Paseando con el compañero Mariano (taxista, punk y activista del movimiento libertario de los 80) recordamos una de las rutas más significativas de la escena musical, de movimientos sociales y del movimiento punk en la Barcelona de los años 80, la encontramos en el casco viejo de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella, barrio del Born.
En la calle dels agullers 18 se encontraba el Kafé Volter, un local de reunión para diferentes colectivos donde poder organizarse, también un lugar de intercambio de música y contracultura (fanzines, casetes, discos, libros, comics…)
El Kafé Volter se inauguró el 7 de octubre de 1985 bajo el rótulo y el nombre oficial de Associació Arex. A partir de aquel momento y hasta su cierre, desde allí se dirigió buena parte de la pequeña revuelta que se realizó los meses posteriores, desde la concentración para pedir locales frente a los baños públicos, hasta los echos del Concentrik y la creación de la PUAJ (Plataforma unitaria anti-represiva de jóvenes) o el Carnaval Antimilitarista.
Un gran número de personas y colectivos se reunirán en el Kafé Volter, hubo una explosión creativa, y empezaron a salir mil y una ideas. La respuesta represiva a las alternativas e ideas hizo que el mismo espacio canalizara la red de resistencia a la represión, de manera que la espiral se creó muy pronto y acompaño al local hasta su cierre alrededor de un año después.
El Kafé Volter era un local pequeño en la calle Agullers 18, entre la iglesia de Santa Maria del Mar y Via Laietana, casi un callejón. La sala principal, la entrada debía tener unos 20 m2: diáfana, paredes blanclas los primeros dos días, al fondo había dos escaleras, a mano izquierda unas de bajada, y a mano derecha unas de subida. Las de la izquierda, dos o tres escalones, te llevaban a un espacio de 10 m2 donde había algunos taburetes, la pequeña barra de bar a la derecha y la puerta del baño, al fondo a la izquierda. La otra escalera, la de subida, te llevaba a una salita, una especie de balcón que daba a la sala de entrada, de unos 15 m2, donde había cuatro o cinco mesitas y, a la derecha, una puerta que daba a la habitación que servía de oficina.
Era un sitio minúsculo que los fines de semana o las noches de concierto o de otra actividad multiplicaba su capacidad de manera inimaginable, y donde las paredes se llenaron rápidamente de pintadas de todo tipo, dando fe de la variedad de personal que por allí pasaba.
Gran número de concentraciones, manifestaciones y actividades se organizaron desde el Kafé Volter, como las manifestaciones anti OTAN y antimilitaristas donde era frecuente ver un gran número de punks.
ruta Carnaval antimilitarrita avenida Paral·lel, 1986
En diversas ocasiones grupos de skins Nazis, acudían a las inmediaciones del Kafé Volter para agredir a toda persona que pasara por el Kafé Volter, especialmente a los Punks. El Kafé Volter fue atacado duramente en una ocasión por un grupo de skins Nazis que recibían indicaciones de un misterioso individuo con una gabardina. Resultaba verdaderamente escalofriante y significativo, como estas agresiones por parte de grupos de extrema derecha, quedaban totalmente impunes ante la pasividad cómplice de la policía.
Cerca del Kafé Volter, estaba el antiguo Zeleste situado en la calle Plateria, ahora Argenteria, en el barrio del Born, junto a la iglesia Santa María del Mar. La historia de la música contemporánea en Barcelona tiene un referente indiscutible y entrañable en Zeleste.
Cuna de tantos músicos de una época en que la ciudad comenzaba a salir de una larga noche de represión y de carencias vivenciales, la apertura del local de la calle Platería 1973 respondió a la necesidad de reunir a todo un sector de la juventud del momento, que no comulgaba con los criterios clasistas y burgueses que impregnaban de otros ambientes de moda de estilos controlados por un franquismo agonizante. Zeleste fue fundamental en la génesis y desarrollo de la llamada música laietana y permitió impulsar un plegado de artistas y músicos que ya forman parte de nuestra historia. En aquella época no era una sala grande ni tenía un gran escenario; la importancia radicaba en la opción musical, diferente a la típica propuesta por el franquismo y que apostaba por éxitos internacionales y figuras locales Sisa, Gato Pérez, la Compañía Eléctrica Dharma, Toti Soler, Orquesta Plateria , Mirasol y tantos otros que protagonizaron una época dorada de la música progresiva catalana.
