MARIO MONTI, ASEDIADO POR LOS TAXISTAS

Roma (Italia) – Protestas contra las liberalizaciones prometidas por el gobierno.

Este miércoles ha vuelto a ser una jornada de pasión para quien tenía que coger un taxi en Roma y Milán. Los taxistas protestan contra la liberalización de su sector, que se enmarca en un amplio plan de medidas liberalizadoras, un plan con el que el primer ministro Mario Monti se juega su futuro. El profesor Monti ha prometido a Europa aprobarlo en los próximos días.

El caos ha sido grande especialmente en los aeropuertos, después de las revueltas de ayer, especialmente graves en la capital italiana, donde los taxistas asediaron el Palacio Chigi, residencia oficial del primer ministro, y uno de ellos lanzó una carta bomba.

Algunos taxistas, dispuestos a trabajar, tuvieron que renunciar ante las amenazas de linchamiento por parte de sus propios compañeros. Ayer exultaban disparando algunos petardos, y amenazando con encender la ciudad con un grave conflicto de tráfico. De hecho, bloquearon la circulación entre las plazas Venecia y Popolo, en el corazón de Roma. Este miércoles han vuelto a lanzar petardos en una numerosa asamblea que los taxistas han mantenido en el Circo Massimo para redactar una contrapuesta al Gobierno Monti.

Ante la fuerte presión de los taxistas, Monti les ha hecho ver que no tiene ninguna intención de sentarse a negociar con ellos.
Una licencia de taxi cuesta en la actualidad, de media, entre 150.000 y 220.000 euros. La receta en la que trabaja el gobierno para liberalizar el taxi es la de duplicar las licencias (en Roma se pasaría de 7.500 a 15.000) y cada taxista tendría una de regalo para resarcirlo. Podría utilizarla para que trabaje su mujer o algún hijo o incluso venderla. Pero los taxistas protestan porque consideran que sus ingresos son bajos y lo serán aún más si se duplican las licencias.

Desde Bolonia, uno de los taxistas afirmaba abiertamente en televisión que declara a Hacienda un 40% menos de sus ingresos, asegurando que lo mismo hacen sus colegas, para así tener un sueldo mensual decente. Se calcula que en la posición del taxista se encuentran unos 3-4 millones de trabajadores del pequeño comercio y artesanos autónomos. Esto simplemente refleja que Italia tiene un problema muy grave de evasión fiscal.

Además de los taxistas, en lucha se han declarado también contra el plan de liberalizaciones del gobierno, los farmacéuticos y los pequeños comerciantes. El gobierno actuará “por decreto”, con el objetivo de que, por fin en Italia, haya una sociedad más y sin santuarios, por ejemplo, como los de la energía y el sistema bancario. En libertad económica, Italia ocupa el puesto número 92 en el mundo, penúltima en Europa, solo por delante de Grecia, según el índice Heritage Foundation-Wall Street Journal.

Estos son algunos de los sectores y las medidas que el gobierno Monti aplicará para su liberalización:

Medicamentos en supermercados.

Ciertos medicamentos se podrán vender (y comprar) en los supermercados, en especiales estanterías, con personal especializado. Será posible una mayor competencia en precios, y éstos en consecuencia bajarán.

Horarios libres en el comercio.

Con los horarios flexibles en algunas grandes ciudades, habrá zonas comerciales, donde las tiendas permanecerían abiertas hasta medianoche. No se trata de que los comercios esten abiertos 24 horas, sino de plantear horarios que se ajusten a las necesidades de los clientes.

Duplicar licencias de taxis.

Se plantea la hipótesis de duplicar las licencias de taxis, y, por tanto, los automóviles, con efectos claros en las grandes ciudades. Será más habitual encontrarse taxistas extracomunitarios. Los GPS, navegador vía satélite, facilitará el trabajo de quienes no conozcan bien las vías de la ciudad.

Gasolina en grandes supermercados.

Entre los productos que se podrán comprar en los grandes supermercados estará también la gasolina, con posibles ahorros. Se pretende rebajar su precio, que en Italia ha alcanzado el récord de 1,80 euros litro.

Profesionales sin tarifas mínimas.

Algunos colegios profesionales (notarios, abogados, entre otros) sufrirán modificaciones importantes, pues se abolirán las tarifas mínimas. La medida favorecerá, por ejemplo, a jóvenes abogados que se presentarán en el mercado con tarifas más bajas y convenientes que las actuales, al menos para las prácticas o trabajos más sencillos.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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