Los taxistas de Bruselas han exigido al Gobierno belga el cierre de UberPOP, la aplicación móvil de transporte de pasajeros de la estadounidense Uber, antes del uno de septiembre bajo la amenaza de emprender acciones como manifestaciones.

“Esperamos al fin del ultimátum para pronunciarnos (sobre qué medidas se podrían tomar), pero no descartamos convocar una manifestación el 16 de septiembre”, afirmó a Efe el portavoz de la agrupación nacional de empresas de taxis GTL, Pierre Steenberghen.

Además del cierrek de la aplicación de la start-up estadounidense Uber, 51.000 millones de dólares, GTL exige “que se entable un debate sereno sobre el futuro de la legislación (pertinente), teniendo en cuenta el interés de los usuarios”, manifestó Steenberghen.

“Nadie desea que se desborde la violencia como sucedió en Francia en junio pasado”, en referencia a las huelgas que se produjeron en este país contra el servicio, aseguró por su parte el administrador de la empresa Taxis Verts, Michel Petre, en declaraciones al periódico belga La Libre.

“Los conductores de UberPOP tienen un sentimiento de impunidad”, denunció Steenberghen, quien acusa a estos chóferes de “no respetar las reglas fiscales y sociales”, de “no estar asegurados” y de “carecer de licencia”.

Además, en mayo fue condenado el proimer conductlor usuario de Uber en Bruselas por no respetar las leyes que regulan los servicios de taxi en Bélgica, al que se le requisó el coche, al considerar que es servicio se asemeja al de un taxi regular, por lo que debería respetar las mismas normas.

“Estaremos al lado de nuestro socio, al que apoyaremos durante todo el proceso judicial, puesto que la decisión no es definitiva”, declaró entonces Martijn Dehaene, uno de los consultores de Uber, a la RTL.

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