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¿CUÁL ES LA MEJOR CIUDAD PARA COGER UN TAXI?

DE LONDRES A NUEVA DELHI
Forman parte del paisaje urbano y en algunos casos se han convertido en auténticos iconos de las ciudades por las que circulan.
Repasamos algunos de los taxis más famosos y mejor valorados.

Cada ciudad tiene algo que la hace especial. Puede ser un monumento, un edificio, un plato típico… Es esa foto que la convierte en reclamo turístico, que la hace ser reconocible y reconocida en el mundo. Ese detalle fácil de recordar y de explicar a los demás que permite al viajero sentir una cercanía con el día a día del lugar que visita y que le hace estar un poco menos de paso. Los oriundos saben que existe tal cosa, que son un cúmulo de detalles los que hacen única a su ciudad. Ni Bilbao es solo el Guggenheim, ni Vitoria la plaza de la Virgen Blanca. Sin embargo, el turista carece del tiempo necesario y no le queda otra que usar atajos que retengan lo visto en su memoria. Uno de los flashes más fáciles de evocar son los taxis. En una gran ciudad, el paseante, sin quererlo, convive con el tráfico y en la multicolor caravana estos vehículos, todos perfectamente identificados y uniformados, se convierten en un repetitivo goteo que el subconsciente acaba por absorber. Eso para el que no se monta nunca en un taxi; que el que los usa seguro tiene alguna anécdota que le impide olvidarse del viaje.
Sin esforzarse demasiado, así a bote pronto seguro que acierta el color de los coches de servicio público de media docena de ciudades. Si le gustan los coches clavará hasta el modelo más común en la flota. Probemos.
– ¿Manhattan?…
– Amarillo
– Correcto. ¿Londres?
– Negro
– Sí. ¿México DF?
– Verde.
– ¿Venecia?
– Marrón. Espera. En Venecia no hay carreteras.
– Pero sí hay taxis, que van por los canales. Los llamados water taxis son unas elegantes barquicuelas que mejor sería llamar water buses ya que pueden transportar hasta 10 personas. Quizá para grupos sean interesantes. Navegar hasta el Marco Polo sale por unos 130 euros. Claro que nada más pijo que moverse a su aire lejos de los ‘proletarios’ vaporettos.
Sirva el ejemplo también para recordar que más allá de los típicos, preciosos y pronto extintos Victoria Crown que salen en todas las películas con Nueva York como escenario, el mundo está lleno de adorables taxis que regalan a la ciudad por la que circulan un aspecto especial. Repasamos algunos de los más llamativos.
Decir taxi es decir Londres. El Hackney Carriage o Black Cab es tan propio de la milenaria ciudad del Támesis como el té de las cinco. Son unos coches espectaculares. Amplios, cómodos, señoriales, caros a más no poder (tanto el vehículo como la carrera), pero absolutamente preciosos. Pura esencia. De hecho están considerados los mejores del mundo según una encuesta de hoteles.com. Claro que todo esto no es nada que no supiéramos antes de leer el artículo. Así que vamos con alguna curiosidad. La palabra castellana ‘jaca’ (Caballo cuya alzada no llega a metro y medio) y el Black Cab tienen el mismo origen. Los nombres queremos decir. Jaca, según la RAE, viene del castellano antiguo ‘Haca’, que deriva del francés ‘Haque’. Este término a su vez remite al inglés ‘Hack’, que no es más que el acortamiento de Hackney, un antiguo pueblo medieval -hoy absorbido por Londres- famoso por los caballos que allí se criaban. Ya ve. La próxima vez que aterrice en Heatrow (o en Stansted si vuela en low cost) pueda hacer el chiste malo de “vamos a coger la jaca hasta el centro”. Eso sí, le saldrá cara la tontería. Transport for London publica en su tabla de tarifas que el viaje entre el aeropuerto y el centro puede alcanzar las 85 libras (unos 102 euros).
La siguiente ciudad con los mejores taxis según la referida encuesta es Nueva York -qué se puede decir que no se haya contado ya; mientras que la tercera es Tokio. El aspecto de los taxis de la capital nipona no es tan conocido -salen en menos películas- aunque no dejan de tener algunas curiosidades dignas de mención. En 1995 Toyota desarrolló un modelo, el Crown Comfort, para que fuera usado como taxi en Japón. Es el mismo que se usa en Hong Kong solo que en la ex colonia está pintado de rojo y en la isla imperial son amarillos con una franja horizontal roja bajo las ventanas. Es el coche que también utilizan en las autoescuelas para enseñar a conducir. Algunos vehículos permiten hasta cinco pasajeros (como los hackney ingleses) y además montan de serie interesantes soluciones como que las puertas traseras las pueda abrir mediante un automatismo el conductor sin necesidad de bajarse del coche. Y es que los japoneses son muy prácticos y de hecho el automóvil es bastante espartano. Motores dos litros con 80 y 115 CV y llantas de 15 pulgadas. Nada que ver con los monstruos que se usan en otro países para el transporte público.

Por cierto, los taxis de Tokio tienen fama de ser los más caros del mundo. El trayecto del centro al aeropuerto -el que se usa de manera global para realizar el ranking- lo es. Cuesta unos 300 euros. Sin embargo, las instalaciones de Narita están a 60 kilómetros por lo que el precio kilómetro no sería el más elevado del planeta. Copenhague, con la pista a 8.000 metros del centro -alguno podría ir corriendo- la carrera sale por unos 37 euros. Según Moneycorp, que ha recogido estas tarifas la lista de precios por kilómetro, en dólares, la encabeza la capital danesa, (6,5), seguida de Ginebra (5.5). Tokio se queda en 4,4. También es caro el trayecto Malpensa-Milán, 106 dólares por 40 kilómetros. En comparación, en Sofía se hace el recorrido completo por 3.30 dólares.
Aunque volvamos a los taxis y su inconfundible aspecto. Algo digno de ver, siempre tan pulcro, ordenado y conjuntado es una parada de taxi alemana. En Berlín, por ejemplo, aunque son iguales en muchas ciudades germanas. Siempre bien surtidas, la fila de Mercedes Clase E, normalmente de la segunda generación con sus saltones faros que parecen unos ojos de sapo, parece un ejército listo para revista en sus uniformes beige. La verdad es que el color de los taxis alemanes no es nada atractivo, pero estos coches quedan de los más resultones.
Otro cantar eran los escarabajos verdes de México DF. Los ‘vochos’ eran quizá los coches más monos que se podían encontrar en una gran ciudad. Era ver uno -era, porque fueron retirados ya todos el 31 de diciembre de 2012- y dibujarse una sonrisa en la boca. La normativa obliga a que los taxis del país tengan menos de 10 años y el Beattle se dejó de fabricar en México en 2003.
Lo que es inagotable, en cambio, es la lista de taxis molones y no nos entrarían todos en un solo artículo. Qué decir de los negros y amarillos tanto de Buenos Aires como de Barcelona. O de los súper deportivos que han adaptado en Emiratos Árabes y otros países de Golfo para transportar a los adinerados visitantes. Y qué contar de los rickshaw de Nueva Delhi. Ahora todas las ciudades que quieren parecer modernas están poniendo en marcha servicios de bicitaxi con triciclos como los de India. Claro que si lo que se quiere es transporte no contaminante; ninguno comparable al de de Mijas.

SALUT Y BUEN VIAJE.

 
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