SOLIDARIDAD CON EL TAXISTA QUE SE QUEMÓ A LO BONZO

 Silman pidió el micrófono y leyó unas palabras: “EL Estado de Israel me ha robado, me ha dejado sin nada.

Moshe Silman, de 58 años, se roció de combustible y se prendió fuego durante una manifestación de los “indignados” israelíes el sábado por la noche en Tel Aviv, para protestar por un vía crucis burocrático que arruinó su vida de mediano empresario y que lo sumió en la pobreza. Anoche permanecía en estado crítico en el hospital y cientos de israelíes volvían a la misma plaza de Tel Aviv a protestar: “Todos somos Moshe Silman”, bramaban.

El hombre ha sufrido quemaduras de tercer grado en el 94 por ciento de su cuerpo y ha sido trasladado un centro hospitalario. Su estado es grave, aunque no se teme por su vida.

Silman, desesperado por sus propias circunstancias económicas y por las del país en general, leyó una proclama conmovedora y, antes de que el público se diera cuenta, se prendió fuego. El hecho ocurrió a las 22.10, cuando la manifestación, que conmemoraba un año desde el comienzo de la protesta social, ya se estaba dispersando.
Silman era uno de los muchos “Sin techo” que se instalaron en las últimas semanas en un parque en las cercanías de la estación central de trenes de Tel Aviv. Como otros, solo dormía en la carpa y durante el día iba a hacer trámites para intentar salir de la lúgubre situación en la que se encontraba.

Testigos presenciales han relatado que el hombre repartió varias copias de una carta que leyó antes de rociarse con un líquido inflamable y prenderse fuego. “El Estado de Israel me ha robado, me ha dejado sin nada. Culpo a Israel, a (el primer ministro) Benjamin Netanyahu y a (el ministro de Finanzas) Yuval Steinitz por la continua humillación que tienen que soportar día tras día los ciudadanos de Israel. Se lo quitan a los pobres para dárselo a los ricos“, denunció. No seré un ‘Sin techo’. Por eso estoy protestando contra todas las injusticias que ha hecho el Estado contra mí y aquellos como yo”. Acabó sus palabras, se roció con el combustible y se prendió fuego. El 94% de su cuerpo está quemado.

Un activista, Ofer Barkan, ha asegurado que el ahora hospitalizado era de Haifa y que ya había participado en las protestas del año pasado. “Le conocimos el verano pasado. Era una persona completamente normal que vivía en Tel Aviv, pero su negocio se hundió. Trabajó como taxista, pero sufrió un ataque al corazón por el que se quedó en el paro. Se marcho a Haifa porque no podía pagarse la vida en esta ciudad”, ha relatado.

Según Barkan, el hombre había amenazado en varias ocasiones con prenderse fuego. “Creíamos que podía hacerlo, pero no lo sabíamos”, ha añadido en declaraciones al diario israelí ‘Haaretz’.

La conmoción fue generalizada. Los manifestantes de la clase media, afectada por la brecha económica creciente que lleva a Israel a ser el segundo país en Occidente con las más amplias divisiones sociales, estaban alarmados. Semanas atrás se habían topado con una violenta represión policial y el sábado a la noche con la muerte de un compañero.

Dov Janin, diputado del Partido Comunista que participó de la marcha afirmó que “la realidad en Israel está produciendo un número creciente de gente desesperada a la que se cierran las puertas”.

Las manifestaciones para recordar el primer aniversario de las protestas, desencadenadas poco después del 15-M español, han reunido este sábado a miles de personas en Tel Aviv, Haifa, Beer Sheva, Jerusalén y Afula.

SALUT Y BUEN VIAJE.

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