salir de su extrañeza, Eugenia García asegura haber sido víctima de otra actuación arbitraria por parte de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria a las 22.30 horas, concretamente en la confluencia entre el paseo de Chil y el Barranquillo de don Zoilo. Siempre según su relato, tras realizar su último servicio y dirigiéndose a su casa, fue interceptada por un coche patrulla de la Policía Local con todas sus señales luminosas y acústicas activadas que le rebasa y le corta el paso por la parte delantera hasta obligarla a detener su vehículo.
Los agentes le ordenan salir del coche, momento en el que se incorpora a la operación la dotación de otro coche, en este caso camuflado, del que se bajan dos agentes de paisano que se identifican mostrando fugazmente sus placas. “Danos la droga que llevas”, le increpan ante el asombro de la taxista.
No hubo detención ni apareció droga alguna ni en el taxi ni en posesión de la retenida, que en varias ocasiones reclamó a la fuerza actuante que se avisara a la Policía Nacional ante la poca confianza que le podía inspirar una actuación de ese tipo.
Casualmente este martes circuló en el WhatsApp del colectivo de los taxistas de la ciudad la reproducción de una página del periódico Canarias7 con una noticia referida a Eugenia García (“Ocho taxistas piden declarar como testigos contra los floteros”) bajo la cual se podía leer en un español un tanto macarrónico: “Represalias no tomará el sector del taxi con su señoría (Rosell). El sector del taxi respeta las decisiones de su señoría. El sector del taxi tomará decisiones oportunas contra aquellos compulsivos que mienten, como la que presume de ser presidenta de asalariados del taxi. Consumidora de estupefacientes que por respeto al sector no debería estar trabajando en nuestro sector”.

Tardará la versión policial
La versión de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria sobre estos hechos de los que ha sido víctima la dirigente del taxi Eugenia García no se conocerá hasta este miércoles o el jueves, según indicó a este periódico el máximo responsable de ese cuerpo, el comisario Javier Henríquez.
Henríquez aseguró que había recibido este mismo martes por la mañana a la afectada por espacio de dos horas, pero tampoco le ofreció ninguna versión porque todavía no la conocía.
García se quejó ante Henríquez de ser víctima de represalias por parte de determinados agentes de la Policía Local precisamente por ser activa denunciante de los abusos e ilegalidades que se cometen en el sector del taxi.
Javier Henríquez admitió a preguntas de este diario mantener amistad con el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT), José Luzardo, considerado el más influyente defensor del actual status quo del sector. “Lo veo un par de veces al año, pero nada más”, recalcó.
Preguntado si es consciente de que muchos agentes de la Policía Local compaginan su actividad profesional con la de conductores de taxis, Henríquez restó importancia a esa extendida evidencia, pero admitió que incluso su actual conductor en el pasado (hace más de cinco años) se dedicó a esa actividad.
Incluso dijo conocer la existencia de agentes de la Policía titulares de licencias de taxi, algunos de los cuales ya las han vendido, lo que vulneraría el reglamento del sector.

SALUT Y BUEN VIAJE.
 

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