UN MILLAR DE TAXISTAS CLAMAN EN SANTA CRUZ CONTRA LOS TRANSPORTISTAS PIRATAS

TENERIFE  –  Conductores de todos los municipios, sobre todo de los turísticos, solicitan más controles para evitar la competencia desleal que ha reducido a la mitad sus ingresos.

Un millar de taxistas de toda la Isla, principalmente de los municipios turísticos, se concentraron ayer en los aparcamientos del Parque Marítimo para protestar contra la competencia desleal de los transportistas piratas que les quiten clientes en hoteles, puertos y aeropuertos.
A las 11:00 horas comenzaron a llegar estos trabajadores autónomos con sus vehículos al parking del complejo de piscinas para ya a las 12:30 horas comenzar el trayecto a pie. Los 1.000 taxistas que vinieron hasta Santa Cruz partieron hasta el Cabildo para entregar la documentación con sus peticiones al presidente de la Corporación, Carlos Alonso.
El parón de los taxistas del Norte y el Sur se mantuvo hasta las 24:00 horas, mientras que los trabajadores de Santa Cruz y La Laguna pararon su actividad hasta las 15:00 horas, ya que “en nuestros municipios hay un mayor control por parte de la Administración Local”, afirmó Francisco Guanche, presidente de la Comisión de taxistas del Área Metropolitana.
Guanche aseguró que en la reunión del pasado martes con el director insular de Movilidad, Manuel Ortega, acordaron realizar reuniones semanales para intentar solucionar los problemas a los que se enfrentan cada día.
En concreto, las reivindicaciones de los taxistas son que se aumenten las inspecciones y que se forme a los policías locales de los ayuntamientos para evitar que vehículos particulares, de alquiler y los hoteles ofrezcan transportes sin los permisos que exigen las administraciones, así como que estas dejen de dar autorizaciones para ocio y recreo que permita a determinados conductores trabajar en puertos, aeropuertos y hoteles.
En caso de que lleguen a un acuerdo sobre todos estos puntos, Guanche aclara que desconvocarán la huelga, que se repetirá el próximo 15 de noviembre.
El director de Movilidad se comprometió en esa reunión a mejorar los controles para acabar con los vehículos ilegales, aunque aseguró que el Cabildo ya realiza esos trabajos. Sin embargo, Francisco Guanche recordó que “la Corporación solo tiene tres inspectores de transporte”. Aún así, el representante cree que “existe buena predisposición por parte del Cabildo para llegar a un acuerdo”.
Manuel Ortega también les manifestó que van a reunirse con los ayuntamientos para mejorar la coordinación con los policías locales y les ofreció ayudas y formación para que puedan dar información en varios idiomas y para crear páginas web con las que poder llegar a los turistas por internet.
El intrusismo en el sector del taxi se agudizó con la crisis, aunque los transportistas ilegales existen, prácticamente, desde que el turismo llegó a la Isla. Así, Miguel Marrero, miembro de la Cooperativa de Taxis de Puerto de la Cruz, recuerda que desde 1985 ya podía verse a personas que hacían estos servicios sin tener licencia. En su municipio, Marrero sostiene que desde abril ha caído la recaudación un 50%, con lo que la caja diaria ha pasado a entre 40 y 50 euros. Para él, esta profesión ya no es igual, sobre todo porque “Puerto de la Cruz ya no es un destino de calidad y los turistas con más poder adquisitivo se van al Sur”.
Además de las personas que utilizan su vehículo particular para hacer funciones de taxis sin licencia, principalmente en los aeropuertos, una de las mayores quejas es sobre las empresas de ocio y recreo y de transporte discrecional, que realizan trayectos adicionales. Hay empresas de alquiler de vehículos, de surf e incluso guaguas de turoperadores que utilizan vehículos propios, que deberían destinar al traslado de sus empleados, para llevar a los turistas como si fueran taxis.
Rosy León, trabajadora de Arona, recalca que “existen hoteles y barcos de recreo que tienen sus propios automóviles para hacer nuestro trabajo y ahí es donde más perdemos”. En el Sur, “hay muchos extranjeros que como conocen idiomas usan sus vehículos para llevar turistas”. De hecho, León asegura que “captan a sus clientes hasta en los bares e incluso existen apartahoteles en los que hay carteles con teléfonos de personas que realizan este trabajo de manera ilegal”. En su caso, el mejor trayecto que solía realizar es desde los hoteles hasta el aeropuerto Reina Sofía y ese es, precisamente, “el que ahora realizan quienes no son profesionales”. “Nosotros sobrevivimos de las carreras pequeñas”, recalcó.
En Los Rodeos existe la misma problemática. Miguel Ángel Chinea, taxista de La Laguna, se queja de que “no hay ningún tipo de control”.
Hoy, “los intrusos se colocan en el parking” y es ahí donde “habría que poner vigilancia”. En cuanto al turismo, Chinea mantiene que “en los visitantes rusos se nota, cada vez más, como contratan por internet taxis ilegales”.
Estas ofertas en la red son, en muchos casos, engañosas, ya que, según aseguran los taxistas, “ponen precios más elevados de los que les costarían utilizar un vehículo autorizado”.
Según los profesionales del municipio lagunero, los taxistas de Santa Cruz son quienes más les afectan, porque “cuando no tienen mucho trabajo en la capital suben hasta La Laguna”, reclama Chinea.
En su opinión, en La Laguna el trabajo ilegal, aunque se concentra en el aeródromo, abarca más zonas, como el Hospital Universitario de Canarias (HUC). “Hay trabajadores del Norte que traen a la gente y en lo que las esperan se quedan por La Laguna”, recalca.
Con todos estos impedimentos, los profesionales están de acuerdo en que, en la actualidad, ser taxista no es rentable. Juan Francisco Armas, secretario de la Asociación de Taxis de Granadilla, sostiene que “mucha gente continúa con el coche porque no hay otra cosa, pero en los últimos años nuestra economía se ha reducido”. “Los servicios largos, que hacíamos por ejemplo a Santa Cruz, se han acabado. En un mes malo, como tengamos una avería, podemos llegar a tener pérdidas”, concluyó.

SALUT Y BUEN VIAJE.
 

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