LA PRIMAVERA ESTÁ POR LLEGAR…Y YO, QUIERO VERTE DANZAR

Franco Battiato, lejos del coro de las sirenas


Franco Battiato, cantautor, compositor y agitador cultural, nació siciliano pero se formó en Milán la Roja, en aquellos años sesenta en que Italia entera y especialmente su norte hervía con una propuesta política en la que se aunaban un intenso color rojo con una fuerte impregnación democrática.

En esos años fecundos, la cultura italiana estaba marcada a fuego con el sello del compromiso entre los creadores y su tiempo pero no existían corsés que constriñeran el talento, y así fue como el joven Battiato fue experimentando diversos registros hasta llegar a dibujar una vía propia. Franco Battiato se consolida como un cantautor de vanguardia ampliamente reconocido con discos como “La era del jabalí blanco” (1979), su primer éxito de masas, pero ya desde finales de los sesenta era un creador apreciado y seguido que abría caminos en la renovación de la canción de autor italiana.

En sus temas de ésa época aunaba Franco Battiato el pop electrónico y la música culta con arriesgadas incursiones en las músicas étnicas, Más tarde, en los ochenta, a Battiato le clasifican como “minimalista”, la etiqueta de moda entonces, pero queda claro que su música es perfectamente inclasificable. Las letras del período clásico de Battiato son sorprendentemente frescas y a la vez complejas, y bucean con soltura y audacia en el patrimonio literario italiano clásico y contemporáneo, que reelabora a gusto propio hasta sintetizar versos con contenidos tan concretos, que suelen despistar a quien no tenga cierto conocimiento del universo cultural italiano. Difíciles de traducir, sus letras en castellano no siempre resultan inteligibles, y algunas traducciones cantadas por él mismo son francamente desafortunadas.

En los noventa Battiato rompe con EMI, su discográfica, y desaparece de la escena retirándose a rumiar proyectos, la mayoría de los cuales nunca verán la luz. Paradójicamente es ése exilio interior el que, en épocas de incertidumbre, acaba por convertirle en leyenda viviente para la izquierda italiana. Aparecen varios álbumes recopilatorios suyos, y en España se intensifica la venta de sus traducciones al castellano. Finalmente, y ya iniciado el siglo actual, Battiato reanuda su actividad y comienza a lanzar nuevas obras, que aunque limitadas en su eco debido a los cambios habidos en el mercado discográfico, muestran su interés por seguir explorando en el mundo de la música sin aceptar límites ni encasillamientos.

Sus letras son en ocasiones de una gran plasticidad, como en “Despertar en primavera”:La presencia de la artillería
en países meridionales
unidos en la lucha extranjera
bajo el reino de las Dos Sicilias.
Y los movimientos predecibles
de la tropa y falsas batallas,
olores de pólvora, de fuego
y voces del Estrecho de Mesina.
Sentimiento oculto para mí.
Me enamoré siguiendo el ritmo del corazón
y me desperté en Primavera
.

Otras bucean en la intimidad del alma humana, como en “Nómadas”:Nómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad,en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados,entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan.

Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo
la encontrarás,
la encontrarás
al final de tu camino.

Y otras en fin toman clara postura política, como en “Bandiera bianca”, en que se enfrenta al fenómeno del terrorismo de Brigate Rosse durante los llamados Años de Plomo italianos:

En esta época de locos nos faltaban
los idiotas del horror.

He oído los disparos en una vía del centro.
Cuánta estúpida gallina, se pelean para nada.


Sul ponte sventola bandiera bianca,
sul ponte sventola bandiera bianca.

Siciliano, norteño, comunista, libertario, ateo, panteísta, clásico, vanguardista… A sus sesenta y dos años Franco Battiato sigue creando desde los presupuestos ideológicos y mentales que siempre defendió.


Con mi generación pasé el invierno (“Perspectiva Nevsky”) . Un largo invierno, sin duda.

SALUT I BON VIATGE
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