Victor Jou, un personaje innovador y de iniciativa fue el padre absoluto de Zeleste, un local irrepetible que además de actuaciones en directo cada noche, fue capaz de crear su propio sello discográfico y toda una infraestructura al servicio de los músicos emergentes del momento, que les permitió incluso su proyección en otros países. Jou creó en 1978 en el propio Zeleste la Escuela de Música del Centro de Difusión Musical del barrio de la Ribera, una especie de escuela alternativa de la que Carles Santos fue uno de los promotores. Se compró el resto del edificio y se consolidó la escuela.
También se hizo un lugar importante como sala de conciertos de jazz, por la que pasaron figuras como Bill Evans, Stan Getz, Machito, Gerry Mulligan o Carles Benavent, y donde Tete Montoliu grabó tres discos en directo. En la sala Zeleste es donde se hizo el primer festival de música hindú de Barcelona.
En aquellos años setenta, con la proximidad de la sala Zeleste de la calle Platería con la Vía Laietana, esta sala fue una de las que propició el rock layetano, precursor o iniciador del rock catalán, y organizó, junto con Pimientos, el Festival Canet Rock durante tres años. Se crearon formaciones como la Compañía Eléctrica Dharma y la Orquesta Platería (1974). La sala era un referente no sólo en Barcelona sino en toda España.
rock especial 27 noviembre 1983
En los años ochenta llegaron la movida madrileña y el pop español, en una época en que en Cataluña se hacía más bien otro tipo de música, más hippy y de canción, y este movimiento madrileño era visto como hortera. Pero Zeleste también acogía bandas de rock, punk y mods, como Loquillo, El Último de la Fila, Peter and test tube babies, Golpes bajos, Seres vacíos, Autodefensa, Antidogmatikss, Derribos arias, L´odi social…. Los grupos punks barceloneses de los 80, encontraron en la sala Zeleste, un medio alternativo donde poder realizar conciertos.
Brighton 64 sala zeleste 1983
En el año 1986 se cierra el local de la calle Platería para abrir uno nuevo y mucho mayor en la calle Almogàvers de Poblenou.
Fuentes consultadas:
QUE PAGUI PUJOL! UNA CRONICA PUNK DE LA BARCELONA DE LOS 80 – JONI D
Que Pagui Pujol! Es un relato visceral y trepidante, con nombre y apellidos y de alto contenido combativo. Una crónica llena de referencias musicales y localizada en espacios míticos de la capital catalana, muchos de ellos desaparecidos y borrados de la memoria oficial, de una ciudad en constante lucha por mantener prendida la llama de la resistencia. Un collage narrativo que combina la investigación histórica y autobiográfica, con un minucioso esfuerzo por retratar la Barcelona de la década de los 80 desde una òptica punk, a partir de fotografias, carteles y octavillas, fanzines y recortes de prensa. El protagonista del libro es el propio autor: un Joni D adolescente y punk que nos conduce desde la irreverente escena musical alternativa y las primeras okupaciones, hasta las movilizaciones autónomas en contra de la OTAN y el servicio militar, pasando por las primeras coordinaciones con punks de Madrid, Euskal herria… La historia de diez años que empieza con las primeras emisiones de las radios libres, y acaba con el nacimiento de diversos proyectos autogestionados vinculados a los movimientos sociales Barceloneses. Un trabajo militante y resistente que nos muestra el peso y la significación de las contraculturas urbanas, al tiempo que cuestiona la estrategia de la amnesia orquestada durante la Transición.
ZELESTE I LA MUSICA LAIETANA – ALEZ GOMEZ-FONT
Zeleste y la música laietana es un paseo por la Barcelona musical de los años 70, concretamente la que representan músicos como Jaume Sisa, Carles Benavent, Emili Baleriola, Joan Albert Amargós, Xavier Batllés y todo un grupo de instrumentistas que pronto fueron calificados por la crítica como intérpretes de la “música laietana”. Este nombre se relaciona directamente con el local donde todos ellos empezaron a destacar musicalmente hablando: la sala Zeleste, cerca de Santa María del Mar. El libro, escrito en el estilo de una crónica iluminada por un análisis regurosa, hace revivir al lector aquellos años de una música de gran creatividad en Barcelona. El autor, el periodista Alex Gómez Font, ha utilizado las fuentes orales de todos estos músicos, así como también del fundador, Víctor Jou, además de revisar las hemerotecas y de conocer de primera mano la música laietana. El libro, de 160 páginas, lleva un cuaderno de fotografías con un total de 50 imágenes de músicos, programas de mano, portadas de discos, carteles y diferentes momentos de conciertos y grabaciones.
SALUT Y BUEN VIAJE
Jaume sisa, “qualsevol nit pot sortir el sol”. Zeleste antiguo
Peter The Test tube babies . Zeleste Antiguo
Que Pagui Pujol! Barcelona punk ochentera
